El sitio de mi recreo

25 diciembre 2008

Hoy tengo los ojos más rasgados por los destellos que encontré en tu rostro asustado.

Felices fiestas a todos.

Días prestados

16 diciembre 2008

Peleando a la contra - Quique González

No era capaz de abrir los ojos
bajé la gran via vacía
calculé que como poco
ya llevaba un par de días sin dormir

Como si me hubiera pasado un tren por encima
como si me hubieran dado una paliza
no paren el combate todavía
y cuenten hasta diez

Dicen que al final me salvaré...
Nunca hay demasiado que perder, y tú lo sabes bien...

Días prestados como las canciones, las imágenes y los puntos suspensivos.
¿El sueño es una enfermedad grave?

Jónico

11 diciembre 2008

Felices fiestas.
La primera vez que el 7 me falla.
Joder...
Todo lo demás sobra.
Sólo veo repeticiones.
Y preguntas, y frases sin sentido de la gente, que a veces no se pueden agradecer.
Afonía e incredulidad.
La fe la voy perdiendo por momentos.
No quiero despertar a partir de la una de la mañana.
Ya pasará. Todo pasa.
Pero las ojeras permanecerán para siempre.
¿No podremos descansar nunca por un tiempo?
Gracias, de corazón.

1,2,3

01 diciembre 2008

Hasta que te encontré, solía tener mucho cuidado.
Ahora sólo te reescribo en páginas tachadas por el paso del calendario.

Y parece que eso, no te importe en absoluto.

Ensimismado en los quehaceres donde ni un resquicio de mí aparece.
Desdibujando mi parte menos pura a pesar de que fuiste tú quien dio el paso de darle color.

Y parece que eso, no te importe en absoluto.

Durmiendo entre amasijos de hierro forjado en mi reciente espalda arañada.
Abriendo los ojos ante extraños amaneceres que no quiero que sean publicados en mi memoria.

Pero todo eso, a ti, no te importa en absoluto.

Y es que por más que te mande al infierno, siempre olvido que fue de allí de donde viniste.
Y yo, con alma todavía angelical, sigo intentando cambiar el orden del tiempo para repetirte en mi cama todas las noches.

Dejando de lado, otra estúpida vez, que toda esta patética repetición, a ti, no te importa.

Marlango - Pequeño Vals

Takiniwini

26 noviembre 2008

Nunca dije que no quise a esta persona.
Ni dije que la quería. No es una costumbre. No nos enseñaron a decirlo ni a demostrarlo.
Si alguna vez se nos pasara por la cabeza hacerlo, la vergüenza nos frenaría. Parece una ofensa el pensar que podemos decir lo que se siente cuando es algo placentero y puede realzar la autoestima.
Eso sí nos lo enseñaron.
Usamos lo que nos enseñaron y lo que no como nos viene en gana para calmar la conciencia.
El caso es que preferimos mandarnos a la mierda con una sonrisa en la cara.
Lo que es una certeza, también, es que las palabras no lo son todo.
Antes de decir te quiero de manera prefabricada, prefiero verte los fines de semana que toca para convertilos en carnaval.
Y yo sigo feliz al ver que me recibes iluminado.
Y diciéndome imbécil como bienvenida.
Inventando frases sin sentido.
Y atrasando los relojes.
Felicidades.

Carlos Chaouen - Horizonte de sucesos

22 noviembre 2008

Que no, que no era la entrada que llevo días pensando y que no sale.
Pero ya sabéis que a mí, el Chaouen... Me tira. Me tira y mucho. Por muchas cosas.
Que me entra no sé qué, que qué se yo por el cuerpo cuando lo escucho y lo veo en directo.
Llevaba días pensando que estaba a punto de sacar algo, pero la dejadez y el despiste fueron inventados por la menda.
El caso es que sacó ya algo. El 17 de este mes salió Horizonte de sucesos.
Me enteré, también, que tiene myspace. Os lo dejo linkando la imagen, para que escuchéis los temitas que hay.
Todavía no hay una agenda de conciertos en condiciones. Ni el disco creo que haya llegado a todos los puntos de venta. El caso es que desconfío tanto como él o más en una distribución temprana.
En fin, que le tengo ganas, leches.

Es la región del espacio-tiempo alrededor del agujero negro de la que nada puede escapar ni enviar información al exterior. En el caso de un agujero negro no rotante su tamaño es directamente proporcional a la masa del agujero negro.

Frontera de agujero negro. Límite a partir del cual no es posible escapar al infinito.
Así lo presenta, junto a Fuera del cielo.

Amélie

10 noviembre 2008

Según el día tengo la frustrante sensación de convertir en un a la persona que conocí el día anterior.
La veo dibujando nubes violetas en un cielo suave anaranjado, de esos que no dañan la vista. Andando de una manera que parece flotar, como si no hubiera nacido con la intención de dar pasos firmes. Mira con ojos de no haber visto nunca nada, de no saber qué es el resto que le envuelve, con ojos de inventar lo demás que no gusta por ser de un tono oscuro. Inventa y reinventa, sin nudos en la garganta ni agujas que atraviesan el centro.
La veo en lugares donde estuve o quisiera estar, me ríe las gracias y lo planto en fiestas que invento con la banda sonora que me da la gana.
Acabo imaginando tanto tanto, que después de haberme vencido el sueño despierto sin echar de menos a nadie, puesto que esa carencia desaparece por tanta concentración de fotograma pseudobiográfico irisado.
Y me veo ahí, llevando la cámara, sintiéndome un poco como la tipa aquélla que pensaba en cambiar la vida del resto haciendo feliz a la gente, mientras no se fijaba en el único cepillo de dientes que tenía postrado en el mármol del cuarto de baño.
Intentando que no vuelva todo al azul contaminado de los lunes por la mañana.
Por suerte, siempre quedarán historias que inventar y cuentos que rebobinar.

Caribbean Blue - Enya

Sólo

04 noviembre 2008

No sé qué entiendes por huir deprisa, cuando lo único que haces es volver al mismo lugar del encuentro, ese que marcan los gatos sucios que se revuelcan por el cubo de tu basura.
Recuerdas el insólito café que te hizo hace dos semanas y media, con la rosa marchitada de olor a frigorífico que te compró horas antes.
Entonces, consoladamente entonces, llega el: Sólo quiero que sea distinto, no sé, lo veo distinto.
Mientras lo único que hace es darte los buenos días y marcharse hasta medianoche, dejando la cena que hiciste especialmente para él, intacta en el plato.
Noche especial, pensaste, de nuevo, mientras tus propios pensamientos se te atragantan y son la comida del hoy.
Te vistes de besos que revientan por dentro, de las caricias, de los infinitos mañana te llamo y los embriagados te quieros de las tres y cuarenta y dos de la mañana.
Entonces, triste y únicamente entonces, te paras y llegan los: Yo sólo quiero volver a salir del cascarón, no sé, que no aparezca, para que nunca más reconozca el miedo y el dolor.

Pero, sólo, hasta medianoche.

The Scientist - Coldplay

Ojeras

02 noviembre 2008

Sabes de mi alergia a los cánticos en las mañanas mojadas,
a la risa oscura ante imagen clara pintada,
al desorden de palabras pensadas y no plasmadas,
al mal orden de lo plasmado cuando empeora lo desordenado,
al caminar la antigua calle con lo nuevo tan pronto postrado,
a los ojos quebrados por llanto con fondo empedrado,
a tus ojos marrón oscuro que provoca la fortuna desafortunada.
A pintarte todas las noches mientras mi almohada acaba empapada.

Vislumbrando la estrella fugaz

29 octubre 2008

Apenas escuché a Love of Lesbian, no voy a mentir, pero a Zahara sí y por ella conocí esta canción.
Hoy la volví a escuchar a través de este directo.
Habrá que conocer a estos chicos.



Santi Balmes (Love of Lesbian) y Zahara - Domingo Astromántico

Distorsión

27 octubre 2008

¿Qué? ¿No lo entendéis?
Algunas personas sí.
Lo dulce también se convierte en amargo.
Pero lo amargo no puede convertirse en dulce totalmente.

24

20 octubre 2008

No se debe sobrevivir a base de buzones vacíos.
Ni echarse a llorar si tus días marcados no coinciden con su calendario.
No hay bufandas que te quiten el frío por su risa. Que no. Que todo eso, es mentira.
Ni preguntarte siempre porqué acaba el revuelo de mariposas en tu estómago al escuchar la voz entrecortada con ruido de vasos rotos.
Tu todo a cambio de nada tiene que acabar en la hoguera.
Aunque la tinta que escribe bajo tu relieve todavía siga fluyendo entre fotografías caducadas.
¿Cuándo demonios vas a dejar que amanezca?


Ángeles - Marwan

¿Quién tiene la luz?

10 octubre 2008

El ascenso al cielo, desde el infierno de la tierra.
Así se ve. El rojo del averno, las llamas, contra lo celestial blanquecino y azul pastel.
No soy muy devota, a pesar de mi estancia en el pueblo por las fiestas de la patrona.
Eso no quita que me guste visitar las iglesias, aunque odie la Iglesia. Por su decadencia al jugar de mala manera con tanta fe derramada por el mundo.
El cuadro me llamó siempre la atención.
Constantemente estamos entre el bien y el mal, a pesar de que no haya Bien y Mal.
Si se intentó hacer algún tipo de lista universal sobre lo que está bien y está mal, hubo mucha sangre derramada.
Te pego una hostia porque has hecho mal esto. Te doy un beso por pegar a ese cabrón que me intentó robar el bolso.
A lo mejor nadie debería tener la mano tan suelta cuando el otro hace mal, puede que le hayamos enseñado mal algo en concreto. Luego, todo el mundo usa la violencia de manera justificada y tan contentos y tranquilos.
A lo mejor el ladrón es un desamparado que no encuentra nada de comer para no morir de inanición, y no quiere robar para drogarse debajo del puente, cerca de su antigua casa.
Como si el hecho de dar un guantazo cambiara el daño hecho.
Tanto bien y mal, yin y yan.
Tanta moral presente que se olvida minuto a minuto.
No se puede perder el tiempo siempre en cuestionar a la humanidad, cuando todos tenemos una parte de miserable dentro.
La diferencia entre el bueno y el malo es que el bueno la esconde, y el malo se expresa con ella.
¿Dónde está lo que nos separa?

Horas

02 octubre 2008

Hasta los muertos se equivocan. Siguen enclaustrados en un mundo irreal donde no tiene sentido estar. Donde cuando son las dos y trece minutos, curiosamente en su reloj biológico, son las tres de la mañana. ¿Hora extraterrenal?
No fue lo último que leí anoche, si no lo que no me dejaba seguir leyendo.
Cuántos paraguas hacen falta para que no te empañe la vista una única gota de agua.
Las vueltas al jazmín que dicen mucho a las diez y cuarenta minutos de la noche, acabando con el olor de cama recién deshecha a las cuatro y seis minutos, al lado del solsticio y del cuento inventado.
Danzando y moviéndose al son de lo que es parecido. Con palabras de menos y hechos de más. Conjeturas del echo de menos a las doce y cuarto, después de apagar la luz y de seguir encendidos.
¿Acaso nadie necesita ser escuchado mientras le estremecen acariciando la nuca?


Óleo de mujer con sombrero - Silvio Rodriguez

Jazmín

11 septiembre 2008

No acabé la historia del señor X. Llegará, algún día.
No siempre se acaba lo que se empieza de manera rápida.
Es más, a veces ni se acaba. O requiere que lo empezado sea vuelto a empezar.
Lo mismo que cuando escribes. Escribes y parece que hayas escrito una nueva maravilla más en el mundo.
Luego lo dejas para el día siguiente. Lo lees. Lo relees. Y te das cuenta de que es una puñetera mierda.
Mejor lo que salga lo dejas plasmado. Y si acostumbras a dejarlo público, déjalo. Puede que haya algún comentario, e incluso puede que, si lo hay, sea favorable.
Por eso, con esta entrada no espero otra cosa que lo que espero con el resto: no esperar nada.
O quizá sí, que me digáis que lo pase bien por el sur, que me voy el sábado.
Voy a reencontrarme y a encontrar.
Pasear, dormir, reír, llorar, sentir y oler.
Nos vemos a la vuelta.
Sed felices. Incluso los infelices.

Who I am

04 septiembre 2008

Yo conmigo,
Tú sin mí.
Ahora yo sin mí,
y el mí contigo.
Tú a saber con quién,
Y yo buscándome en el camino.
Todo parece al revés,
pero todo en el mismo hilo.


Cigarettes - Russian Red

Te vi bailar bajo la lluvia

19 agosto 2008

Algunas llamadas de madrugada no sientan bien.
Asustan, más que nada. Y sólo consiguen que la rabia contenida salga en ese momento.
Quizá, con la persona equivocada.
Ella se lo buscó...

Llegué algo destemplada del pueblo empedrado. Precioso, por cierto.
La compañía muy grata. Me reencontré con el todo y encontré principios de ello.
Las agujetas se olvidaron... Me gusta andar, sí, pero no trepar por montañas ni tirarme de culo por cuestas empinadas, mamones.
Los bailes, la luna y la lluvia sirvieron para llevarme más lejos todavía.
Las conversaciones que al principio se creían pendientes desaparecieron allí.
Es esto lo que resume todo lo que nos queda.
Heidi, nos vemos.
Sea aquí o allí. Esto es lo de menos.

Ahora sí: Emma

13 agosto 2008

Emma nació cuando decidió salir, el 12 de agosto a las 13.10 horas. La mamá iba solamente a hacerse la última revisión pertinente, pero escucharon que Emma estaba algo alterada, con demasiadas palpitaciones seguidas. Emma, como ya demostraba desde hace unos meses, es algo jugotena y nerviosa, como su santo padre, y dando alguna de esas patadas o bailando o haciendo dios sabe qué, se le enroscó el cordón umbilical por el cuello y no la dejaba respirar del todo bien...
Ante esto, hicieron rápidamente una cesarea a mi cuñada. Todo duró un cuarto de hora escasamente.
Cuando llegamos al hospital esa pitufilla ya estaba en el mundo real. Una comadrona francesa muy simpática y cariñosa nos dejó verla.
Tiene las uñas más largas del mundo, una nariz que parece le ha dejado de herencia la madre, unas orejas algo sobresalientes que se pusieron en su sitio a lo largo del día, un cuerpecillo encogido y desorientado y unos ojos hinchados que el poco tiempo que los abre (nunca los dos a la vez, al menos en el tiempo que estuve ayer) se ven marrones.
Hubo más comentarios parecidos a: menos mal que no se parece a Bruja cuando nació, que esos de: se parece al papá o a la mamá.
Lo que está claro es que, si no se parece a su tía en el aspecto físico, al menos sí se parece en la mala leche, porque no nació en ningún día de los señalados por los presentes. Ah, ¿no sabéis la historia? El padre hizo una porra para ver quién acertaba el día que su hija nacía. El premio no sabe ni él cuál era. Pero el caso es que, fuera el que fuera, Emma no quería dárnoslo. Y nació uno de los dos días que no estaban marcados por ninguno…
Esa sí que sabe.
Así que, la mamá muy emocionada, el papá muy contento, los abuelos y bisabuelos con la baba por el subsuelo y los titos encantados.
Por ahora, esto es todo. Algunos días más en el hospital con el deporte de fondo, y listos.
Sólo me queda decir:
Emma, bienvenida al mundo.


My eyes - Travis

Reflejo

31 julio 2008

Toda poesía guarda alguna intención deshonesta.
Las íes en forma de corazón son para ignorantes soñadores.
Las íes con acento circunflejo son para imbéciles catastrofistas.
Alguien que no dice gracias al ser recibido con brazos abiertos no es recomendable.
La huída puede ser la mejor opción.
El ajedrez no estará solo por mucho tiempo.
Los dardos en el costado acaban desincrustándose.
Quién tiene la culpa de que al robarte un beso te reviente el corazón.
Nadie.
Sólo hay que convivir con lo inevitable.
Sólo hay que saber convivir con uno mismo.

Carpe diem

22 julio 2008


Al pasar la estrella fugaz mi única preocupación fue pintarte de fondo.
Lo malo es que fui la única que creyó ver esa estrella.
¿Un último baile? ¿Una última pieza? ¿Una nueva letra para corazones solitarios?
Todo olía a final.
Eso no quiere decir que se acabe con todo lo dibujado.
Antony and Johnsons - Hope There's Someone

Por mucho tiempo más. Y adelantándome.
Con ganas de reír de todo esto. Más.

Análisis

17 julio 2008

Anoche soñé que mi sobrina era una estrella de mar, eso, o algo parecido a un bistec de ternera crudo, y sazonado. Que la cuidaba manteniéndola en una mano y le daba de comer para luego depositarla encima de la mesa, donde todos estábamos dispuestos a cenar y, yo, estaba dispuesta a comerla a ella, porque se me aguaba la boca. Y que era 17 de agosto, y había perdido una apuesta.
Me despertaba, no sé si por lo malo del sueño o por su final en sí, y escuchaba ruido en la escalera. Oía algo parecido a: Me cago en mi puta madre, que no me levanta la voz ni ella. Luego acababa con algo semejante a un aullido y, seguidamente, se oía un chocar de botellas. Deduje que eran mis queridos vecinos del segundo tercera y la parienta del presidente de la escalera con el propio.
Al caer de nuevo en manos de Morfeo, paseaba por mi cabeza: Joder, qué mal huele la primera planta, parece que haya un muerto en el piso del señor X. Y decía, también, que no me daba tanto miedo que hubiera un muerto en la escalera, sino que fueran personas vivas las que estuvieran en ese piso conviviendo con algún fiambre.
Y apareció luego, en una calle cerca de casa, un tipo corpulento con barbita y gorra, que se creía dueño de mí y me besaba sin parar. Y cogía el móvil porque le llamaba la persona en la que yo estaba pensando en ese momento. Y me miraba porque sabía que ese ser me importaba más que él, y jugaba conmigo al escondite con el teléfono como si jugara con mi propia vida y le gustara. Me repetía lo mal que estaba el que quería que fuera mi ángel de la guarda y me hacía ver (el señor corpulento que se creía dueño de mí) que no lo iba ayudar en absoluto, puesto que sólo repetía y no calmaba los ánimos. Y no me dejaba hablar a mí, porque sabía que me perdería para siempre.
Finalmente me despertó el gallo que tengo como buenos días y me dio un vuelco el corazón.
Sólo sonrío al recordar lo mucho que duermo y lo mal que descanso.
Ahora sabéis porqué ¿no?

Vincent - Tim Burton

06 julio 2008



En inglés está mucho mejor, pero los subtítulos en castellano dan pena.
O sea que, mejor poner el corto ya traducido.

100 (...)

30 junio 2008

Me di cuenta de que llevo publicadas, que no escritas, cien entradas.
Con algo de trampa, porque no todo es escrito, también es plasmado en fotos, o hablado con canciones, dibujos... Sea como sea, me alegra. Y quiero agradecerlo a los que entráis por aquí, dejando huella física o no.
Sé que este lugar es tanto de risas como de algún paseo atragantado. Por eso, doy las gracias más alto, porque muestra la vida de la bruja en sí.
Y aquí estáis, tanto tú, como él, como ella, como el vecino del quinto o la persona anónima.
Y apareces tú, con tus canciones, con tus frases, o aquél, con sus imágenes, sus huellas, su sonrisa, su tristeza o su disfraz de domingo.
Gritando, riendo desde dentro, llorando, enhebrando restos... Todo esto y mucho más.
Las funciones continúan. Y esta no va a ser menos.
Hoy es lunes como si de viernes se tratara. Surrealista por las pinceladas de sur en el alma. Vitalista. Todo huele bien.
Dejando de lado, por momentos, la persona postrada en cama; la que está arriba y con la que sueño de vez en cuando que aquí está; la ausencia por el orgullo; los momentos que parecieron en su día perdidos.
Que se atreva todo a salir. Que hoy me levanté con ganas de recibir con un guiño de ojos.

¡Ja!

25 junio 2008

¿No hay nadie que dé la cara?
Tanto, tanto, tanto…
Para un nada como lo infinito.
Nunca hay demasiado que perder y tú lo sabes bien.
Ojeras algo plantadas entre las pupilas ensombrecidas.
Y río, río, río, río…
Con razón. Y con gusto.
No como antes.
Capa dura.

Otro día en el mundo - Vetusta Morla

21 junio 2008



Esta versión, no la otra digamos... oficial.
Espero no aborrecerla gracias a los 40 principales, emisora casi oficial en el lugar de trabajo.
Por suerte, no la ponen tanto como al ricitos.
Sea lo que sea, no dejo de tararearla.

2002/2007

17 junio 2008

Que escuchemos los dos la misma canción sin queja no me dice nada nuevo sobre ti, ni me alegra ni me entristece, sólo me disfraza una sonrisa y un pensar que si será cierto tu acierto ante mi gran gusto musical.
Que me sigas mirando después de tanto tiempo como si fuera lo último que quisieras hacer en esta vida, ya, no me sorprende.
Que nos encontremos lejos a pesar de querer lo contrario las noches salpicadas por lluvia en el cristal del subconsciente no me cuenta nada, sólo me recuerda que lo único que queda desde que naces son las pulsiones.
Que te largues sin despedida a las cuatro de la mañana después de haberme arropado la espalda sólo me resume, finalmente, que no eras un plato agradable.
Que la línea de manjar a escoria es muy fina.
Y que las dudas siempre asaltan, pero para aniquilarlas sólo hay que recordar lo sobrevivido.

Abrazos

05 junio 2008

Venga, levántate otra vez.
No siempre es invierno en las noches frías.
No pienses que hay tanto por hacer.
Todo está hecho menos la luz del día.
El bosque estará harto de dolor.
Si no pintas de magia las palabras prohibidas.
Deja a la risa aterrizar.
Volar es mejor con las alas prendidas.

Para el duende

Se ve bien ¿no?

03 junio 2008

Como regalo, aunque más bien sea para mí, os muestro a Emma.

¿Qué? ¿No la veis?
El otro día hablé con ella.
Me respondió con un golpe.
Creo que nos llevaremos bien.

Punto final

29 mayo 2008

Convertir en perfecta una canción por una precisa visita.
Salir a la calle mientras diluvia y sólo estás tú o bien que acompañe un sol que invite a la luna.
Dormirse de pie por aguantar hasta el final cuando hay duendes que regalan corazones.
Recitar cartas pasadas que te hacen sonreír porque nunca se olvidará el cariño a pesar de los malos momentos.
No parar de escribir aunque se piense que no vale la pena la muestra.
Soñar despierta y ver que todo puede ser, incluso lo que no ha podido ser jamás.
Robar sonrisas a los que se creen sombras.
Sorprenderte, todavía, de que los días no acaban como empiezan.
Que de colores está plagado el mundo,
de estrellas incluso el amanecer.



Olor a mandarinas - Zahara

La historia interminable

26 mayo 2008

Las tragicomedias visitan. ¡Y tanto que visitan!
Con ganas de mandar a la mierda.
Simplemente eso.
Menos mal que los momentos son solamente momentos.
Y que, no sé si siendo bueno o no, trago demasiada saliva.
Vivan las risas en los momentos tensos.
Nunca el vaso estará medio vacío.
Haré de la lluvia mi aliada.
Y si no, tiempo al tiempo.
Y sí.
Esta vez, estoy sentenciando.
Que ardan los sombreros mojados.


Zafar - La Vela Puerca

Odio

17 mayo 2008

Al diablo con los disparos a la espalda con antifaz de misericordia.
Qué divinidad crees ser tú, títere sin cabeza, para antojársete un camino de almas de las que no sabes ni el color de su pensamiento.
¿Acaso tienes algún poder extraordinario para mover los hilos del resto de la humanidad?
Tanta pedantería acabará haciendo que llamen a tu puerta para devolverte al abismo, para que te regalen el castigo eterno, ignorante vanagloriado.
Para no salir jamás y dejar a los iluminados ser tratados como tal en el parnaso.
Dime, nato burlón ¿quién ríe ahora?

En blanco

14 mayo 2008

Si tengo que pensar en algo, prefiero que sea en canciones.
Footsteps - Pearl Jam

Volviendo

10 mayo 2008

Me he sido infiel abriéndole la puerta a lo irremediable.
Cerré los ojos y me dejé llevar.
Ahora estoy postrada en un lecho que no sé si es mío.
Amarrada con correas que no desaparecen porque hay sombras que me lo impiden.
Es igual que las luces de neón te digan que no, que no tiene que ver contigo.
Me remito al hecho de que las fuerzas también desvanecen si continuamente les retan al escondite.
Es ahora cuando ha dado el paso la respuesta concreta.
La que duele tanto. La que está en lo más profundo pero no quieres decir porque daña.
Es ahora, y no antes, cuando lo pensado al pie de la letra sale.
Como escudo y como arma de doble filo.
Desde hace unas lunas no sé quién se encuentra encima de mi cama.
Esta vez las sensaciones se han largado por donde vinieron.
Porque, por suerte, todavía sé discernir entre cuándo sabía de su existencia, y cuándo no.

No son horas - Andrés Calamaro

La no inspiración

05 mayo 2008

Dudo si alguna vez he estado inspirada a la hora de escribir. Me limito a decir que no paro de hacerlo aunque no lo deje plasmado para que sea público.
Me canso de ver siempre un en el momento de ver unas líneas acabadas. Siempre todo es igual a mis ojos y creo que para el resto también.

A veces se tiene la sensación de que se está obligado a seguir escribiendo, sin darnos cuenta de que la obligación es obra nuestra, porque así lo hemos querido y hemos acostumbrado a los demás.
Pero sucede, también, dentro del extraño orgullo que te visita cuando te echan en cara eso del abandono de las páginas, que si ves que todo lo que sale es un canto al odio de los sentidos, te frena. Quieres un cambio. Un avanzar, quizá.

Una vez me etiquetaron de romántica (acompañado de algo más que no recuerdo, si lo lee esa persona que lo repita). Romántica en plan poético, no de esas que ponen velitas e incienso en sus encuentros amorosos, que llora por todo y nada, y demás menesteres varios. Leches, que una es una bruja y no sabe qué es eso.
En fin, romántica, resumidamente, por cantar abiertamente al cortarse las venas a la hora de ver lo patético y/o lo malvado de las situaciones y personas.
Fue bonito. Sí. Aunque no sé qué romanticismo es peor. Al fin y al cabo, creo conocer a muchos de esos. Y esa tontería, en parte, consuela. Te hace ver que estás menos solo, vomitando mierda conjunta y luego riendo.
El caso es que estoy en una fase en la que mi romanticismo está en pleno apogeo. Sí. Muy seguidamente.
Puede que sea la primavera. La jalea real ayuda a prevenir los resfriados por el cambio de estación pero no cura el romanticismo.
Esto no para y algún día reventará. Mientras tanto, así, al menos he explicado el porqué de mi no escribir aquí de la manera que lo hacía en un principio.

Lo mismo cansa. Y las preguntas sobre el estado de ánimo de después acaban no teniendo sentido cuando ya se ha sido vomitado todo lo indeseable.
Ni se está completamente bien, ni se está jodidamente mal siempre.
Por ello, tiempo al tiempo. Pueden ser días o semanas. Nunca se sabe.
Defecar las mismas miserias no es bueno ni para mí ni para quien lee.
Aunque esto va así, a lo mejor dentro de cinco minutos me salen las palabras más preciosas del mundo, haciendo olvidar la parte oscura del presente de cada uno.
Hasta entonces, nos seguimos viendo.

Anj

19 abril 2008

Creonte
- Y, así y todo, ¿te atreviste a pasar por encima de la ley?

Antígona

- No era Zeus quien me la había decretado, ni Dike, compañera de los dioses subterráneos, perfiló nunca entre los hombres leyes de este tipo. Y no creía yo que tus decretos tuvieran tanta fuerza como para permitir que sólo un hombre pueda saltar por encima de las leyes no escritas, inmutables, de los dioses: su vigencia no es de hoy ni de ayer, sino de siempre, y nadie sabe cuándo fue que aparecieron.
No iba yo a atraerme el castigo de los dioses por temor a lo que pudiera pensar alguien: ya veía, ya, mi muerte –y ¿cómo no?—, aunque tú no hubieses decretado nada; y, si muero antes de tiempo, yo digo que es ganancia: quien, como yo, entre tantos males vive, ¿no sale acaso ganando con su muerte? Y así, no es, no desgracia, para mí, tener este destino; y en cambio, si el cadáver de un hijo de mi madre estuviera insepulto y yo lo aguantara, entonces, eso sí me sería doloroso; lo otro, en cambio, no me es doloroso: puede que a ti te parezca que obré como una loca, pero, poco más o menos, es a un loco a quien doy cuenta de mi locura.

Si de algo me sirvió estudiar griego, fue para conocer a esta heroína. Existiera o no, me cautivó.
En cualquier lugar hay un Creonte.
En cualquier esquina, en cualquier río, en cualquier cama.
Pero por suerte, también, hay muchas Antígonas.
Brindar la muerte a día de hoy no es nada fácil.
El ser humano es egoísta. Pero no imbécil.
No moriríamos a cualquier precio.Yo tampoco.
Por mucha pena que sienta a veces del mal ajeno. Aunque, a la vez, muera por dentro en según qué ocasiones.

Lo que sí tengo claro es por quiénes no dudaría en dar un salto al final del camino.
Va por ellos tres.
Porque son los que siempre me dan la luz cuando todo se me oscurece.
Porque, realmente, ellos me dieron a luz regalándome todo.
Y mucho más.

Para leer esta tragedia griega, sólo tenéis que pulsar el nombre de Sófocles.

Noche

18 abril 2008

Desbordarte con anhelos que creías desarticulados.
Hundidos por el desprecio del paso del tiempo.
Rozar cada una de tus pestañas haciéndote sentir centro.
Resucitarte tras tu aniquilación producida por tanto ego desencajado.
Vestirte de blanco para luego arrancarte el alma a mordiscos.
Pintarte, cielo, color noche estrellada.
Para caer rendida en quimera.
Nuevamente.
O como siempre.

Luz

02 abril 2008

Ayer tuve otro encuentro con las compras. Y no un encuentro sin importancia, que no buscas nada en concreto y te llevas a casa algo que te da igual no ponerte y que se pudra en el armario. Esta vez era más serio. Tengo dos bodas. Perdón: tengo dos puñeteras bodas.
Y tenía miedo. Porque como ya algunos bien saben, me pone nerviosa enfrentarme a las tiendas.
Pero por suerte, acabé mi hazaña como una campeona en compañía de La Carmela en la primera y última tienda que visitamos.
La buena dependienta, con un acento sospechosamente castellano cerrado muy semejante al tono que se usa en el catalán de Lleida, me dijo que qué buscaba.
Yo fui clara. Que yo, otra cosa no, pero clara... tampoco.
Vi un vestido en el escaparate de color amarillito claro, con un toque griego, y le dije:
- Hola buenas. Quería un vestido de boda. Porque tengo una boda. Bueno, tengo dos bodas. Y quiero un vestido sencillo. Como el del escaparate. Ese amarillo. Pero no en amarillo. En otro color. Y no largo. Y...
Entonces, abrió la boca la buena mujer de nuevo, por fin. No sé qué dijo, pero empezó a avasallarme con vestidos. Muchos vestidos. Muy bonitos algunos, otros parecidos a antiguas reliquias. Pero, el dato que a mí me incomodaba: muchos. Y yo no podía procesar tanta información. Fui apartando en mi mente, muy cuidadosamente y como podía, los vestidos con los que me vería bien.
Y así fue. Me probé unos... Siete. Con flores estampadas de color negro, blanco y fucsia, en rojo, en negro, en color crema. Con talle griego, con escote de palabra de honor (que me gustaría me explicaseis porqué se llama así), con algo de escote más pronunciado. Con acabados en punta, rectos, con forma de globito (algunos con forma del Señor Globo, el más grande de todos).
En fin, mucha variedad.
El primero me quedaba fatal, no me gustaba. El segundo fue del que me enamoré. Más bien todas nos enamoramos: la dependienta, La Carmela y yo. Sencillo: en negro, como quería, con tirante ni muy fino ni muy ancho, con escote no muy pronunciado que realza la pechonalidad, entalladito a la espalda y la cintura, y acabado en pequeño y ligerísimo globo, con una puntada a un lado de la zona inferior que creaba una extraña forma. Ah, y con lazo, duende, con lazo. Discreto, cómo no.
En fin, que ese fue el primero que ya dejé aparte. Luego me probé el resto. Hay algunos que no deberían existir. Necesitan un libro de instrucciones para ponértelo. Bueno, para ponértelo bien. Y yo, un vestido que me desafíe y me haga creer que soy imbécil por mi no saber hacérmelo mío, qué queréis que os diga: que le den por el mismísimo. O sea que, descartado.
Hubo más, pero sólo recuerdo dos. Uno de globísimo. Horroroso. Y otro rojo. Muy bonito. Palabra de honor. Ceñido. Ahí estaba el problema: ceñido. Para gente excesivamente delgada. Delgada de cintura y cadera pero con pecho. Ya me dirás si encuentras a alguien así que no haya pasado por Corporación Dermoestética.
En fin, que me lo puse y me analicé, mientras La Carmela decía: etá bonito pero ezo te quea un poco pegao ¿no? Y yo pensaba lo mismo. La dependienta, al ver mi cara con su correspondiente ceja arqueada reflejándose en el espejo, me dijo que había una talla más.
No quise seguir su juego y me quedé con el negro. El segundo. El campeón.
Me llevé también un fular blanco muy elegante y romántico y una torerita negra con transparencia, por si hacía algo de fresquito. Cosa que en mí, es algo habitual. Da igual la época del año.
Que por cierto, La Carmela también habló del tiempo allí. En esas tiendas donde te disfrazan para un día siempre sale el tema. La boda é' en mayo, la otra en 'hunio, pero man disho que hará freco allí. Azí que, éta é mu friolera. Que ze lleve una shaquetita también de repueto. ¿Vendéi shaqueta?
Yo dije que ya tenía una.
Además, la buena mujer no nos sacó más variedad de vestimenta. Es igual que las bodas sean en mayo, junio, agosto o diciembre. Esa ropa siempre está diseñada para que acabes pasando frío.
Total, que yo ya me largué contenta a casa con mi súper modelito.
Os dejo una foto donde se intuye algo cómo es. Si no la veis, ya lo veréis en fotos más adelante.

Ah, por cierto.
De vuelta a casa estuvimos en una tienda donde poder malcriar a recién nacidos, haciendo que los padres pierdan la cabeza a la hora de guardar ropa que acaba desperdiciándose a los dos días.
Allí vi unos calcetines de vaca. Que tenían que ir a la fuerza con alguna prenda más.
Entonces compré un vestido tejano con un estampado de animalitos y flores varias, con gorrito y chanclas a juego. Me dieron igual las chanclas.
Me da igual que mi futura sobrina se tenga que poner las chanclas con sus calcetines de vaca. A los mayores les quedan mal, pero a los bebés les quedan graciosos. Eso se dice ¿no?
Y si no se los pone, ya me los pondré yo. Que seguro que me están bien.
Ah, ¿que no os dije que va a ser una Emma? Pues sí. Así me lo hizo saber su padre cuando se dejó ver.
Así que, sólo quedará alejarla de la niña de El exorcista. Su prima. Bueno no, mi prima. Bueno no, la hija de mi prima. Coño, ya empezamos con los primos segundos y mierdas de esas. Fuera...
En resumen, que no se acerque, no vaya a ser que le pegue los malos modales.
Me dejé la noticia para el final para que no pensarais que estaba deseando decirlo.
Pero qué coño. Es cierto.
Estoy pletórica.

El cobarde valiente

30 marzo 2008

Cirios ambulando entre calles desiertas, creídos dueños de todo, todos y lo eterno.
Fantasmas de luto expatriados de la lujuria de los días. La lúgubre infamia de los propósitos convertidos en despropósitos asoma.
Todo es normal. Más engaño a la conciencia y más verdad a los intereses a corto plazo.
Hazte daño, llora. Mientras más demuestres más saciada la voluntad.
Supuestas bestias salvajes convertidas en borregos, camino a la luz para seguir escondido el mal recuerdo.
Sin intención de luchar en batalla y reconstruir los desperfectos. Cerrar los ojos y esperar nuevos encuentros.
Con respuestas para todo el mal que tiene el ajeno.
Soldaditos de papel con alma de acero.

7

21 marzo 2008

Nacida entre manto de brillo azul, envuelta de seda blanca tejida por el infinito.
Las mejillas marcadas por la sonrisa, desconocedora de lo que aún está vivo.
Los muros no son de piedra, si pasea bailando como el vaivén del frío.
Las pisadas en trazos dejan destellos, recogidos por los prisioneros de los ritos.
Los que tienen prisa por dejar rehecho lo siempre hecho, sin recordar que hubo un tiempo en el que ellos también fueron críos.
No busca puertas por el poco anhelo, los restos del resto son los que anhelan su escondrijo.
Mecida por luciérnagas y rodeada de libros sin escribir, yace entre la hierba arropada por los cielos color vino.
Qué son las señales de los sepultados, cuando se está rozada por lo divino.
Puesto que todo tiene su final, al igual que todo tiene su principio.


La noche que la luna salió tarde - 091

19/3

20 marzo 2008

Tengo los suficientes poderes como para cambiar la fecha del calendario, y decir que hoy es 19 de marzo, y decir, también, que tu primo no está conspirando planetas a su alrededor.
Ni tanto ni tan poco, simplemente, quería felicitarte por décima vez en tu día a través de la página en negro. Pero no todo se puede.
Que seas feliz. Espero que pueda felicitarte 30 años más sin tirarnos de los pelos como final. Puede que de esa forma rompiéramos la tradición. Y yo, no soy de tradiciones.
Permíteme ser de nuevo la oveja negra y hacer lo que me salga de los mismísimos rizos. Cortos tienen más personalidad y carácter.
Sigues siendo musa de los rincones sin quererlo. Pasen años, pasen siglos. Es igual lo que vendrá.
Y si tengo que seguir rompiendo tu boca con palabras tendrás que aguantarte, maja.
Y si me tienes que desnudar a través de miradas, hazlo.
Todo es necesario cuando lo imposible lo convertimos en lo contrario.
Carpe diem. Nos vemos luego.
Dichosa de decirlo siempre desde hace tiempo.



El mundo está debajo de tus pies...

Discos de antes

15 marzo 2008

Camino a la conciencia espero sentada. Rodeada de jilgueros que no aprendieron volar.
Que el cielo se cae y ahí continúa. Impávida la gente al verlo llorar.
El alma se cae a pedacitos reconstruida por cada sonrisa pensada en eternidad. Y sobrevive. Porque de eso vive. De eso y nada más.
Las flores no son flores cuando el invierno las castiga. Igual que el gemido del alba no es tal si la negrura acecha.
Los números, las letras, los soles que revientan, los sonidos, el tic tac, el viejo que manco pide dinero y nada tiene ni tendrá, el feto que llora sin saber la verdad, tus pasos, las noches de luna con silbido escanciador, el lecho, los huesos podridos…
La sombra del tiempo. Tu con sin despedida.
Que te fuiste. Que no estás.

Salir corriendo

08 marzo 2008

Quizá así, tejiendo sueños que se repiten, pases a mejor vida.
Ahora mismo es lo que necesitas.
Cerrar los ojos. Sólo ver que ellos existen y que tienes el control.
No tener ningún sentido más.
Evadirte por completo.
Sólo en este momento. Porque tus gritos son los únicos que no se escuchan.
Y él sólo se ríe de ti al verte arder entre tanto cielo.
Nada más importa. Únicamente extinguir parte de ti.
Por cruel que parezca.
Para sobrevivir hay que deshacerse de uno mismo.
A eso te acostumbró. Y es lo que ves normal.
No echas de menos otro reflejo.
No lo hay.
Y tus restos son de él. Y de nadie más.
Ríe. Como nunca.
Porque él hace mucho tiempo que está muerto. Lo sabe.
Por eso tiene tanta ceniza dentro.
No le importa ser asesino de nuevo.
Su ángel de la guarda se despidió de él conociendo el miedo.

Iván Ferreiro - Mentiroso mentiroso

07 marzo 2008



Ya está aquí el nuevo disco de Iván Ferreiro.
Entre hoy y mañana (o al menos a lo largo del día de hoy, cuando lo arreglen) se podrá descargar el disco.
Dejo el nuevo vídeo.
Ferreiro siempre alegra. Igual que Jaenada.
Por lo menos a mí, me gusta la mezcla.
Me caen bien.

Ellas

05 marzo 2008

Vamos a ver... ¿Qué demonios entendéis vosotros por "córtame un poquito el flequillo, la parte que me tapa los ojos, y el resto sólo las puntas, por favor"?
No es nada difícil ¿verdad? Y ya lo pides por favor, como con miedo. Haciéndoles ver que ellas tienen mucho poder en ese momento. Debes portarte bien. Un paso en falso y ¡ZAS! Ellas ganan.
Y si luego te dicen: "¡Ufffffffff! ¡Nena! ¡Qué oscuro tienes el pelo! Te has hecho algo ¿verdad?"
Hombre, sí, hace unos meses lo tenía largo hasta el culo. Puede que notes un cambio ahora.
Pero eso no lo ven. Ven lo que pueden cambiar, no el trabajo que ya está hecho. "Vale, pues te haré unas mechitas"
Ahí empieza ya la cosa a joder más. Ellas te hacen ver que tienen más autoridad. Porque si dices que no y luego ves que tenían razón, o piensas en futuras suposiciones, te jodes más. Lo mejor es negar una vez:
"No, no vale. No me harás unas mechitas. Cortarme el pelo. Como te dije." Les dices. También con autoridad.
"Pero lo tienes muy oscuro."
Entonces ahí te toca algo más los ovarios. Y te giras. Y les piensas decir cuatro cosas bien dichas: qué mal te queda ese flequillo o qué mierda de color llevas en el pelo a pesar de trabajar en esto. Pero eso desaparece cuando te miran insinuantes. No te dejan contestar. Las crees sacadas de una película de Tarantino. Esta vez con tijeritas. Y nás te callas cuando no notas que como mínimo hay dos. Que cuando la una escucha que eres una ciudadana algo rebelde e incorformista, la otra se une a la que te va a cerrar la boca con esparadrapo.
Y caes rendida a sus creaciones. Hipnotizada. Nunca te viste tan pequeña.
"Mira, haz lo que te dé la gana. Más cambiada que cuando casi me rapé la cabeza no voy a quedar." Eso sí, con sonrisa también. Pero la mirada al suelo.
Y, a partir de ahí, además de darle la victoria con esos ojitos de gatito de Shrek, date por perdida: estás en sus manos.
Y así pasó.
Mechitas no. Eso no son mechitas. Según ella es: un baño de color.
Baño de color en forma de mechitas. No me jodas.
Pero ese no es el problema.
El problema llega por el flequillito.
"¿Te lo aliso?"
"Venga, ya que estás..."
Y ahí empezó la decadencia.
Yo veía que esas pequeñas tijeritas iban cortando cada vez más un flequillo lisito.
En ese instante, todas las féminas te miran y te dicen: “¡Uyyyyyyy nenaaaaaaaaaaaa! ¡Qué bien te queda! ¡Qué juvenil!” Gritando. Porque no sé porqué grita tanto todo usuario que entra a ese antro. No siempre está el secador encendido para tener que alzar la voz.
Ni entiendo cómo se consiguen amigas tan pronto. Si tienes problemas para socializarte: ve a una peluquería. Ni porqué no tienen hojas de reclamación. Deberían tener una especie de encuesta inicial para ver qué te quieres hacer en tu preciada cabeza. Si no lo cumplen: que te regalen el peinado que quieras.
Pero qué demonios, lo que a mí más me venía en mente era el temido mañana.
En qué sucedería cuando este pelito a lo Mª Teresa Campos desapareciera.
Porque ese mismo día te ves estupenda. Y todo lo ves de color de rosa. No piensas en nada más.
Pero luego... Llegó el día.
Hoy.
En la ducha noté que tenía menos pelo.
Menos. Pero no tan poco.
Tenía miedo de enfrentarme al espejo.
Pero tenía que hacerlo tarde o temprano. Con un par de ovarios.
Y he ahí la creación.
Ahí estaba.
Lo que yo intenté tapar desde mi adolescencia por vergüenza y complejo, emergía cada vez más. Casi me saludaba. Sólo faltaban flechitas de neón señalándola mientras vencía. Como ellas.
Mi frente.
Intenté taparla con cabello. ¡Cabello que no existe!
Entonces es cuando empiezas a desesperarte. Cuando empiezas a querer borrar días del calendario. Cambiar el pasado incluso. Borrar el puñetero día que fui a esa peluquería. Y pienso en la joven peluquera. A la que no quieres visitar con una cajita de bombones rellenos de cianuro porque tiene una pequeña familia que mantener.
Pero vuelves a la realidad. Y todo sigue igual: no tienes flequillo.
Y quieres lograr hacer lo que ella hizo con su secador y ese cepillo de rodillo.
"Hostia, no tengo cepillo de esos. Es igual, algo haremos."
"Hostia, no tengo planchas. Bueno, algo se conseguirá."
¡Pero no consigues una puta mierda!
Y entonces, tienes que optar por esconder lo poco que te queda ahí delante, a ras de la parte frontal.
Horquillas.
Ahí, pon unas cuantas. Que no se escapen esos malditos hijos del diablo.

Bienvenida frente.

Y te miras. Y te vuelves a mirar. De todos los lados y maneras. A ver si así cambia la forma de tu cara, o ves que el pelo crece por cada movimiento que hagas.
Pero no es así.
Entonces piensas en los desastres mundanos: que no te toque la lotería, que pisaste una mierda el otro día, en que saliste de casa sin paraguas por un sol espléndido y luego te calaste enterita…
Y, por absurdo que parezca: te calmas.
Estoy bien. No os preocupéis.
Sólo creo que no saldré hasta dentro de unas dos semanas, que es lo que calculo que necesitaré para que me crezca algo ese maldito flequillo y pueda llevarme bien con el espejo.
Y la peluquera.

Volando alto

03 marzo 2008

- ¿Y por qué llueve?
- Porque los ángeles lloran al no verte sonreír.
- Pero ¿en el cielo hay ángeles también?
- ¿Cómo que también? ¿Dónde los viste?
- Enmarcados en mi cuarto, contándose cosas al oído. ¿Cuántos hay? Sólo vi dos.
- Hay muchos. Están ahí arriba, intentando volar.
A veces te visitan y se quedan plasmados en cuadros, únicamente para tenerte enfrente.
- Ahhhh... ¡Pues yo quiero ser tu ángel!
Pero no tengo alas...
- Cariño... No es necesario tener alas para ser un ángel.
Ni es ángel todo aquél que tiene alas.

Dormir

28 febrero 2008

Me quedé sin canciones, de tanto oírte danzar.
La niebla me encandila y me hiela los encantos.
Con cara de perro, al no verte pasar.
Si gritas al escuchar únicamente tu nombre en labios entrecortados.
Si te callas. Si te vas.
Qué mirarás, a lo lejos, mientras sigo atada al mar.
Que mi azotea es más pequeña, pero inmensa el alma,
cada vez más.

Y te vi bailar bajo la lluvia,
y saltar sobre un charco de estrellas.

All you need is love

14 febrero 2008

No sé si era peor para mí ver este programa o escuchar su cabecera.

Ese fucsia y azul que siempre aparecían como eternos amantes me repugnaba. O quizá, también, que asociaba que eran las 22.00 de la noche del domingo y que al día siguiente tuviera que madrugar tantísimo para pasar una larga jornada lectiva de la que yo ya, muy tempranamente, estaba harta.
El caso es que, ese cúmulo de factores, hacía que acabara asemejando ese: ¡¡¡LO QUE NECESITAS, LO QUE NECESITAS, LO QUE NECESITAS EEEEEEEES AAAAAAAA-MOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOR!!! a la sintonía de ¿Quién sabe dónde?. Que, pensándolo hoy unos... ¿11? ¿12 años después? podría sonreír muy sarcásticamente y unir esos títulos como si fueran totalmente dependientes.

Pero claro, me estoy metiendo en mi pensamiento lógico de cuando tenía unos 10 u 11 años, o sea que dejaré de lado mi pregunta retórica de quién coño sabe dónde estará Cupido que no lo veo por ninguna parte, que puede que se fuera por papel de fumar y no volviera al meterse en una orgía o al coger un coma etílico en un botellón.

Mierda. Que me desvío.

A mí me fastidiaba ver que toda mujer, hombre, niño o niña tuviera problemas con su marido, mujer, novia o novio.
Joder ¿tan malo era enamorarse? Y más me jodía que fuera un tío a declarar su amor tirándose de un paracaídas cuando a su mujer lo que le gustaba era haber salido en la tele y comentar con sus amigas que "mi Manolo tenía muchos fallos pero que de qué poco se rompe los cuernos por mi menda".
Chincha rabiña. Ahí queda eso.
El orgullo de la hembra Manoril sale a relucir. Y qué leches importaba que su Manolo tuviera realmente la intención de volver con ella por los siglos de los siglos amén.
Y casi rompiéndose la cabeza.

En realidad, no sé si me jodía todo eso, porque creo que esa reflexión, con 11 años, no la haría.
Más bien, pienso que me retorcía hasta las entrañas que mi primer amor platónico, Juan, no me declarara su amor mientras yo acariciaba su pelo rubio celestial y sonreía mientras me resbalaba con mis propias babas mirando sus preciosos ojos azules.

Porque a mí no me hubiera hecho falta que mi Juan se tirara desde un helicóptero, o me mandara 100 ramos de rosas rojas a casa, o parara la peli que estaba viendo en el cine para ver su mensaje de amor eterno.
Yo sólo quería decir a mis amigas enemigas que Juan era mío. Sólo mío y ya está. Y que si no me ajuntaban me daba igual, porque yo ya tenía a mi Juan, que era mi héroe por salvar la pelota que se colaba detrás de la valla del cole, que me daba la mano para ir al patio, que era mi compañero en el autocar para las excursiones y que era a mí a quién regalaba sus dibujos.

Claro que, eso era hace 10 años.
Ahora, si una bruja y un Juan se encontraran, fijo que verían a Cupido con las pupilas dilatadas y vendiendo pastis para conseguir clientela.
Una lástima.

Pero mirándolo bien... todo tiene su parte buena.
Seguro que acabaría apareciendo en Quién sabe dónde. Siempre quedan románticos que lo echan de menos. Y si Lobatón siguiera con ese programa, pongo la mano en el fuego diciendo que haría todo lo posible por encontrarlo.
Si no fuera por orgullo propio, al menos por el romántico Jesús Puente.

Lo dedico en este día para todos. Sobre todo para los que no lo celebran pero pueden decir que alguien les ha regalado algo, por pequeño que sea, como pueden ser estas líneas.
Y, en el caso de que se rían tras esta respuesta, mandad a la mierda a quien sea.

Resurrección

09 febrero 2008

La rendija traía algo de luz a los días con unas notas musicales que se incrustaban para dar algo de vida.
Las frases que nunca se leyeron seguían posadas en la carta cada vez más amarillenta y con las letras deformes por el baño de lágrimas.

Tienes que poner punto final a los cuentos de hadas, galopar por nuevas sendas y mirar hacia otros lares con los mismos ojos.
Eso dicen siempre. Tan fácil es como fácil es decirlo.

Hace sol.
Habrá que usarlo para dar alguna vuelta por las azoteas, plantar flores que nazcan azules y dibujar estrellas en el suelo.

Los cuentos de hadas los inventé yo.
No voy a ser yo quien los destruya.

Imagen de Siro López.

Sentencia

04 febrero 2008

Los mundos de cristal existen el tiempo que el soñador quiera.
No es tan difícil romper para tomar aire, lo fácil es acomodarse en el entendimiento a través de idénticas palabras.
La voz de la conciencia no calla hasta que no mates al miedo.
Y hay tantas lunas por alcanzar y tan alcanzable, a la vez, el recuerdo de las ya muertas...
El blanco no vale. Ni el negro. Ni el gris.
Los colores no tienen sentido por su poco esclarecimiento en el hoy.
No busques tanto encuentro en verbos quebrados si no acabas tomándolos por vocación.
Sólo se aceptan los pasos que te lleven al círculo donde no ves salida.
Los rostros siempre desaparecen excepto al que te enfrentas siempre ante el espejo.
Ese es el único del que no puedes huir. Lo tomas o lo dejas para los restos.
No se pueden cruzar puentes sin saber qué hay debajo.
El carnaval en demasía acaba penalizando.
La lluvia no es únicamente agua que entristece los encantos.

Noria

22 enero 2008

No olvido que la vida son momentos. Y de esa manera mido mi tiempo en ella.
No miro si he estado pletórica una semana y con esa me quedo, ni si he reído durante cinco meses y he llorado luego tres días seguidos.
Es absurdo. Generalizar es absurdo. E incluso irrespetuoso.
De la misma manera que no se puede llegar a la felicidad completa, tampoco se puede llegar a la destrucción total a causa de la tristeza.
Por mucho que la abracen algunos, tampoco ocupa todo el ser.
¿O acaso nunca habéis llorado y reído a la vez?

Gracias

Pandora

19 enero 2008

Quién eres tú, pequeño trozo de mármol insignificante, para pensar en lo que el resto especule o ansíe. Si no sabes ni qué anhelas tú.
Si la ilusión no está en tu mente de manera inquebrantable porque la olvidaste por dios sabe qué.
Que te robaran la sombra no es culpa de la inocencia que te rodea todavía.
No hay faroles que te alumbren por vergüenza.
A veces no se puede explicar nada.
El escondite aparece y allí te anclas intentando que otro tren pase para verte sonreír por momentos.
Mientras tus entrañas te matan cada noche y te vuelves homicida de tu propio pensamiento.
Nadie desea algo así. Pero los deseos son solamente sueños que casi nunca llegan.
Por eso, sigo deseando no volverme a encontrar conmigo, y así tragar saliva sin ese nudo que ata.

Cumpleaño

16 enero 2008

Tal día como ayer dejé escrita la primera entrada del blog.
Quería hacer algo distinto, una especie de recorrido por todo lo plasmado. Pero el caso es que me faltan ganas.
Llevo días dejando palabras por distintas páginas que no quiero colgar por no escuchar luego repetidamente un ¿estás bien?
Por eso no puedo hablar de felicitaciones.
La verdad, el nombre de robando luz siempre me gustó, aunque a veces pensé que no tenía sentido por lo que escribía.
Acabé entendiendo que necesito ser una ladronzuela para poder convertir todo en risa.
Por eso doy las gracias a todos los que hacéis posible esto: mi risa. La que parece imposible cuando no quiero reflejarme en el espejo.
Cuando me veo sucia y vacía al palpitar tan fuerte que parece que vaya a desaparecer.
Y también, por suerte, la que no hacéis que se largue cuando tengo un día envidiable.

Lo dicho, gracias. A todos los que habéis aparecido por aquí y seguís estando en mi mente y alma aunque no sigáis asomándoos.
Os adoro igual.



Busco me - Bebe

Telediario

13 enero 2008

Qué se pretende con tanta agua, si algunos no saben qué es nadar.
Con afán de querer pintar lo que ya no cambia de color.
No entenderé entre tanto círculo que aparenta ser recto.
Los cinco sentidos confundidos.
Y el sexto, a flor de piel.

A veces quiero volar lejos sin que nadie me reconozca.
Pero por más alto que llegue la caída puede ser aún peor.

¿Ahora las elecciones deben ser también revisadas por los otros?
¿No basta con los credenciales de posesión?

Hace un tiempo que decidí regalar las suposiciones y las respuestas cortas para calmar al alma.



Coconut skins - Damien Rice

9+1

10 enero 2008

Reconocer que los suspiros eran inexistentes es querer mentir por la vergüenza y el miedo.
El invento del calendario, a pesar de todo, me sobra. Al igual que algunos de mis olvidos: para lo ajeno exageradamente enormes y, para mí, irrisoriamente ínfimos.
Sin disfraces, que quise quemarlos aquella noche de invierno cuando decidí declarar intenciones de esta misma manera.
No tener en cuenta mis despropósitos, sino la regresión final a ellos desde el hoy salpicando azules.
Todas las canciones son telón que no tiñe de sombra.
A pesar de mis no saber dar racionalmente al momento. Todo llega.
Si es que todo aquí revienta….
Y no hay creaciones físicas para saber transmitir lo que no se puede.
Simplemente por eso: porque no se puede.
Con intención de seguir envolviendo noches para colgarlas en lo más alto.
Para no olvidar. Porque, ahora mismo, no se puede. Ni se quiere.
¿Qué son 154 amaneceres?
Bah…
Hoy. Siempre hoy.

El sitio de mi recreo

Hoy tengo los ojos más rasgados por los destellos que encontré en tu rostro asustado.

Felices fiestas a todos.

Días prestados

Peleando a la contra - Quique González

No era capaz de abrir los ojos
bajé la gran via vacía
calculé que como poco
ya llevaba un par de días sin dormir

Como si me hubiera pasado un tren por encima
como si me hubieran dado una paliza
no paren el combate todavía
y cuenten hasta diez

Dicen que al final me salvaré...
Nunca hay demasiado que perder, y tú lo sabes bien...

Días prestados como las canciones, las imágenes y los puntos suspensivos.
¿El sueño es una enfermedad grave?

Jónico

Felices fiestas.
La primera vez que el 7 me falla.
Joder...
Todo lo demás sobra.
Sólo veo repeticiones.
Y preguntas, y frases sin sentido de la gente, que a veces no se pueden agradecer.
Afonía e incredulidad.
La fe la voy perdiendo por momentos.
No quiero despertar a partir de la una de la mañana.
Ya pasará. Todo pasa.
Pero las ojeras permanecerán para siempre.
¿No podremos descansar nunca por un tiempo?
Gracias, de corazón.

1,2,3

Hasta que te encontré, solía tener mucho cuidado.
Ahora sólo te reescribo en páginas tachadas por el paso del calendario.

Y parece que eso, no te importe en absoluto.

Ensimismado en los quehaceres donde ni un resquicio de mí aparece.
Desdibujando mi parte menos pura a pesar de que fuiste tú quien dio el paso de darle color.

Y parece que eso, no te importe en absoluto.

Durmiendo entre amasijos de hierro forjado en mi reciente espalda arañada.
Abriendo los ojos ante extraños amaneceres que no quiero que sean publicados en mi memoria.

Pero todo eso, a ti, no te importa en absoluto.

Y es que por más que te mande al infierno, siempre olvido que fue de allí de donde viniste.
Y yo, con alma todavía angelical, sigo intentando cambiar el orden del tiempo para repetirte en mi cama todas las noches.

Dejando de lado, otra estúpida vez, que toda esta patética repetición, a ti, no te importa.

Marlango - Pequeño Vals

Takiniwini

Nunca dije que no quise a esta persona.
Ni dije que la quería. No es una costumbre. No nos enseñaron a decirlo ni a demostrarlo.
Si alguna vez se nos pasara por la cabeza hacerlo, la vergüenza nos frenaría. Parece una ofensa el pensar que podemos decir lo que se siente cuando es algo placentero y puede realzar la autoestima.
Eso sí nos lo enseñaron.
Usamos lo que nos enseñaron y lo que no como nos viene en gana para calmar la conciencia.
El caso es que preferimos mandarnos a la mierda con una sonrisa en la cara.
Lo que es una certeza, también, es que las palabras no lo son todo.
Antes de decir te quiero de manera prefabricada, prefiero verte los fines de semana que toca para convertilos en carnaval.
Y yo sigo feliz al ver que me recibes iluminado.
Y diciéndome imbécil como bienvenida.
Inventando frases sin sentido.
Y atrasando los relojes.
Felicidades.

Carlos Chaouen - Horizonte de sucesos

Que no, que no era la entrada que llevo días pensando y que no sale.
Pero ya sabéis que a mí, el Chaouen... Me tira. Me tira y mucho. Por muchas cosas.
Que me entra no sé qué, que qué se yo por el cuerpo cuando lo escucho y lo veo en directo.
Llevaba días pensando que estaba a punto de sacar algo, pero la dejadez y el despiste fueron inventados por la menda.
El caso es que sacó ya algo. El 17 de este mes salió Horizonte de sucesos.
Me enteré, también, que tiene myspace. Os lo dejo linkando la imagen, para que escuchéis los temitas que hay.
Todavía no hay una agenda de conciertos en condiciones. Ni el disco creo que haya llegado a todos los puntos de venta. El caso es que desconfío tanto como él o más en una distribución temprana.
En fin, que le tengo ganas, leches.

Es la región del espacio-tiempo alrededor del agujero negro de la que nada puede escapar ni enviar información al exterior. En el caso de un agujero negro no rotante su tamaño es directamente proporcional a la masa del agujero negro.

Frontera de agujero negro. Límite a partir del cual no es posible escapar al infinito.
Así lo presenta, junto a Fuera del cielo.

Amélie

Según el día tengo la frustrante sensación de convertir en un a la persona que conocí el día anterior.
La veo dibujando nubes violetas en un cielo suave anaranjado, de esos que no dañan la vista. Andando de una manera que parece flotar, como si no hubiera nacido con la intención de dar pasos firmes. Mira con ojos de no haber visto nunca nada, de no saber qué es el resto que le envuelve, con ojos de inventar lo demás que no gusta por ser de un tono oscuro. Inventa y reinventa, sin nudos en la garganta ni agujas que atraviesan el centro.
La veo en lugares donde estuve o quisiera estar, me ríe las gracias y lo planto en fiestas que invento con la banda sonora que me da la gana.
Acabo imaginando tanto tanto, que después de haberme vencido el sueño despierto sin echar de menos a nadie, puesto que esa carencia desaparece por tanta concentración de fotograma pseudobiográfico irisado.
Y me veo ahí, llevando la cámara, sintiéndome un poco como la tipa aquélla que pensaba en cambiar la vida del resto haciendo feliz a la gente, mientras no se fijaba en el único cepillo de dientes que tenía postrado en el mármol del cuarto de baño.
Intentando que no vuelva todo al azul contaminado de los lunes por la mañana.
Por suerte, siempre quedarán historias que inventar y cuentos que rebobinar.

Caribbean Blue - Enya

Sólo

No sé qué entiendes por huir deprisa, cuando lo único que haces es volver al mismo lugar del encuentro, ese que marcan los gatos sucios que se revuelcan por el cubo de tu basura.
Recuerdas el insólito café que te hizo hace dos semanas y media, con la rosa marchitada de olor a frigorífico que te compró horas antes.
Entonces, consoladamente entonces, llega el: Sólo quiero que sea distinto, no sé, lo veo distinto.
Mientras lo único que hace es darte los buenos días y marcharse hasta medianoche, dejando la cena que hiciste especialmente para él, intacta en el plato.
Noche especial, pensaste, de nuevo, mientras tus propios pensamientos se te atragantan y son la comida del hoy.
Te vistes de besos que revientan por dentro, de las caricias, de los infinitos mañana te llamo y los embriagados te quieros de las tres y cuarenta y dos de la mañana.
Entonces, triste y únicamente entonces, te paras y llegan los: Yo sólo quiero volver a salir del cascarón, no sé, que no aparezca, para que nunca más reconozca el miedo y el dolor.

Pero, sólo, hasta medianoche.

The Scientist - Coldplay

Ojeras

Sabes de mi alergia a los cánticos en las mañanas mojadas,
a la risa oscura ante imagen clara pintada,
al desorden de palabras pensadas y no plasmadas,
al mal orden de lo plasmado cuando empeora lo desordenado,
al caminar la antigua calle con lo nuevo tan pronto postrado,
a los ojos quebrados por llanto con fondo empedrado,
a tus ojos marrón oscuro que provoca la fortuna desafortunada.
A pintarte todas las noches mientras mi almohada acaba empapada.

Vislumbrando la estrella fugaz

Apenas escuché a Love of Lesbian, no voy a mentir, pero a Zahara sí y por ella conocí esta canción.
Hoy la volví a escuchar a través de este directo.
Habrá que conocer a estos chicos.



Santi Balmes (Love of Lesbian) y Zahara - Domingo Astromántico

Distorsión

¿Qué? ¿No lo entendéis?
Algunas personas sí.
Lo dulce también se convierte en amargo.
Pero lo amargo no puede convertirse en dulce totalmente.

24

No se debe sobrevivir a base de buzones vacíos.
Ni echarse a llorar si tus días marcados no coinciden con su calendario.
No hay bufandas que te quiten el frío por su risa. Que no. Que todo eso, es mentira.
Ni preguntarte siempre porqué acaba el revuelo de mariposas en tu estómago al escuchar la voz entrecortada con ruido de vasos rotos.
Tu todo a cambio de nada tiene que acabar en la hoguera.
Aunque la tinta que escribe bajo tu relieve todavía siga fluyendo entre fotografías caducadas.
¿Cuándo demonios vas a dejar que amanezca?


Ángeles - Marwan

¿Quién tiene la luz?

El ascenso al cielo, desde el infierno de la tierra.
Así se ve. El rojo del averno, las llamas, contra lo celestial blanquecino y azul pastel.
No soy muy devota, a pesar de mi estancia en el pueblo por las fiestas de la patrona.
Eso no quita que me guste visitar las iglesias, aunque odie la Iglesia. Por su decadencia al jugar de mala manera con tanta fe derramada por el mundo.
El cuadro me llamó siempre la atención.
Constantemente estamos entre el bien y el mal, a pesar de que no haya Bien y Mal.
Si se intentó hacer algún tipo de lista universal sobre lo que está bien y está mal, hubo mucha sangre derramada.
Te pego una hostia porque has hecho mal esto. Te doy un beso por pegar a ese cabrón que me intentó robar el bolso.
A lo mejor nadie debería tener la mano tan suelta cuando el otro hace mal, puede que le hayamos enseñado mal algo en concreto. Luego, todo el mundo usa la violencia de manera justificada y tan contentos y tranquilos.
A lo mejor el ladrón es un desamparado que no encuentra nada de comer para no morir de inanición, y no quiere robar para drogarse debajo del puente, cerca de su antigua casa.
Como si el hecho de dar un guantazo cambiara el daño hecho.
Tanto bien y mal, yin y yan.
Tanta moral presente que se olvida minuto a minuto.
No se puede perder el tiempo siempre en cuestionar a la humanidad, cuando todos tenemos una parte de miserable dentro.
La diferencia entre el bueno y el malo es que el bueno la esconde, y el malo se expresa con ella.
¿Dónde está lo que nos separa?

Horas

Hasta los muertos se equivocan. Siguen enclaustrados en un mundo irreal donde no tiene sentido estar. Donde cuando son las dos y trece minutos, curiosamente en su reloj biológico, son las tres de la mañana. ¿Hora extraterrenal?
No fue lo último que leí anoche, si no lo que no me dejaba seguir leyendo.
Cuántos paraguas hacen falta para que no te empañe la vista una única gota de agua.
Las vueltas al jazmín que dicen mucho a las diez y cuarenta minutos de la noche, acabando con el olor de cama recién deshecha a las cuatro y seis minutos, al lado del solsticio y del cuento inventado.
Danzando y moviéndose al son de lo que es parecido. Con palabras de menos y hechos de más. Conjeturas del echo de menos a las doce y cuarto, después de apagar la luz y de seguir encendidos.
¿Acaso nadie necesita ser escuchado mientras le estremecen acariciando la nuca?


Óleo de mujer con sombrero - Silvio Rodriguez

Jazmín

No acabé la historia del señor X. Llegará, algún día.
No siempre se acaba lo que se empieza de manera rápida.
Es más, a veces ni se acaba. O requiere que lo empezado sea vuelto a empezar.
Lo mismo que cuando escribes. Escribes y parece que hayas escrito una nueva maravilla más en el mundo.
Luego lo dejas para el día siguiente. Lo lees. Lo relees. Y te das cuenta de que es una puñetera mierda.
Mejor lo que salga lo dejas plasmado. Y si acostumbras a dejarlo público, déjalo. Puede que haya algún comentario, e incluso puede que, si lo hay, sea favorable.
Por eso, con esta entrada no espero otra cosa que lo que espero con el resto: no esperar nada.
O quizá sí, que me digáis que lo pase bien por el sur, que me voy el sábado.
Voy a reencontrarme y a encontrar.
Pasear, dormir, reír, llorar, sentir y oler.
Nos vemos a la vuelta.
Sed felices. Incluso los infelices.

Who I am

Yo conmigo,
Tú sin mí.
Ahora yo sin mí,
y el mí contigo.
Tú a saber con quién,
Y yo buscándome en el camino.
Todo parece al revés,
pero todo en el mismo hilo.


Cigarettes - Russian Red

Te vi bailar bajo la lluvia

Algunas llamadas de madrugada no sientan bien.
Asustan, más que nada. Y sólo consiguen que la rabia contenida salga en ese momento.
Quizá, con la persona equivocada.
Ella se lo buscó...

Llegué algo destemplada del pueblo empedrado. Precioso, por cierto.
La compañía muy grata. Me reencontré con el todo y encontré principios de ello.
Las agujetas se olvidaron... Me gusta andar, sí, pero no trepar por montañas ni tirarme de culo por cuestas empinadas, mamones.
Los bailes, la luna y la lluvia sirvieron para llevarme más lejos todavía.
Las conversaciones que al principio se creían pendientes desaparecieron allí.
Es esto lo que resume todo lo que nos queda.
Heidi, nos vemos.
Sea aquí o allí. Esto es lo de menos.

Ahora sí: Emma

Emma nació cuando decidió salir, el 12 de agosto a las 13.10 horas. La mamá iba solamente a hacerse la última revisión pertinente, pero escucharon que Emma estaba algo alterada, con demasiadas palpitaciones seguidas. Emma, como ya demostraba desde hace unos meses, es algo jugotena y nerviosa, como su santo padre, y dando alguna de esas patadas o bailando o haciendo dios sabe qué, se le enroscó el cordón umbilical por el cuello y no la dejaba respirar del todo bien...
Ante esto, hicieron rápidamente una cesarea a mi cuñada. Todo duró un cuarto de hora escasamente.
Cuando llegamos al hospital esa pitufilla ya estaba en el mundo real. Una comadrona francesa muy simpática y cariñosa nos dejó verla.
Tiene las uñas más largas del mundo, una nariz que parece le ha dejado de herencia la madre, unas orejas algo sobresalientes que se pusieron en su sitio a lo largo del día, un cuerpecillo encogido y desorientado y unos ojos hinchados que el poco tiempo que los abre (nunca los dos a la vez, al menos en el tiempo que estuve ayer) se ven marrones.
Hubo más comentarios parecidos a: menos mal que no se parece a Bruja cuando nació, que esos de: se parece al papá o a la mamá.
Lo que está claro es que, si no se parece a su tía en el aspecto físico, al menos sí se parece en la mala leche, porque no nació en ningún día de los señalados por los presentes. Ah, ¿no sabéis la historia? El padre hizo una porra para ver quién acertaba el día que su hija nacía. El premio no sabe ni él cuál era. Pero el caso es que, fuera el que fuera, Emma no quería dárnoslo. Y nació uno de los dos días que no estaban marcados por ninguno…
Esa sí que sabe.
Así que, la mamá muy emocionada, el papá muy contento, los abuelos y bisabuelos con la baba por el subsuelo y los titos encantados.
Por ahora, esto es todo. Algunos días más en el hospital con el deporte de fondo, y listos.
Sólo me queda decir:
Emma, bienvenida al mundo.


My eyes - Travis

Reflejo

Toda poesía guarda alguna intención deshonesta.
Las íes en forma de corazón son para ignorantes soñadores.
Las íes con acento circunflejo son para imbéciles catastrofistas.
Alguien que no dice gracias al ser recibido con brazos abiertos no es recomendable.
La huída puede ser la mejor opción.
El ajedrez no estará solo por mucho tiempo.
Los dardos en el costado acaban desincrustándose.
Quién tiene la culpa de que al robarte un beso te reviente el corazón.
Nadie.
Sólo hay que convivir con lo inevitable.
Sólo hay que saber convivir con uno mismo.

Carpe diem


Al pasar la estrella fugaz mi única preocupación fue pintarte de fondo.
Lo malo es que fui la única que creyó ver esa estrella.
¿Un último baile? ¿Una última pieza? ¿Una nueva letra para corazones solitarios?
Todo olía a final.
Eso no quiere decir que se acabe con todo lo dibujado.
Antony and Johnsons - Hope There's Someone

Por mucho tiempo más. Y adelantándome.
Con ganas de reír de todo esto. Más.

Análisis

Anoche soñé que mi sobrina era una estrella de mar, eso, o algo parecido a un bistec de ternera crudo, y sazonado. Que la cuidaba manteniéndola en una mano y le daba de comer para luego depositarla encima de la mesa, donde todos estábamos dispuestos a cenar y, yo, estaba dispuesta a comerla a ella, porque se me aguaba la boca. Y que era 17 de agosto, y había perdido una apuesta.
Me despertaba, no sé si por lo malo del sueño o por su final en sí, y escuchaba ruido en la escalera. Oía algo parecido a: Me cago en mi puta madre, que no me levanta la voz ni ella. Luego acababa con algo semejante a un aullido y, seguidamente, se oía un chocar de botellas. Deduje que eran mis queridos vecinos del segundo tercera y la parienta del presidente de la escalera con el propio.
Al caer de nuevo en manos de Morfeo, paseaba por mi cabeza: Joder, qué mal huele la primera planta, parece que haya un muerto en el piso del señor X. Y decía, también, que no me daba tanto miedo que hubiera un muerto en la escalera, sino que fueran personas vivas las que estuvieran en ese piso conviviendo con algún fiambre.
Y apareció luego, en una calle cerca de casa, un tipo corpulento con barbita y gorra, que se creía dueño de mí y me besaba sin parar. Y cogía el móvil porque le llamaba la persona en la que yo estaba pensando en ese momento. Y me miraba porque sabía que ese ser me importaba más que él, y jugaba conmigo al escondite con el teléfono como si jugara con mi propia vida y le gustara. Me repetía lo mal que estaba el que quería que fuera mi ángel de la guarda y me hacía ver (el señor corpulento que se creía dueño de mí) que no lo iba ayudar en absoluto, puesto que sólo repetía y no calmaba los ánimos. Y no me dejaba hablar a mí, porque sabía que me perdería para siempre.
Finalmente me despertó el gallo que tengo como buenos días y me dio un vuelco el corazón.
Sólo sonrío al recordar lo mucho que duermo y lo mal que descanso.
Ahora sabéis porqué ¿no?

Vincent - Tim Burton



En inglés está mucho mejor, pero los subtítulos en castellano dan pena.
O sea que, mejor poner el corto ya traducido.

100 (...)

Me di cuenta de que llevo publicadas, que no escritas, cien entradas.
Con algo de trampa, porque no todo es escrito, también es plasmado en fotos, o hablado con canciones, dibujos... Sea como sea, me alegra. Y quiero agradecerlo a los que entráis por aquí, dejando huella física o no.
Sé que este lugar es tanto de risas como de algún paseo atragantado. Por eso, doy las gracias más alto, porque muestra la vida de la bruja en sí.
Y aquí estáis, tanto tú, como él, como ella, como el vecino del quinto o la persona anónima.
Y apareces tú, con tus canciones, con tus frases, o aquél, con sus imágenes, sus huellas, su sonrisa, su tristeza o su disfraz de domingo.
Gritando, riendo desde dentro, llorando, enhebrando restos... Todo esto y mucho más.
Las funciones continúan. Y esta no va a ser menos.
Hoy es lunes como si de viernes se tratara. Surrealista por las pinceladas de sur en el alma. Vitalista. Todo huele bien.
Dejando de lado, por momentos, la persona postrada en cama; la que está arriba y con la que sueño de vez en cuando que aquí está; la ausencia por el orgullo; los momentos que parecieron en su día perdidos.
Que se atreva todo a salir. Que hoy me levanté con ganas de recibir con un guiño de ojos.

¡Ja!

¿No hay nadie que dé la cara?
Tanto, tanto, tanto…
Para un nada como lo infinito.
Nunca hay demasiado que perder y tú lo sabes bien.
Ojeras algo plantadas entre las pupilas ensombrecidas.
Y río, río, río, río…
Con razón. Y con gusto.
No como antes.
Capa dura.

Otro día en el mundo - Vetusta Morla



Esta versión, no la otra digamos... oficial.
Espero no aborrecerla gracias a los 40 principales, emisora casi oficial en el lugar de trabajo.
Por suerte, no la ponen tanto como al ricitos.
Sea lo que sea, no dejo de tararearla.

2002/2007

Que escuchemos los dos la misma canción sin queja no me dice nada nuevo sobre ti, ni me alegra ni me entristece, sólo me disfraza una sonrisa y un pensar que si será cierto tu acierto ante mi gran gusto musical.
Que me sigas mirando después de tanto tiempo como si fuera lo último que quisieras hacer en esta vida, ya, no me sorprende.
Que nos encontremos lejos a pesar de querer lo contrario las noches salpicadas por lluvia en el cristal del subconsciente no me cuenta nada, sólo me recuerda que lo único que queda desde que naces son las pulsiones.
Que te largues sin despedida a las cuatro de la mañana después de haberme arropado la espalda sólo me resume, finalmente, que no eras un plato agradable.
Que la línea de manjar a escoria es muy fina.
Y que las dudas siempre asaltan, pero para aniquilarlas sólo hay que recordar lo sobrevivido.

Abrazos

Venga, levántate otra vez.
No siempre es invierno en las noches frías.
No pienses que hay tanto por hacer.
Todo está hecho menos la luz del día.
El bosque estará harto de dolor.
Si no pintas de magia las palabras prohibidas.
Deja a la risa aterrizar.
Volar es mejor con las alas prendidas.

Para el duende

Se ve bien ¿no?

Como regalo, aunque más bien sea para mí, os muestro a Emma.

¿Qué? ¿No la veis?
El otro día hablé con ella.
Me respondió con un golpe.
Creo que nos llevaremos bien.

Punto final

Convertir en perfecta una canción por una precisa visita.
Salir a la calle mientras diluvia y sólo estás tú o bien que acompañe un sol que invite a la luna.
Dormirse de pie por aguantar hasta el final cuando hay duendes que regalan corazones.
Recitar cartas pasadas que te hacen sonreír porque nunca se olvidará el cariño a pesar de los malos momentos.
No parar de escribir aunque se piense que no vale la pena la muestra.
Soñar despierta y ver que todo puede ser, incluso lo que no ha podido ser jamás.
Robar sonrisas a los que se creen sombras.
Sorprenderte, todavía, de que los días no acaban como empiezan.
Que de colores está plagado el mundo,
de estrellas incluso el amanecer.



Olor a mandarinas - Zahara

La historia interminable

Las tragicomedias visitan. ¡Y tanto que visitan!
Con ganas de mandar a la mierda.
Simplemente eso.
Menos mal que los momentos son solamente momentos.
Y que, no sé si siendo bueno o no, trago demasiada saliva.
Vivan las risas en los momentos tensos.
Nunca el vaso estará medio vacío.
Haré de la lluvia mi aliada.
Y si no, tiempo al tiempo.
Y sí.
Esta vez, estoy sentenciando.
Que ardan los sombreros mojados.


Zafar - La Vela Puerca

Odio

Al diablo con los disparos a la espalda con antifaz de misericordia.
Qué divinidad crees ser tú, títere sin cabeza, para antojársete un camino de almas de las que no sabes ni el color de su pensamiento.
¿Acaso tienes algún poder extraordinario para mover los hilos del resto de la humanidad?
Tanta pedantería acabará haciendo que llamen a tu puerta para devolverte al abismo, para que te regalen el castigo eterno, ignorante vanagloriado.
Para no salir jamás y dejar a los iluminados ser tratados como tal en el parnaso.
Dime, nato burlón ¿quién ríe ahora?

En blanco

Si tengo que pensar en algo, prefiero que sea en canciones.
Footsteps - Pearl Jam

Volviendo

Me he sido infiel abriéndole la puerta a lo irremediable.
Cerré los ojos y me dejé llevar.
Ahora estoy postrada en un lecho que no sé si es mío.
Amarrada con correas que no desaparecen porque hay sombras que me lo impiden.
Es igual que las luces de neón te digan que no, que no tiene que ver contigo.
Me remito al hecho de que las fuerzas también desvanecen si continuamente les retan al escondite.
Es ahora cuando ha dado el paso la respuesta concreta.
La que duele tanto. La que está en lo más profundo pero no quieres decir porque daña.
Es ahora, y no antes, cuando lo pensado al pie de la letra sale.
Como escudo y como arma de doble filo.
Desde hace unas lunas no sé quién se encuentra encima de mi cama.
Esta vez las sensaciones se han largado por donde vinieron.
Porque, por suerte, todavía sé discernir entre cuándo sabía de su existencia, y cuándo no.

No son horas - Andrés Calamaro

La no inspiración

Dudo si alguna vez he estado inspirada a la hora de escribir. Me limito a decir que no paro de hacerlo aunque no lo deje plasmado para que sea público.
Me canso de ver siempre un en el momento de ver unas líneas acabadas. Siempre todo es igual a mis ojos y creo que para el resto también.

A veces se tiene la sensación de que se está obligado a seguir escribiendo, sin darnos cuenta de que la obligación es obra nuestra, porque así lo hemos querido y hemos acostumbrado a los demás.
Pero sucede, también, dentro del extraño orgullo que te visita cuando te echan en cara eso del abandono de las páginas, que si ves que todo lo que sale es un canto al odio de los sentidos, te frena. Quieres un cambio. Un avanzar, quizá.

Una vez me etiquetaron de romántica (acompañado de algo más que no recuerdo, si lo lee esa persona que lo repita). Romántica en plan poético, no de esas que ponen velitas e incienso en sus encuentros amorosos, que llora por todo y nada, y demás menesteres varios. Leches, que una es una bruja y no sabe qué es eso.
En fin, romántica, resumidamente, por cantar abiertamente al cortarse las venas a la hora de ver lo patético y/o lo malvado de las situaciones y personas.
Fue bonito. Sí. Aunque no sé qué romanticismo es peor. Al fin y al cabo, creo conocer a muchos de esos. Y esa tontería, en parte, consuela. Te hace ver que estás menos solo, vomitando mierda conjunta y luego riendo.
El caso es que estoy en una fase en la que mi romanticismo está en pleno apogeo. Sí. Muy seguidamente.
Puede que sea la primavera. La jalea real ayuda a prevenir los resfriados por el cambio de estación pero no cura el romanticismo.
Esto no para y algún día reventará. Mientras tanto, así, al menos he explicado el porqué de mi no escribir aquí de la manera que lo hacía en un principio.

Lo mismo cansa. Y las preguntas sobre el estado de ánimo de después acaban no teniendo sentido cuando ya se ha sido vomitado todo lo indeseable.
Ni se está completamente bien, ni se está jodidamente mal siempre.
Por ello, tiempo al tiempo. Pueden ser días o semanas. Nunca se sabe.
Defecar las mismas miserias no es bueno ni para mí ni para quien lee.
Aunque esto va así, a lo mejor dentro de cinco minutos me salen las palabras más preciosas del mundo, haciendo olvidar la parte oscura del presente de cada uno.
Hasta entonces, nos seguimos viendo.

Anj

Creonte
- Y, así y todo, ¿te atreviste a pasar por encima de la ley?

Antígona

- No era Zeus quien me la había decretado, ni Dike, compañera de los dioses subterráneos, perfiló nunca entre los hombres leyes de este tipo. Y no creía yo que tus decretos tuvieran tanta fuerza como para permitir que sólo un hombre pueda saltar por encima de las leyes no escritas, inmutables, de los dioses: su vigencia no es de hoy ni de ayer, sino de siempre, y nadie sabe cuándo fue que aparecieron.
No iba yo a atraerme el castigo de los dioses por temor a lo que pudiera pensar alguien: ya veía, ya, mi muerte –y ¿cómo no?—, aunque tú no hubieses decretado nada; y, si muero antes de tiempo, yo digo que es ganancia: quien, como yo, entre tantos males vive, ¿no sale acaso ganando con su muerte? Y así, no es, no desgracia, para mí, tener este destino; y en cambio, si el cadáver de un hijo de mi madre estuviera insepulto y yo lo aguantara, entonces, eso sí me sería doloroso; lo otro, en cambio, no me es doloroso: puede que a ti te parezca que obré como una loca, pero, poco más o menos, es a un loco a quien doy cuenta de mi locura.

Si de algo me sirvió estudiar griego, fue para conocer a esta heroína. Existiera o no, me cautivó.
En cualquier lugar hay un Creonte.
En cualquier esquina, en cualquier río, en cualquier cama.
Pero por suerte, también, hay muchas Antígonas.
Brindar la muerte a día de hoy no es nada fácil.
El ser humano es egoísta. Pero no imbécil.
No moriríamos a cualquier precio.Yo tampoco.
Por mucha pena que sienta a veces del mal ajeno. Aunque, a la vez, muera por dentro en según qué ocasiones.

Lo que sí tengo claro es por quiénes no dudaría en dar un salto al final del camino.
Va por ellos tres.
Porque son los que siempre me dan la luz cuando todo se me oscurece.
Porque, realmente, ellos me dieron a luz regalándome todo.
Y mucho más.

Para leer esta tragedia griega, sólo tenéis que pulsar el nombre de Sófocles.

Noche

Desbordarte con anhelos que creías desarticulados.
Hundidos por el desprecio del paso del tiempo.
Rozar cada una de tus pestañas haciéndote sentir centro.
Resucitarte tras tu aniquilación producida por tanto ego desencajado.
Vestirte de blanco para luego arrancarte el alma a mordiscos.
Pintarte, cielo, color noche estrellada.
Para caer rendida en quimera.
Nuevamente.
O como siempre.

Luz

Ayer tuve otro encuentro con las compras. Y no un encuentro sin importancia, que no buscas nada en concreto y te llevas a casa algo que te da igual no ponerte y que se pudra en el armario. Esta vez era más serio. Tengo dos bodas. Perdón: tengo dos puñeteras bodas.
Y tenía miedo. Porque como ya algunos bien saben, me pone nerviosa enfrentarme a las tiendas.
Pero por suerte, acabé mi hazaña como una campeona en compañía de La Carmela en la primera y última tienda que visitamos.
La buena dependienta, con un acento sospechosamente castellano cerrado muy semejante al tono que se usa en el catalán de Lleida, me dijo que qué buscaba.
Yo fui clara. Que yo, otra cosa no, pero clara... tampoco.
Vi un vestido en el escaparate de color amarillito claro, con un toque griego, y le dije:
- Hola buenas. Quería un vestido de boda. Porque tengo una boda. Bueno, tengo dos bodas. Y quiero un vestido sencillo. Como el del escaparate. Ese amarillo. Pero no en amarillo. En otro color. Y no largo. Y...
Entonces, abrió la boca la buena mujer de nuevo, por fin. No sé qué dijo, pero empezó a avasallarme con vestidos. Muchos vestidos. Muy bonitos algunos, otros parecidos a antiguas reliquias. Pero, el dato que a mí me incomodaba: muchos. Y yo no podía procesar tanta información. Fui apartando en mi mente, muy cuidadosamente y como podía, los vestidos con los que me vería bien.
Y así fue. Me probé unos... Siete. Con flores estampadas de color negro, blanco y fucsia, en rojo, en negro, en color crema. Con talle griego, con escote de palabra de honor (que me gustaría me explicaseis porqué se llama así), con algo de escote más pronunciado. Con acabados en punta, rectos, con forma de globito (algunos con forma del Señor Globo, el más grande de todos).
En fin, mucha variedad.
El primero me quedaba fatal, no me gustaba. El segundo fue del que me enamoré. Más bien todas nos enamoramos: la dependienta, La Carmela y yo. Sencillo: en negro, como quería, con tirante ni muy fino ni muy ancho, con escote no muy pronunciado que realza la pechonalidad, entalladito a la espalda y la cintura, y acabado en pequeño y ligerísimo globo, con una puntada a un lado de la zona inferior que creaba una extraña forma. Ah, y con lazo, duende, con lazo. Discreto, cómo no.
En fin, que ese fue el primero que ya dejé aparte. Luego me probé el resto. Hay algunos que no deberían existir. Necesitan un libro de instrucciones para ponértelo. Bueno, para ponértelo bien. Y yo, un vestido que me desafíe y me haga creer que soy imbécil por mi no saber hacérmelo mío, qué queréis que os diga: que le den por el mismísimo. O sea que, descartado.
Hubo más, pero sólo recuerdo dos. Uno de globísimo. Horroroso. Y otro rojo. Muy bonito. Palabra de honor. Ceñido. Ahí estaba el problema: ceñido. Para gente excesivamente delgada. Delgada de cintura y cadera pero con pecho. Ya me dirás si encuentras a alguien así que no haya pasado por Corporación Dermoestética.
En fin, que me lo puse y me analicé, mientras La Carmela decía: etá bonito pero ezo te quea un poco pegao ¿no? Y yo pensaba lo mismo. La dependienta, al ver mi cara con su correspondiente ceja arqueada reflejándose en el espejo, me dijo que había una talla más.
No quise seguir su juego y me quedé con el negro. El segundo. El campeón.
Me llevé también un fular blanco muy elegante y romántico y una torerita negra con transparencia, por si hacía algo de fresquito. Cosa que en mí, es algo habitual. Da igual la época del año.
Que por cierto, La Carmela también habló del tiempo allí. En esas tiendas donde te disfrazan para un día siempre sale el tema. La boda é' en mayo, la otra en 'hunio, pero man disho que hará freco allí. Azí que, éta é mu friolera. Que ze lleve una shaquetita también de repueto. ¿Vendéi shaqueta?
Yo dije que ya tenía una.
Además, la buena mujer no nos sacó más variedad de vestimenta. Es igual que las bodas sean en mayo, junio, agosto o diciembre. Esa ropa siempre está diseñada para que acabes pasando frío.
Total, que yo ya me largué contenta a casa con mi súper modelito.
Os dejo una foto donde se intuye algo cómo es. Si no la veis, ya lo veréis en fotos más adelante.

Ah, por cierto.
De vuelta a casa estuvimos en una tienda donde poder malcriar a recién nacidos, haciendo que los padres pierdan la cabeza a la hora de guardar ropa que acaba desperdiciándose a los dos días.
Allí vi unos calcetines de vaca. Que tenían que ir a la fuerza con alguna prenda más.
Entonces compré un vestido tejano con un estampado de animalitos y flores varias, con gorrito y chanclas a juego. Me dieron igual las chanclas.
Me da igual que mi futura sobrina se tenga que poner las chanclas con sus calcetines de vaca. A los mayores les quedan mal, pero a los bebés les quedan graciosos. Eso se dice ¿no?
Y si no se los pone, ya me los pondré yo. Que seguro que me están bien.
Ah, ¿que no os dije que va a ser una Emma? Pues sí. Así me lo hizo saber su padre cuando se dejó ver.
Así que, sólo quedará alejarla de la niña de El exorcista. Su prima. Bueno no, mi prima. Bueno no, la hija de mi prima. Coño, ya empezamos con los primos segundos y mierdas de esas. Fuera...
En resumen, que no se acerque, no vaya a ser que le pegue los malos modales.
Me dejé la noticia para el final para que no pensarais que estaba deseando decirlo.
Pero qué coño. Es cierto.
Estoy pletórica.

El cobarde valiente

Cirios ambulando entre calles desiertas, creídos dueños de todo, todos y lo eterno.
Fantasmas de luto expatriados de la lujuria de los días. La lúgubre infamia de los propósitos convertidos en despropósitos asoma.
Todo es normal. Más engaño a la conciencia y más verdad a los intereses a corto plazo.
Hazte daño, llora. Mientras más demuestres más saciada la voluntad.
Supuestas bestias salvajes convertidas en borregos, camino a la luz para seguir escondido el mal recuerdo.
Sin intención de luchar en batalla y reconstruir los desperfectos. Cerrar los ojos y esperar nuevos encuentros.
Con respuestas para todo el mal que tiene el ajeno.
Soldaditos de papel con alma de acero.

7

Nacida entre manto de brillo azul, envuelta de seda blanca tejida por el infinito.
Las mejillas marcadas por la sonrisa, desconocedora de lo que aún está vivo.
Los muros no son de piedra, si pasea bailando como el vaivén del frío.
Las pisadas en trazos dejan destellos, recogidos por los prisioneros de los ritos.
Los que tienen prisa por dejar rehecho lo siempre hecho, sin recordar que hubo un tiempo en el que ellos también fueron críos.
No busca puertas por el poco anhelo, los restos del resto son los que anhelan su escondrijo.
Mecida por luciérnagas y rodeada de libros sin escribir, yace entre la hierba arropada por los cielos color vino.
Qué son las señales de los sepultados, cuando se está rozada por lo divino.
Puesto que todo tiene su final, al igual que todo tiene su principio.


La noche que la luna salió tarde - 091

19/3

Tengo los suficientes poderes como para cambiar la fecha del calendario, y decir que hoy es 19 de marzo, y decir, también, que tu primo no está conspirando planetas a su alrededor.
Ni tanto ni tan poco, simplemente, quería felicitarte por décima vez en tu día a través de la página en negro. Pero no todo se puede.
Que seas feliz. Espero que pueda felicitarte 30 años más sin tirarnos de los pelos como final. Puede que de esa forma rompiéramos la tradición. Y yo, no soy de tradiciones.
Permíteme ser de nuevo la oveja negra y hacer lo que me salga de los mismísimos rizos. Cortos tienen más personalidad y carácter.
Sigues siendo musa de los rincones sin quererlo. Pasen años, pasen siglos. Es igual lo que vendrá.
Y si tengo que seguir rompiendo tu boca con palabras tendrás que aguantarte, maja.
Y si me tienes que desnudar a través de miradas, hazlo.
Todo es necesario cuando lo imposible lo convertimos en lo contrario.
Carpe diem. Nos vemos luego.
Dichosa de decirlo siempre desde hace tiempo.



El mundo está debajo de tus pies...

Discos de antes

Camino a la conciencia espero sentada. Rodeada de jilgueros que no aprendieron volar.
Que el cielo se cae y ahí continúa. Impávida la gente al verlo llorar.
El alma se cae a pedacitos reconstruida por cada sonrisa pensada en eternidad. Y sobrevive. Porque de eso vive. De eso y nada más.
Las flores no son flores cuando el invierno las castiga. Igual que el gemido del alba no es tal si la negrura acecha.
Los números, las letras, los soles que revientan, los sonidos, el tic tac, el viejo que manco pide dinero y nada tiene ni tendrá, el feto que llora sin saber la verdad, tus pasos, las noches de luna con silbido escanciador, el lecho, los huesos podridos…
La sombra del tiempo. Tu con sin despedida.
Que te fuiste. Que no estás.

Salir corriendo

Quizá así, tejiendo sueños que se repiten, pases a mejor vida.
Ahora mismo es lo que necesitas.
Cerrar los ojos. Sólo ver que ellos existen y que tienes el control.
No tener ningún sentido más.
Evadirte por completo.
Sólo en este momento. Porque tus gritos son los únicos que no se escuchan.
Y él sólo se ríe de ti al verte arder entre tanto cielo.
Nada más importa. Únicamente extinguir parte de ti.
Por cruel que parezca.
Para sobrevivir hay que deshacerse de uno mismo.
A eso te acostumbró. Y es lo que ves normal.
No echas de menos otro reflejo.
No lo hay.
Y tus restos son de él. Y de nadie más.
Ríe. Como nunca.
Porque él hace mucho tiempo que está muerto. Lo sabe.
Por eso tiene tanta ceniza dentro.
No le importa ser asesino de nuevo.
Su ángel de la guarda se despidió de él conociendo el miedo.

Iván Ferreiro - Mentiroso mentiroso



Ya está aquí el nuevo disco de Iván Ferreiro.
Entre hoy y mañana (o al menos a lo largo del día de hoy, cuando lo arreglen) se podrá descargar el disco.
Dejo el nuevo vídeo.
Ferreiro siempre alegra. Igual que Jaenada.
Por lo menos a mí, me gusta la mezcla.
Me caen bien.

Ellas

Vamos a ver... ¿Qué demonios entendéis vosotros por "córtame un poquito el flequillo, la parte que me tapa los ojos, y el resto sólo las puntas, por favor"?
No es nada difícil ¿verdad? Y ya lo pides por favor, como con miedo. Haciéndoles ver que ellas tienen mucho poder en ese momento. Debes portarte bien. Un paso en falso y ¡ZAS! Ellas ganan.
Y si luego te dicen: "¡Ufffffffff! ¡Nena! ¡Qué oscuro tienes el pelo! Te has hecho algo ¿verdad?"
Hombre, sí, hace unos meses lo tenía largo hasta el culo. Puede que notes un cambio ahora.
Pero eso no lo ven. Ven lo que pueden cambiar, no el trabajo que ya está hecho. "Vale, pues te haré unas mechitas"
Ahí empieza ya la cosa a joder más. Ellas te hacen ver que tienen más autoridad. Porque si dices que no y luego ves que tenían razón, o piensas en futuras suposiciones, te jodes más. Lo mejor es negar una vez:
"No, no vale. No me harás unas mechitas. Cortarme el pelo. Como te dije." Les dices. También con autoridad.
"Pero lo tienes muy oscuro."
Entonces ahí te toca algo más los ovarios. Y te giras. Y les piensas decir cuatro cosas bien dichas: qué mal te queda ese flequillo o qué mierda de color llevas en el pelo a pesar de trabajar en esto. Pero eso desaparece cuando te miran insinuantes. No te dejan contestar. Las crees sacadas de una película de Tarantino. Esta vez con tijeritas. Y nás te callas cuando no notas que como mínimo hay dos. Que cuando la una escucha que eres una ciudadana algo rebelde e incorformista, la otra se une a la que te va a cerrar la boca con esparadrapo.
Y caes rendida a sus creaciones. Hipnotizada. Nunca te viste tan pequeña.
"Mira, haz lo que te dé la gana. Más cambiada que cuando casi me rapé la cabeza no voy a quedar." Eso sí, con sonrisa también. Pero la mirada al suelo.
Y, a partir de ahí, además de darle la victoria con esos ojitos de gatito de Shrek, date por perdida: estás en sus manos.
Y así pasó.
Mechitas no. Eso no son mechitas. Según ella es: un baño de color.
Baño de color en forma de mechitas. No me jodas.
Pero ese no es el problema.
El problema llega por el flequillito.
"¿Te lo aliso?"
"Venga, ya que estás..."
Y ahí empezó la decadencia.
Yo veía que esas pequeñas tijeritas iban cortando cada vez más un flequillo lisito.
En ese instante, todas las féminas te miran y te dicen: “¡Uyyyyyyy nenaaaaaaaaaaaa! ¡Qué bien te queda! ¡Qué juvenil!” Gritando. Porque no sé porqué grita tanto todo usuario que entra a ese antro. No siempre está el secador encendido para tener que alzar la voz.
Ni entiendo cómo se consiguen amigas tan pronto. Si tienes problemas para socializarte: ve a una peluquería. Ni porqué no tienen hojas de reclamación. Deberían tener una especie de encuesta inicial para ver qué te quieres hacer en tu preciada cabeza. Si no lo cumplen: que te regalen el peinado que quieras.
Pero qué demonios, lo que a mí más me venía en mente era el temido mañana.
En qué sucedería cuando este pelito a lo Mª Teresa Campos desapareciera.
Porque ese mismo día te ves estupenda. Y todo lo ves de color de rosa. No piensas en nada más.
Pero luego... Llegó el día.
Hoy.
En la ducha noté que tenía menos pelo.
Menos. Pero no tan poco.
Tenía miedo de enfrentarme al espejo.
Pero tenía que hacerlo tarde o temprano. Con un par de ovarios.
Y he ahí la creación.
Ahí estaba.
Lo que yo intenté tapar desde mi adolescencia por vergüenza y complejo, emergía cada vez más. Casi me saludaba. Sólo faltaban flechitas de neón señalándola mientras vencía. Como ellas.
Mi frente.
Intenté taparla con cabello. ¡Cabello que no existe!
Entonces es cuando empiezas a desesperarte. Cuando empiezas a querer borrar días del calendario. Cambiar el pasado incluso. Borrar el puñetero día que fui a esa peluquería. Y pienso en la joven peluquera. A la que no quieres visitar con una cajita de bombones rellenos de cianuro porque tiene una pequeña familia que mantener.
Pero vuelves a la realidad. Y todo sigue igual: no tienes flequillo.
Y quieres lograr hacer lo que ella hizo con su secador y ese cepillo de rodillo.
"Hostia, no tengo cepillo de esos. Es igual, algo haremos."
"Hostia, no tengo planchas. Bueno, algo se conseguirá."
¡Pero no consigues una puta mierda!
Y entonces, tienes que optar por esconder lo poco que te queda ahí delante, a ras de la parte frontal.
Horquillas.
Ahí, pon unas cuantas. Que no se escapen esos malditos hijos del diablo.

Bienvenida frente.

Y te miras. Y te vuelves a mirar. De todos los lados y maneras. A ver si así cambia la forma de tu cara, o ves que el pelo crece por cada movimiento que hagas.
Pero no es así.
Entonces piensas en los desastres mundanos: que no te toque la lotería, que pisaste una mierda el otro día, en que saliste de casa sin paraguas por un sol espléndido y luego te calaste enterita…
Y, por absurdo que parezca: te calmas.
Estoy bien. No os preocupéis.
Sólo creo que no saldré hasta dentro de unas dos semanas, que es lo que calculo que necesitaré para que me crezca algo ese maldito flequillo y pueda llevarme bien con el espejo.
Y la peluquera.

Volando alto

- ¿Y por qué llueve?
- Porque los ángeles lloran al no verte sonreír.
- Pero ¿en el cielo hay ángeles también?
- ¿Cómo que también? ¿Dónde los viste?
- Enmarcados en mi cuarto, contándose cosas al oído. ¿Cuántos hay? Sólo vi dos.
- Hay muchos. Están ahí arriba, intentando volar.
A veces te visitan y se quedan plasmados en cuadros, únicamente para tenerte enfrente.
- Ahhhh... ¡Pues yo quiero ser tu ángel!
Pero no tengo alas...
- Cariño... No es necesario tener alas para ser un ángel.
Ni es ángel todo aquél que tiene alas.

Dormir

Me quedé sin canciones, de tanto oírte danzar.
La niebla me encandila y me hiela los encantos.
Con cara de perro, al no verte pasar.
Si gritas al escuchar únicamente tu nombre en labios entrecortados.
Si te callas. Si te vas.
Qué mirarás, a lo lejos, mientras sigo atada al mar.
Que mi azotea es más pequeña, pero inmensa el alma,
cada vez más.

Y te vi bailar bajo la lluvia,
y saltar sobre un charco de estrellas.

All you need is love

No sé si era peor para mí ver este programa o escuchar su cabecera.

Ese fucsia y azul que siempre aparecían como eternos amantes me repugnaba. O quizá, también, que asociaba que eran las 22.00 de la noche del domingo y que al día siguiente tuviera que madrugar tantísimo para pasar una larga jornada lectiva de la que yo ya, muy tempranamente, estaba harta.
El caso es que, ese cúmulo de factores, hacía que acabara asemejando ese: ¡¡¡LO QUE NECESITAS, LO QUE NECESITAS, LO QUE NECESITAS EEEEEEEES AAAAAAAA-MOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOR!!! a la sintonía de ¿Quién sabe dónde?. Que, pensándolo hoy unos... ¿11? ¿12 años después? podría sonreír muy sarcásticamente y unir esos títulos como si fueran totalmente dependientes.

Pero claro, me estoy metiendo en mi pensamiento lógico de cuando tenía unos 10 u 11 años, o sea que dejaré de lado mi pregunta retórica de quién coño sabe dónde estará Cupido que no lo veo por ninguna parte, que puede que se fuera por papel de fumar y no volviera al meterse en una orgía o al coger un coma etílico en un botellón.

Mierda. Que me desvío.

A mí me fastidiaba ver que toda mujer, hombre, niño o niña tuviera problemas con su marido, mujer, novia o novio.
Joder ¿tan malo era enamorarse? Y más me jodía que fuera un tío a declarar su amor tirándose de un paracaídas cuando a su mujer lo que le gustaba era haber salido en la tele y comentar con sus amigas que "mi Manolo tenía muchos fallos pero que de qué poco se rompe los cuernos por mi menda".
Chincha rabiña. Ahí queda eso.
El orgullo de la hembra Manoril sale a relucir. Y qué leches importaba que su Manolo tuviera realmente la intención de volver con ella por los siglos de los siglos amén.
Y casi rompiéndose la cabeza.

En realidad, no sé si me jodía todo eso, porque creo que esa reflexión, con 11 años, no la haría.
Más bien, pienso que me retorcía hasta las entrañas que mi primer amor platónico, Juan, no me declarara su amor mientras yo acariciaba su pelo rubio celestial y sonreía mientras me resbalaba con mis propias babas mirando sus preciosos ojos azules.

Porque a mí no me hubiera hecho falta que mi Juan se tirara desde un helicóptero, o me mandara 100 ramos de rosas rojas a casa, o parara la peli que estaba viendo en el cine para ver su mensaje de amor eterno.
Yo sólo quería decir a mis amigas enemigas que Juan era mío. Sólo mío y ya está. Y que si no me ajuntaban me daba igual, porque yo ya tenía a mi Juan, que era mi héroe por salvar la pelota que se colaba detrás de la valla del cole, que me daba la mano para ir al patio, que era mi compañero en el autocar para las excursiones y que era a mí a quién regalaba sus dibujos.

Claro que, eso era hace 10 años.
Ahora, si una bruja y un Juan se encontraran, fijo que verían a Cupido con las pupilas dilatadas y vendiendo pastis para conseguir clientela.
Una lástima.

Pero mirándolo bien... todo tiene su parte buena.
Seguro que acabaría apareciendo en Quién sabe dónde. Siempre quedan románticos que lo echan de menos. Y si Lobatón siguiera con ese programa, pongo la mano en el fuego diciendo que haría todo lo posible por encontrarlo.
Si no fuera por orgullo propio, al menos por el romántico Jesús Puente.

Lo dedico en este día para todos. Sobre todo para los que no lo celebran pero pueden decir que alguien les ha regalado algo, por pequeño que sea, como pueden ser estas líneas.
Y, en el caso de que se rían tras esta respuesta, mandad a la mierda a quien sea.

Resurrección

La rendija traía algo de luz a los días con unas notas musicales que se incrustaban para dar algo de vida.
Las frases que nunca se leyeron seguían posadas en la carta cada vez más amarillenta y con las letras deformes por el baño de lágrimas.

Tienes que poner punto final a los cuentos de hadas, galopar por nuevas sendas y mirar hacia otros lares con los mismos ojos.
Eso dicen siempre. Tan fácil es como fácil es decirlo.

Hace sol.
Habrá que usarlo para dar alguna vuelta por las azoteas, plantar flores que nazcan azules y dibujar estrellas en el suelo.

Los cuentos de hadas los inventé yo.
No voy a ser yo quien los destruya.

Imagen de Siro López.

Sentencia

Los mundos de cristal existen el tiempo que el soñador quiera.
No es tan difícil romper para tomar aire, lo fácil es acomodarse en el entendimiento a través de idénticas palabras.
La voz de la conciencia no calla hasta que no mates al miedo.
Y hay tantas lunas por alcanzar y tan alcanzable, a la vez, el recuerdo de las ya muertas...
El blanco no vale. Ni el negro. Ni el gris.
Los colores no tienen sentido por su poco esclarecimiento en el hoy.
No busques tanto encuentro en verbos quebrados si no acabas tomándolos por vocación.
Sólo se aceptan los pasos que te lleven al círculo donde no ves salida.
Los rostros siempre desaparecen excepto al que te enfrentas siempre ante el espejo.
Ese es el único del que no puedes huir. Lo tomas o lo dejas para los restos.
No se pueden cruzar puentes sin saber qué hay debajo.
El carnaval en demasía acaba penalizando.
La lluvia no es únicamente agua que entristece los encantos.

Noria

No olvido que la vida son momentos. Y de esa manera mido mi tiempo en ella.
No miro si he estado pletórica una semana y con esa me quedo, ni si he reído durante cinco meses y he llorado luego tres días seguidos.
Es absurdo. Generalizar es absurdo. E incluso irrespetuoso.
De la misma manera que no se puede llegar a la felicidad completa, tampoco se puede llegar a la destrucción total a causa de la tristeza.
Por mucho que la abracen algunos, tampoco ocupa todo el ser.
¿O acaso nunca habéis llorado y reído a la vez?

Gracias

Pandora

Quién eres tú, pequeño trozo de mármol insignificante, para pensar en lo que el resto especule o ansíe. Si no sabes ni qué anhelas tú.
Si la ilusión no está en tu mente de manera inquebrantable porque la olvidaste por dios sabe qué.
Que te robaran la sombra no es culpa de la inocencia que te rodea todavía.
No hay faroles que te alumbren por vergüenza.
A veces no se puede explicar nada.
El escondite aparece y allí te anclas intentando que otro tren pase para verte sonreír por momentos.
Mientras tus entrañas te matan cada noche y te vuelves homicida de tu propio pensamiento.
Nadie desea algo así. Pero los deseos son solamente sueños que casi nunca llegan.
Por eso, sigo deseando no volverme a encontrar conmigo, y así tragar saliva sin ese nudo que ata.

Cumpleaño

Tal día como ayer dejé escrita la primera entrada del blog.
Quería hacer algo distinto, una especie de recorrido por todo lo plasmado. Pero el caso es que me faltan ganas.
Llevo días dejando palabras por distintas páginas que no quiero colgar por no escuchar luego repetidamente un ¿estás bien?
Por eso no puedo hablar de felicitaciones.
La verdad, el nombre de robando luz siempre me gustó, aunque a veces pensé que no tenía sentido por lo que escribía.
Acabé entendiendo que necesito ser una ladronzuela para poder convertir todo en risa.
Por eso doy las gracias a todos los que hacéis posible esto: mi risa. La que parece imposible cuando no quiero reflejarme en el espejo.
Cuando me veo sucia y vacía al palpitar tan fuerte que parece que vaya a desaparecer.
Y también, por suerte, la que no hacéis que se largue cuando tengo un día envidiable.

Lo dicho, gracias. A todos los que habéis aparecido por aquí y seguís estando en mi mente y alma aunque no sigáis asomándoos.
Os adoro igual.



Busco me - Bebe

Telediario

Qué se pretende con tanta agua, si algunos no saben qué es nadar.
Con afán de querer pintar lo que ya no cambia de color.
No entenderé entre tanto círculo que aparenta ser recto.
Los cinco sentidos confundidos.
Y el sexto, a flor de piel.

A veces quiero volar lejos sin que nadie me reconozca.
Pero por más alto que llegue la caída puede ser aún peor.

¿Ahora las elecciones deben ser también revisadas por los otros?
¿No basta con los credenciales de posesión?

Hace un tiempo que decidí regalar las suposiciones y las respuestas cortas para calmar al alma.



Coconut skins - Damien Rice

9+1

Reconocer que los suspiros eran inexistentes es querer mentir por la vergüenza y el miedo.
El invento del calendario, a pesar de todo, me sobra. Al igual que algunos de mis olvidos: para lo ajeno exageradamente enormes y, para mí, irrisoriamente ínfimos.
Sin disfraces, que quise quemarlos aquella noche de invierno cuando decidí declarar intenciones de esta misma manera.
No tener en cuenta mis despropósitos, sino la regresión final a ellos desde el hoy salpicando azules.
Todas las canciones son telón que no tiñe de sombra.
A pesar de mis no saber dar racionalmente al momento. Todo llega.
Si es que todo aquí revienta….
Y no hay creaciones físicas para saber transmitir lo que no se puede.
Simplemente por eso: porque no se puede.
Con intención de seguir envolviendo noches para colgarlas en lo más alto.
Para no olvidar. Porque, ahora mismo, no se puede. Ni se quiere.
¿Qué son 154 amaneceres?
Bah…
Hoy. Siempre hoy.

Palabras

Luciérnagas