Para la envidia de lo absoluto

26 noviembre 2007

Por pegarme la forma de hablar, de reír, de gesticular, de mandar a la mierda, de mirar mal, de bailar, de acariciar, de hacer el gilipollas, de no decir nada y decir todo con ello.
Por compartir mis 23 años y poco contigo sin yo haber pedido permiso.
Felicidades, a una de esas luces que sé que nunca, nunca, se apagará.

Hasta siempre

Tal vez deshacerte entre tanto humo, entre tanto rumbo libre por el círculo disperso.
Entre el círculo que no es círculo por los pilares rectos entretejidos como entrañas, incrustadas desde el feto y recubiertas de tu gloria. Celestial a mis ojos y hojas caducas para tus legañas.
Pensarte silueta clavada en el cristal, engendrada por mi vaho del incendio que hay dentro. Apagado por momentos cuando el lacrimógeno queda adoptado para no ser ya huérfano y sea yo, así, el huérfano en mayúsculas, olvidando en absoluto la inmortal cadena.
Olvidando mi aliento que ya cortaste cuando apareces en el canto de ese niño en su llorar y reír a la vez,
en los pasos del viejo que está entre su vida y la muerte de quien le quiere,
en la lucha de la madre que va pariendo luz mientras sabe que acabará entre rejas para mantenerla encendida,
en la esquina que se ha enamorado de la misma mujer de moral distraída,
en la sonrisa tímida al extraño que hay enfrente,
en el vuelo de la mariposa a la que deseas arrancar las alas para sentirte ella y no volver, ¡cobarde!
Así y de muchas más formas, hechas y rehechas a través de los cinco sentidos odiados ahora.
Así me dejaste a mí, borrándome de mis adentros y teniéndote presente en cualquier pensamiento.
Queriéndote borrar del diccionario por siempre y no queriéndote nombrar nunca más.

Llegarte ya al olvido, olvidarte
recuerdo.

Buenos días

17 noviembre 2007

Lo único que quise fue no dejarme.
Y si hubiera sucedido lo que se asomaba por la mente, la distorsión habría dado paso a la derrota de la cordura.
Y no quería acabar así.
No siempre se sabe qué es ganar o perder.
Nadie objetivo dejó escrita la diferencia de estos primos hermanos...
Por eso mando al infierno al primero que sobrevuele mi tejado y me visite en mal día.
Todos los que me dijeron que saldría hacia delante con una sonrisa, acababan yéndose de viaje. Sin más.
Y no entendía nada.
Decían que tenían la intención de ayudarme, de hacerme ver que el final no es el que pienso.
Pero era decirme esto y se iban.
Cuando lo empujé al vacío no pensé que fuera a acabar así.
Es más, creo que hice bien. Tenía esas facciones tan marcadas...
¡Era todo tan pintado!
No sé... ¿Tan cruel es la buena intención?
Y eso fue todo. Luego, desperté en esa neutra sala acolchada.
No se está mal.
Lo malo es que no me dejan colgar ninguna fotografía.

Explosión

14 noviembre 2007

Calada de mitos imperecederos se habita en los sueños deformados por el exceso del uso.
La luz cae cuando amanece y recorro lo frágil de los días.
Cualquier palabra acaba podrida y cada nota musical es insulto.
Me lamo y me siento insípida porque mientras me dispara lo que es derrota a deshoras.
Nunca un reflejo había dolido tanto.
Vomito tu oquedad en cada tono azul cielo.
Los colores se inmolan gracias a cada uno de tus movimientos.
El viento, de aquí para allá, el viento,
Me ahoga el tic tac de lo que es incierto.
Dónde queda la imposibilidad de lo que debe estar muerto.

Frío

10 noviembre 2007

Llena por momentos de tal vez y quizás, asusta el hecho de que se queden pegados en el centro.
Porque a pesar de que esto signifique, también, que no siempre es igual, por la eternidad recordamos lo que es diferente.
El frío tiende a traer cuadros que fueron y no serán. No es lo mismo lo que es o fue a lo que sería.
No es igual.
Esto, de nuevo, es independiente a la sensación de rigidez cuando a una le llueve y permanece húmeda hasta que las mantas le cobijan. Y encantaría utilizar la lógica en esos momentos usando la respuesta del dormir a la intemperie.
Pero no es así.
Las brujas también son mentirosas por naturaleza. No con los demás, que es lo peor, sino con la sombra que siempre les acompaña.
Y si se dice que no, es un sí, y si se dice que sí, es un desaparece, y si se dice más adelante, no se sabe qué es.
La voz también se fuga. Lo peor es cuando se va cuando más ganas se tiene de gritar.
Un estado catatónico no iría mal de vez en cuando.
Un rato de no saber, de no pensar.
De no ser quien se es.


Con las ganas - Zahara

Cambios

05 noviembre 2007

Las brujas no desaparecen físicamente por voluntad propia. Siguen viviendo entre lo mundano y no le pasan acontecimientos extraordinarios como sale reflejado en la caja tonta.
Vuelvo de nuevo gracias a la nueva conexión cibernética. Acabaré odiándola como la que más. Todo llegará.
Ha habido algunos cambios. El más notable lo mostraré un poco más tarde. Los demás son más míos. Aquéllos que sólo uno puede notar que lo son pero no pueden ser explicados por palabras banales.
Sigo igual, hartándome de algunas páginas que no han pasado todavía porque lucifer no quiere que así sea.

Que si los sueños se convierten en conversaciones reales por fin no es para hacer mal, forman parte del milagro. Los hasta siempre continúan disfrazados de cortinas de colores mezcladas con cristales rotos. Las despedidas sobran, independientemente de si el interesado verá al que quiere mantener lejano al día siguiente o si no lo vuelve a ver jamás.

Mi imaginación es la única que dice la verdad. Todo lo demás es insignificante. Más de lo mismo pero visto del revés.

Ojalá lo que es transparente lo fuera para todo lo que creo importante e imprescindible por momentos. Pero no, eso no se consigue. Lo que me hace ver que la enfermedad sigue vigente. Y no por mí. Odio lo que está lleno por el vacío, lo que no quiere llegar a ser cubierto por la ceguera, lo que se expone al abismo porque no ve más allá.
Me limito a celebrar lo que tengo en mis manos en un momento. Así el golpe no aparece. No reaparece. Sólo quedarán recuerdos con una risa tímida como hilo musical. Nada más.

En estos días extraños, me he reído mucho y bien. He cantado, he hecho ver que lo hacía, he bailado, he reído, no he llorado, me he cabreado, he hecho planes distintos, algunos los he cumplido y los demás vendrán, me he hecho amiga de diminutas ovejas y conejitos suicidas, he visto y tocado a cantantes devueltos del exilio, he hablado mucho con taxistas con buen gusto musical y duendes con insomnio, me he reído con y de la artista del bosque de risas ajenas, y de la dulce sonrisa de la hija del viento. Eso sí, siempre de relajo.

Ah, y por cierto, mis padres han querido darme en adopción por la siguiente foto, y además hay otro miembro en la familia llamado Pionona.



Pues sí... Me corté el pelo. Más adelante tendré fotos más buenas. En cuanto a Pionona y demás personajes y personas, ya hablaré en otro momento, que esto se ha extendido demasiado.

¡Saludos de vuelta!

Para la envidia de lo absoluto

Por pegarme la forma de hablar, de reír, de gesticular, de mandar a la mierda, de mirar mal, de bailar, de acariciar, de hacer el gilipollas, de no decir nada y decir todo con ello.
Por compartir mis 23 años y poco contigo sin yo haber pedido permiso.
Felicidades, a una de esas luces que sé que nunca, nunca, se apagará.

Hasta siempre

Tal vez deshacerte entre tanto humo, entre tanto rumbo libre por el círculo disperso.
Entre el círculo que no es círculo por los pilares rectos entretejidos como entrañas, incrustadas desde el feto y recubiertas de tu gloria. Celestial a mis ojos y hojas caducas para tus legañas.
Pensarte silueta clavada en el cristal, engendrada por mi vaho del incendio que hay dentro. Apagado por momentos cuando el lacrimógeno queda adoptado para no ser ya huérfano y sea yo, así, el huérfano en mayúsculas, olvidando en absoluto la inmortal cadena.
Olvidando mi aliento que ya cortaste cuando apareces en el canto de ese niño en su llorar y reír a la vez,
en los pasos del viejo que está entre su vida y la muerte de quien le quiere,
en la lucha de la madre que va pariendo luz mientras sabe que acabará entre rejas para mantenerla encendida,
en la esquina que se ha enamorado de la misma mujer de moral distraída,
en la sonrisa tímida al extraño que hay enfrente,
en el vuelo de la mariposa a la que deseas arrancar las alas para sentirte ella y no volver, ¡cobarde!
Así y de muchas más formas, hechas y rehechas a través de los cinco sentidos odiados ahora.
Así me dejaste a mí, borrándome de mis adentros y teniéndote presente en cualquier pensamiento.
Queriéndote borrar del diccionario por siempre y no queriéndote nombrar nunca más.

Llegarte ya al olvido, olvidarte
recuerdo.

Buenos días

Lo único que quise fue no dejarme.
Y si hubiera sucedido lo que se asomaba por la mente, la distorsión habría dado paso a la derrota de la cordura.
Y no quería acabar así.
No siempre se sabe qué es ganar o perder.
Nadie objetivo dejó escrita la diferencia de estos primos hermanos...
Por eso mando al infierno al primero que sobrevuele mi tejado y me visite en mal día.
Todos los que me dijeron que saldría hacia delante con una sonrisa, acababan yéndose de viaje. Sin más.
Y no entendía nada.
Decían que tenían la intención de ayudarme, de hacerme ver que el final no es el que pienso.
Pero era decirme esto y se iban.
Cuando lo empujé al vacío no pensé que fuera a acabar así.
Es más, creo que hice bien. Tenía esas facciones tan marcadas...
¡Era todo tan pintado!
No sé... ¿Tan cruel es la buena intención?
Y eso fue todo. Luego, desperté en esa neutra sala acolchada.
No se está mal.
Lo malo es que no me dejan colgar ninguna fotografía.

Explosión

Calada de mitos imperecederos se habita en los sueños deformados por el exceso del uso.
La luz cae cuando amanece y recorro lo frágil de los días.
Cualquier palabra acaba podrida y cada nota musical es insulto.
Me lamo y me siento insípida porque mientras me dispara lo que es derrota a deshoras.
Nunca un reflejo había dolido tanto.
Vomito tu oquedad en cada tono azul cielo.
Los colores se inmolan gracias a cada uno de tus movimientos.
El viento, de aquí para allá, el viento,
Me ahoga el tic tac de lo que es incierto.
Dónde queda la imposibilidad de lo que debe estar muerto.

Frío

Llena por momentos de tal vez y quizás, asusta el hecho de que se queden pegados en el centro.
Porque a pesar de que esto signifique, también, que no siempre es igual, por la eternidad recordamos lo que es diferente.
El frío tiende a traer cuadros que fueron y no serán. No es lo mismo lo que es o fue a lo que sería.
No es igual.
Esto, de nuevo, es independiente a la sensación de rigidez cuando a una le llueve y permanece húmeda hasta que las mantas le cobijan. Y encantaría utilizar la lógica en esos momentos usando la respuesta del dormir a la intemperie.
Pero no es así.
Las brujas también son mentirosas por naturaleza. No con los demás, que es lo peor, sino con la sombra que siempre les acompaña.
Y si se dice que no, es un sí, y si se dice que sí, es un desaparece, y si se dice más adelante, no se sabe qué es.
La voz también se fuga. Lo peor es cuando se va cuando más ganas se tiene de gritar.
Un estado catatónico no iría mal de vez en cuando.
Un rato de no saber, de no pensar.
De no ser quien se es.


Con las ganas - Zahara

Cambios

Las brujas no desaparecen físicamente por voluntad propia. Siguen viviendo entre lo mundano y no le pasan acontecimientos extraordinarios como sale reflejado en la caja tonta.
Vuelvo de nuevo gracias a la nueva conexión cibernética. Acabaré odiándola como la que más. Todo llegará.
Ha habido algunos cambios. El más notable lo mostraré un poco más tarde. Los demás son más míos. Aquéllos que sólo uno puede notar que lo son pero no pueden ser explicados por palabras banales.
Sigo igual, hartándome de algunas páginas que no han pasado todavía porque lucifer no quiere que así sea.

Que si los sueños se convierten en conversaciones reales por fin no es para hacer mal, forman parte del milagro. Los hasta siempre continúan disfrazados de cortinas de colores mezcladas con cristales rotos. Las despedidas sobran, independientemente de si el interesado verá al que quiere mantener lejano al día siguiente o si no lo vuelve a ver jamás.

Mi imaginación es la única que dice la verdad. Todo lo demás es insignificante. Más de lo mismo pero visto del revés.

Ojalá lo que es transparente lo fuera para todo lo que creo importante e imprescindible por momentos. Pero no, eso no se consigue. Lo que me hace ver que la enfermedad sigue vigente. Y no por mí. Odio lo que está lleno por el vacío, lo que no quiere llegar a ser cubierto por la ceguera, lo que se expone al abismo porque no ve más allá.
Me limito a celebrar lo que tengo en mis manos en un momento. Así el golpe no aparece. No reaparece. Sólo quedarán recuerdos con una risa tímida como hilo musical. Nada más.

En estos días extraños, me he reído mucho y bien. He cantado, he hecho ver que lo hacía, he bailado, he reído, no he llorado, me he cabreado, he hecho planes distintos, algunos los he cumplido y los demás vendrán, me he hecho amiga de diminutas ovejas y conejitos suicidas, he visto y tocado a cantantes devueltos del exilio, he hablado mucho con taxistas con buen gusto musical y duendes con insomnio, me he reído con y de la artista del bosque de risas ajenas, y de la dulce sonrisa de la hija del viento. Eso sí, siempre de relajo.

Ah, y por cierto, mis padres han querido darme en adopción por la siguiente foto, y además hay otro miembro en la familia llamado Pionona.



Pues sí... Me corté el pelo. Más adelante tendré fotos más buenas. En cuanto a Pionona y demás personajes y personas, ya hablaré en otro momento, que esto se ha extendido demasiado.

¡Saludos de vuelta!

Palabras

Luciérnagas