1,2,3

01 diciembre 2008

Hasta que te encontré, solía tener mucho cuidado.
Ahora sólo te reescribo en páginas tachadas por el paso del calendario.

Y parece que eso, no te importe en absoluto.

Ensimismado en los quehaceres donde ni un resquicio de mí aparece.
Desdibujando mi parte menos pura a pesar de que fuiste tú quien dio el paso de darle color.

Y parece que eso, no te importe en absoluto.

Durmiendo entre amasijos de hierro forjado en mi reciente espalda arañada.
Abriendo los ojos ante extraños amaneceres que no quiero que sean publicados en mi memoria.

Pero todo eso, a ti, no te importa en absoluto.

Y es que por más que te mande al infierno, siempre olvido que fue de allí de donde viniste.
Y yo, con alma todavía angelical, sigo intentando cambiar el orden del tiempo para repetirte en mi cama todas las noches.

Dejando de lado, otra estúpida vez, que toda esta patética repetición, a ti, no te importa.

Marlango - Pequeño Vals

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Hasta que te encontré, solía tener mucho cuidado.
Ahora sólo te reescribo en páginas tachadas por el paso del calendario.

Y parece que eso, no te importe en absoluto.

Ensimismado en los quehaceres donde ni un resquicio de mí aparece.
Desdibujando mi parte menos pura a pesar de que fuiste tú quien dio el paso de darle color.

Y parece que eso, no te importe en absoluto.

Durmiendo entre amasijos de hierro forjado en mi reciente espalda arañada.
Abriendo los ojos ante extraños amaneceres que no quiero que sean publicados en mi memoria.

Pero todo eso, a ti, no te importa en absoluto.

Y es que por más que te mande al infierno, siempre olvido que fue de allí de donde viniste.
Y yo, con alma todavía angelical, sigo intentando cambiar el orden del tiempo para repetirte en mi cama todas las noches.

Dejando de lado, otra estúpida vez, que toda esta patética repetición, a ti, no te importa.

Marlango - Pequeño Vals

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Luciérnagas