Antireflejo

12 abril 2011

Las paredes están cansadas de suponer. La casa se ha vuelto de un gris desconocido.
Te giras y miras las sillas colocadas como siempre, como hace tiempo no quieres que estén.
Y pretendes que te digan algo, una respuesta. Como las respuestas absurdas que te vende la madrugada.
Cambias de canal y se avecina más tormenta.
Todo debería ser más sencillo.
Todo debería ser más sencillo.
Te repites. Como si fuera lo primero y lo último aprendido.
Buscas. Te buscas. Pero está vacío. El espejo está vacío.
Todos los cristales están dentro.

Antireflejo

Las paredes están cansadas de suponer. La casa se ha vuelto de un gris desconocido.
Te giras y miras las sillas colocadas como siempre, como hace tiempo no quieres que estén.
Y pretendes que te digan algo, una respuesta. Como las respuestas absurdas que te vende la madrugada.
Cambias de canal y se avecina más tormenta.
Todo debería ser más sencillo.
Todo debería ser más sencillo.
Te repites. Como si fuera lo primero y lo último aprendido.
Buscas. Te buscas. Pero está vacío. El espejo está vacío.
Todos los cristales están dentro.

Luciérnagas