Y si hubiera sucedido lo que se asomaba por la mente, la distorsión habría dado paso a la derrota de la cordura.
Y no quería acabar así.
No siempre se sabe qué es ganar o perder.
Nadie objetivo dejó escrita la diferencia de estos primos hermanos...
Por eso mando al infierno al primero que sobrevuele mi tejado y me visite en mal día.
Todos los que me dijeron que saldría hacia delante con una sonrisa, acababan yéndose de viaje. Sin más.
Y no entendía nada.
Decían que tenían la intención de ayudarme, de hacerme ver que el final no es el que pienso.
Pero era decirme esto y se iban.
Cuando lo empujé al vacío no pensé que fuera a acabar así.
Es más, creo que hice bien. Tenía esas facciones tan marcadas...
¡Era todo tan pintado!
No sé... ¿Tan cruel es la buena intención?
Y eso fue todo. Luego, desperté en esa neutra sala acolchada.
No se está mal.
Lo malo es que no me dejan colgar ninguna fotografía.
2 comentario/s:
a mi habitación poco le falta para estar acolchada, pero de cosas inutiles, al menos no añado más.
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