Un fraude.
En unas mayúsculas disfrazadas para seguir con el engaño.
Que no sabe frenar los charcos porque tiene cicatriz desde hace un par de calendarios.
Que debería sentir más y asentir menos. Que vive en un limbo que no sabe cuándo frenará ni cómo lo hará.
Divierte al prójimo pero no sabe limpiar las mejillas del que está en sus entrañas. El que dice que debería estar bajo tierra para no padecer por no haber elegido mejor su camino.
Un laberinto indescifrable. Algo inerte. Sin voz cuando debiera. Que grita cuando debe tener la garganta sellada.
Un reflejo de quien no le gustaría ser. Que le puede el orgullo, el rencor, la decepción, el desamor... Qué sé yo. Todo lo que debería ser nada. Un cóctel explosivo.
La estela del dolor pasado. El monstruo de las cavernas. El quiero y no puedo de cualquier impulso hacia el cielo.
Un fraude.
Un auténtico FRAUDE.
2 comentario/s:
bah, sino hay dinero de por medio, no es un fraude... Si acaso, una desorientación.
¡Ja! Te iba a decir que es la misma mierda... Pero en realidad no te lo puedo confirmar :p
¡Un abrazo!
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