Te pusiste enfrente mío, encendiste la cerilla y me incendiaste.
No sabía si reír o llorar. Tampoco ayudaban los rizos que te caían por la nuca.
Daba igual la conversación. Únicamente prestaba atención a tus manos.
Parecías aspirante a director de orquesta y creo que esperabas que a continuación te aplaudiera.
Luego te desvestí por un momento, y caí en cuenta que era mi subconsciente quien jugaba.
Recuerdo que preguntaste que qué pensaba, que parecía en otro mundo.
Y sonreí.
Porque era verdad.
Pero eso, no serás tú quien lo sepa.
Qué andarás haciendo ahora - Ismael Serrano
1 comentario/s:
Cuantisimo tiempo sin escuchar a este tipo...
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