Buena compañía

29 marzo 2007


“Anda, pero si yo aquí ya he estado…" Buenas noches. Buenas noches por venir. Sonrisas varias y besos variados. Reencuentros y nuevos encuentros. Intercambio de palabras habitual con algunos, unos qué tal con otros. ¿Ya empieza? Preludio justo después de la ceniza en los ojos. Tomando asiento. No mucha gente. Se está bien. Algunas canciones nuevas. Otras ya muy escuchadas pero que se echan de menos si no se brindan. Tributo a Los Pecos. No disgusta pero hace todavía gracia. Descanso. Persona perseverante de fondo a la que apasiona hacer coros pero no sabe acertar. Otras letras nuevas y vueltas hacia atrás. Despedida. Abrazos varios y agradecimientos a los presentes. Reclamo de los últimos. Vuelta a la escena. Dos temas excelentes que nos dicen hasta la próxima. Aplausos finales, más extensos que en los intermedios de las canciones. Música de fondo. ¿Zamora? Tranquilidad ya para ellos… O no. ¿Qué tal? Qué ha parecido. Vamos a tomar algo. Sonó mucho mejor que la otra vez. Euforia. ¿No hay latellas aquí? Joder… Te podrías haber marcado El comeperchas. No veo Friends… Pero me gustan los pastelaos, y a mucha honra. ¡Vamos a visitar a Kika! (…) ¡¡¡Vamos!!! Visita a Kika. A Almodóvar le gustaría. Bonito lavabo agrietado y de luz tenue. Risas. ¿Qué canción era de Rice? Mañana madrugáis ¡ja! Es pronto. Relatividad en algunos instantes como ese. ¡Vamos al Velvet! (…) ¡¡¡Vamos!!! Está cerca. Hermosa noche. Anda que me avisas de que hay una farola delante. Bip bop, bip bip bop, bip bop, bip bip band. Se excede para alguna el paseo. Ya llegamos. Lugar... ¿Con encanto? Cierto encanto. Música güena. Melenas, para de lamer y morder las caras ajenas. La camarera me suena. Qué tarde es… “¿Te dije que mañana madrugo? Voy algo mal.” Chaquetas propias y ajenas al suelo. Tímido bailoteo, algunos bailoteo sin timidez. Me sigue sonando la camarera. Ya reirás ya… Despedidas varias. Algunas pausas. Sonrisas. Sueño. Vámonos. Besos y abrazos. ¿Cogemos un taxi? Borrachos con libido subida. Ya vamos llegando. Buenas noches. Otro día nos vemos.

Lo pasé muy bien anoche. Y lo que más me gusta es no sólo compartir un concierto, sino todo lo demás. Las risas, los comentarios, las miradas cómplices y las conversaciones posteriores. Lo importante no es únicamente la puesta en escena, sino todo lo que hay después. Yo me quedo con el después. Y eso, no se consigue siempre. Gracias por ello.

Un besazo enorme preciosidades.

Tic - tac - toc

26 marzo 2007


- Toc toc toc.

Abrí la puerta, apresurada. Ahogada por los propios latidos.
No es habitual una visita a las 4:35 de la mañana.
No lo es, cuando no se equivocan de timbre.

- Toc toc toc toc toc.

Escuché de nuevo. Más fuerte. Más repetidamente y atropellado.
Cada vez, todo, en menos tiempo.
No puedo pensar. Me muevo entre el sueño que fue resquebrajado por los golpes y entre la realidad callada que me persigue.
Me acerco al recibidor sin parpadear, acelerada. Miro por la mirilla.
¿De quién es esa sombra avergonzada que se dedica a contemplar el frío suelo?
Intento descubrir quién es en milésimas de segundo.

- Toc toc toc.

Esa es su respuesta a mi tímida pregunta. Me sobresalto de nuevo.
No se puede traspasar una puerta sin abrir previamente.
Me encuentra. Esa mirada. La veo.
Doy un paso hacia atrás, ruborizada, mientras cierro esa pequeña obertura que me convirtió en cobarde.

Me vuelvo a la cama. Deseo dormir. Ilusa.

7:20 de la mañana. Maldito reloj. Hacía diez minutos que cerré los ojos.
Me levanto. Debo comer. Las horas sin dormir llaman al hambre. Una tostada y media con zumo. Pantalones y jersey de cuello alto negro. Ya haré a la vuelta la cama.
Voy al baño. Me lavo la cara.
Me miro al espejo. Debo peinarme… Antes me lavo los dientes.

Voy hacia el mueble pequeño. Me paro en seco. Me acerco poco a poco.
Me miro al espejo, de nuevo. Esta vez, precipitada. Me acaricio con impresión el pelo. La comisura de los labios sin mueca alguna. El lóbulo de la oreja izquierda. Ahora el contrario. Esas ojeras.

Los ojos.

Esa mirada.

¿Otra vez esa mirada?

Doy un paso hacia atrás. Me dirijo hacia la puerta apagando la luz y recordando cómo olvidar... Hasta luego.

Paseo

23 marzo 2007


Absorbiendo los restos de ti, el tiempo me presentó la inexistencia del vacío.
Una vez más, te recuerdo mientras visto traje de sonrisa, y me impregno para dedicar algo que fue mío en su día.
Por todo, por nada.

Por las miradas que acertaron encontrarse

19 marzo 2007


Cuando no se sabe qué decir, para qué escribir palabras consideradas vanas.
Sé feliz. Gracias por recibirme tan bien en tu viaje. Me alegra poder contemplarte como nunca antes lo había hecho. Y lo mejor es que sé desde no hace mucho que podré hacerlo desde muy cerca. Creando nuevas situaciones, a veces patéticas y otras lo contrario. Extremos o no, todo se recuerda. Todo es esencial.

Aprovecha todo lo que tienes y disfrútalo con una sonrisa. Te lo mereces. No pienses lo contrario nunca. Por nada ni por nadie.
Y no es suficiente acabar esto con un te quiero mucho. Hoy tengo la sensación de que esas tres palabras están tan usadas que hoy no tienen sentido. Por ello, prefiero ir demostrándolo día a día, ahora que sé cómo hacerlo, gracias a ti.

Felicidades niña.

Instante

14 marzo 2007


Nunca quise tener coartadas para poder escapar de los mismos minutos. Quisiera que fueras mi pretexto para ver los minutos vestidos de risa. Puede que así perdurara el azul intenso compañero de lo entrañable.
No me cansaría mirar ese balanceo constante que me desquicia por querer que sea sólo mío. Ni me incomodaría escuchar ese laberinto de palabras sin sentido que acaba siendo la mejor declaración de intenciones.
No dar nombre a lo que nos pasara. Disfrutar sin más imitando años ya transitados. Sin ver qué hay alrededor. Qué se mueve o qué perece.
Ser hurtadores de silencios. Succionar el mundo por un lapso.
¿Qué más da lo demás cuando el tiempo frena regalándonos reverencias?

Blablableo


Regalar palabras no es suficiente cuando se está pletórica.
No se sabe discernir entre qué será lo mejor, somos desconocedores aún de lo que desprende la esencia.
No reconocemos o no queremos reconocer a veces lo evidente.
No podemos representar lo que querríamos. O no sabemos cómo hacerlo.
Sólo sentimos.
No hay palabras idóneas. Nunca.
O al menos, yo hoy no las tengo.
Sólo sé que me siento viva.
Hoy dedico sonrisas por doquier acompañadas de caricias para el alma.
Ni siquiera espero acertar.
Únicamente sé que quiero que estéis vosotros presentes.
Y poder convertir ese vosotros en un tú.

Dedicado a todos los que me regalan sonrisas todos estos días. Estén cerca o estén físicamente lejos. ¡Estáis!

¡Todo güele bien!

07 marzo 2007


Las personas humanas tienen sus bajones… Y yo, a pesar de mi disfraz de bruja, sigo estando en ese lote.

Hoy me levanté de buen humor. No me molestaban ni las vecinas, ni mi cerrar constante de ojillos al despejarme, ni me acompañaba mi mala leche matutina que ya conoce alguna gente.
Algunos/as saben que estos días estuve acompañada por sombras que no me hacían sentir tan bien como quería. Para eso no hay explicación. Simplemente, ocurre. Por muchos motivos. A todos nos pasa, de igual o diferente manera, pero nos pasa.
Pensaba en días anteriores que esta sensación desaparecería. No sabía cuándo, pero desvanecería.

Será por algunas palabras intercambiadas, que como un duende dijo no es lo mismo que tú las sepas y supongas a escucharlas en otra boca. También será porque hay manos que ayudan a levantarme cada día y por empujones que vienen detrás.
No sirve de nada llorar sin luchar ni poner ganas en nada.

Sea lo que sea, engañar a la psique no es fácil, pero al menos, hoy, lo conseguí. Todos merecemos poder ganar ¿no?
Pues hoy gané a mis propios despropósitos. Los miré de frente y vi que no eran tanto ni tantos como ayer parecían.

Así que… No os preocupéis. Porque ya me he vuelto a poner mi disfraz y estoy dispuesta a volar de nuevo, con una sonrisa en la cara.

Gracias amores.

P.D.= Y como regalo… ¡¡¡Otra foto para que os metáis conmigo y la fotógrafa!!! ¡Jujuju! ¡Ay vaaaaaaaaaaaaaaaaargame neeeeeeeeeeeeena que me la quitan de lah maaaaaaaaaaaaaano!

Inerte

06 marzo 2007


Acumular lugares donde nunca se ha estado.
Sentirse secuestrada por dibujos clavados en las retinas y fotografías consideradas antiguas.

Reconvertir conversaciones y anhelar silencios.
Sentirse asesina de todo lo que a una le envuelve.

No querer levantar la cabeza por no volver a gritar lo mismo de siempre.
No querer mirar a nadie para no ser descubierta del todo.
Hacer lo que no se debería para sentirse más plena.
Deshacer lo que no se debería como propio castigo.

Amaneceres con ganas de cerrar los ojos.
Buscar un resquicio donde aposentarse sin un ruido de fondo.

Intentar recordar la propia risa, aquélla que sólo se escucha con cierta compañía.
Sentir hoy que lo único que se ha aprendido es a retroceder.
Todo y nada duele.

Las palabras pasaron a mejor vida.
Allí, no estás tú.

Buena compañía


“Anda, pero si yo aquí ya he estado…" Buenas noches. Buenas noches por venir. Sonrisas varias y besos variados. Reencuentros y nuevos encuentros. Intercambio de palabras habitual con algunos, unos qué tal con otros. ¿Ya empieza? Preludio justo después de la ceniza en los ojos. Tomando asiento. No mucha gente. Se está bien. Algunas canciones nuevas. Otras ya muy escuchadas pero que se echan de menos si no se brindan. Tributo a Los Pecos. No disgusta pero hace todavía gracia. Descanso. Persona perseverante de fondo a la que apasiona hacer coros pero no sabe acertar. Otras letras nuevas y vueltas hacia atrás. Despedida. Abrazos varios y agradecimientos a los presentes. Reclamo de los últimos. Vuelta a la escena. Dos temas excelentes que nos dicen hasta la próxima. Aplausos finales, más extensos que en los intermedios de las canciones. Música de fondo. ¿Zamora? Tranquilidad ya para ellos… O no. ¿Qué tal? Qué ha parecido. Vamos a tomar algo. Sonó mucho mejor que la otra vez. Euforia. ¿No hay latellas aquí? Joder… Te podrías haber marcado El comeperchas. No veo Friends… Pero me gustan los pastelaos, y a mucha honra. ¡Vamos a visitar a Kika! (…) ¡¡¡Vamos!!! Visita a Kika. A Almodóvar le gustaría. Bonito lavabo agrietado y de luz tenue. Risas. ¿Qué canción era de Rice? Mañana madrugáis ¡ja! Es pronto. Relatividad en algunos instantes como ese. ¡Vamos al Velvet! (…) ¡¡¡Vamos!!! Está cerca. Hermosa noche. Anda que me avisas de que hay una farola delante. Bip bop, bip bip bop, bip bop, bip bip band. Se excede para alguna el paseo. Ya llegamos. Lugar... ¿Con encanto? Cierto encanto. Música güena. Melenas, para de lamer y morder las caras ajenas. La camarera me suena. Qué tarde es… “¿Te dije que mañana madrugo? Voy algo mal.” Chaquetas propias y ajenas al suelo. Tímido bailoteo, algunos bailoteo sin timidez. Me sigue sonando la camarera. Ya reirás ya… Despedidas varias. Algunas pausas. Sonrisas. Sueño. Vámonos. Besos y abrazos. ¿Cogemos un taxi? Borrachos con libido subida. Ya vamos llegando. Buenas noches. Otro día nos vemos.

Lo pasé muy bien anoche. Y lo que más me gusta es no sólo compartir un concierto, sino todo lo demás. Las risas, los comentarios, las miradas cómplices y las conversaciones posteriores. Lo importante no es únicamente la puesta en escena, sino todo lo que hay después. Yo me quedo con el después. Y eso, no se consigue siempre. Gracias por ello.

Un besazo enorme preciosidades.

Tic - tac - toc


- Toc toc toc.

Abrí la puerta, apresurada. Ahogada por los propios latidos.
No es habitual una visita a las 4:35 de la mañana.
No lo es, cuando no se equivocan de timbre.

- Toc toc toc toc toc.

Escuché de nuevo. Más fuerte. Más repetidamente y atropellado.
Cada vez, todo, en menos tiempo.
No puedo pensar. Me muevo entre el sueño que fue resquebrajado por los golpes y entre la realidad callada que me persigue.
Me acerco al recibidor sin parpadear, acelerada. Miro por la mirilla.
¿De quién es esa sombra avergonzada que se dedica a contemplar el frío suelo?
Intento descubrir quién es en milésimas de segundo.

- Toc toc toc.

Esa es su respuesta a mi tímida pregunta. Me sobresalto de nuevo.
No se puede traspasar una puerta sin abrir previamente.
Me encuentra. Esa mirada. La veo.
Doy un paso hacia atrás, ruborizada, mientras cierro esa pequeña obertura que me convirtió en cobarde.

Me vuelvo a la cama. Deseo dormir. Ilusa.

7:20 de la mañana. Maldito reloj. Hacía diez minutos que cerré los ojos.
Me levanto. Debo comer. Las horas sin dormir llaman al hambre. Una tostada y media con zumo. Pantalones y jersey de cuello alto negro. Ya haré a la vuelta la cama.
Voy al baño. Me lavo la cara.
Me miro al espejo. Debo peinarme… Antes me lavo los dientes.

Voy hacia el mueble pequeño. Me paro en seco. Me acerco poco a poco.
Me miro al espejo, de nuevo. Esta vez, precipitada. Me acaricio con impresión el pelo. La comisura de los labios sin mueca alguna. El lóbulo de la oreja izquierda. Ahora el contrario. Esas ojeras.

Los ojos.

Esa mirada.

¿Otra vez esa mirada?

Doy un paso hacia atrás. Me dirijo hacia la puerta apagando la luz y recordando cómo olvidar... Hasta luego.

Paseo


Absorbiendo los restos de ti, el tiempo me presentó la inexistencia del vacío.
Una vez más, te recuerdo mientras visto traje de sonrisa, y me impregno para dedicar algo que fue mío en su día.
Por todo, por nada.

Delicate - Damien Rice & Lisa Hannigan


Sin más.

Por las miradas que acertaron encontrarse


Cuando no se sabe qué decir, para qué escribir palabras consideradas vanas.
Sé feliz. Gracias por recibirme tan bien en tu viaje. Me alegra poder contemplarte como nunca antes lo había hecho. Y lo mejor es que sé desde no hace mucho que podré hacerlo desde muy cerca. Creando nuevas situaciones, a veces patéticas y otras lo contrario. Extremos o no, todo se recuerda. Todo es esencial.

Aprovecha todo lo que tienes y disfrútalo con una sonrisa. Te lo mereces. No pienses lo contrario nunca. Por nada ni por nadie.
Y no es suficiente acabar esto con un te quiero mucho. Hoy tengo la sensación de que esas tres palabras están tan usadas que hoy no tienen sentido. Por ello, prefiero ir demostrándolo día a día, ahora que sé cómo hacerlo, gracias a ti.

Felicidades niña.

Instante


Nunca quise tener coartadas para poder escapar de los mismos minutos. Quisiera que fueras mi pretexto para ver los minutos vestidos de risa. Puede que así perdurara el azul intenso compañero de lo entrañable.
No me cansaría mirar ese balanceo constante que me desquicia por querer que sea sólo mío. Ni me incomodaría escuchar ese laberinto de palabras sin sentido que acaba siendo la mejor declaración de intenciones.
No dar nombre a lo que nos pasara. Disfrutar sin más imitando años ya transitados. Sin ver qué hay alrededor. Qué se mueve o qué perece.
Ser hurtadores de silencios. Succionar el mundo por un lapso.
¿Qué más da lo demás cuando el tiempo frena regalándonos reverencias?

Blablableo


Regalar palabras no es suficiente cuando se está pletórica.
No se sabe discernir entre qué será lo mejor, somos desconocedores aún de lo que desprende la esencia.
No reconocemos o no queremos reconocer a veces lo evidente.
No podemos representar lo que querríamos. O no sabemos cómo hacerlo.
Sólo sentimos.
No hay palabras idóneas. Nunca.
O al menos, yo hoy no las tengo.
Sólo sé que me siento viva.
Hoy dedico sonrisas por doquier acompañadas de caricias para el alma.
Ni siquiera espero acertar.
Únicamente sé que quiero que estéis vosotros presentes.
Y poder convertir ese vosotros en un tú.

Dedicado a todos los que me regalan sonrisas todos estos días. Estén cerca o estén físicamente lejos. ¡Estáis!

¡Todo güele bien!


Las personas humanas tienen sus bajones… Y yo, a pesar de mi disfraz de bruja, sigo estando en ese lote.

Hoy me levanté de buen humor. No me molestaban ni las vecinas, ni mi cerrar constante de ojillos al despejarme, ni me acompañaba mi mala leche matutina que ya conoce alguna gente.
Algunos/as saben que estos días estuve acompañada por sombras que no me hacían sentir tan bien como quería. Para eso no hay explicación. Simplemente, ocurre. Por muchos motivos. A todos nos pasa, de igual o diferente manera, pero nos pasa.
Pensaba en días anteriores que esta sensación desaparecería. No sabía cuándo, pero desvanecería.

Será por algunas palabras intercambiadas, que como un duende dijo no es lo mismo que tú las sepas y supongas a escucharlas en otra boca. También será porque hay manos que ayudan a levantarme cada día y por empujones que vienen detrás.
No sirve de nada llorar sin luchar ni poner ganas en nada.

Sea lo que sea, engañar a la psique no es fácil, pero al menos, hoy, lo conseguí. Todos merecemos poder ganar ¿no?
Pues hoy gané a mis propios despropósitos. Los miré de frente y vi que no eran tanto ni tantos como ayer parecían.

Así que… No os preocupéis. Porque ya me he vuelto a poner mi disfraz y estoy dispuesta a volar de nuevo, con una sonrisa en la cara.

Gracias amores.

P.D.= Y como regalo… ¡¡¡Otra foto para que os metáis conmigo y la fotógrafa!!! ¡Jujuju! ¡Ay vaaaaaaaaaaaaaaaaargame neeeeeeeeeeeeena que me la quitan de lah maaaaaaaaaaaaaano!

Inerte


Acumular lugares donde nunca se ha estado.
Sentirse secuestrada por dibujos clavados en las retinas y fotografías consideradas antiguas.

Reconvertir conversaciones y anhelar silencios.
Sentirse asesina de todo lo que a una le envuelve.

No querer levantar la cabeza por no volver a gritar lo mismo de siempre.
No querer mirar a nadie para no ser descubierta del todo.
Hacer lo que no se debería para sentirse más plena.
Deshacer lo que no se debería como propio castigo.

Amaneceres con ganas de cerrar los ojos.
Buscar un resquicio donde aposentarse sin un ruido de fondo.

Intentar recordar la propia risa, aquélla que sólo se escucha con cierta compañía.
Sentir hoy que lo único que se ha aprendido es a retroceder.
Todo y nada duele.

Las palabras pasaron a mejor vida.
Allí, no estás tú.

Palabras

Luciérnagas