Despiértame cuando calle lo cansado. Cuando deshabite el miedo el resquicio de luz.
Cuando el desorden empiece por a y acabe en z enlazándose por la perfección del ebanista.
Cuando el silencio salte por la ventana y queden huecas las palabras de tanto gritar.
Cuando sea sordo el tiempo y escuche el hoy el te quiero de ayer.
Cuando resople fuerte el viento y me haga llegar la risa del niño aquél.
Cuando rebuzne lo impuro antes de venir para no darle nunca la bienvenida.
Despiértame cuando vengas a dormir tarde y la parte izquierda esté fría sin tu piel.
Será el momento más oportuno para desvestirme el alma a tus pies.
Cuando el mañana se encontrará solo y lejos
pero rojo el anochecer.
pero rojo el anochecer.
Infinitamente - Los Seis Días
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