Continuación

14 septiembre 2010

Y en este preciso instante, con la voz tenue y emtrecortada, la mirada perdida pensando en la noche cómplice,

con el temblor tímido que se asoma por sorpresa, los puños cerrados para no buscar lo que se desea, la quietud de lo sensible, lo efímero que juega con quedarse por siempre,

con el chirriar armonioso de dientes, con la única luz de los ventanales de enfrente,

tengo ganas de gritar lo que callo por vergüenza.

Pero sólo, hasta dentro de un rato.



Seré - Carlos Chaouen

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Continuación

Y en este preciso instante, con la voz tenue y emtrecortada, la mirada perdida pensando en la noche cómplice,

con el temblor tímido que se asoma por sorpresa, los puños cerrados para no buscar lo que se desea, la quietud de lo sensible, lo efímero que juega con quedarse por siempre,

con el chirriar armonioso de dientes, con la única luz de los ventanales de enfrente,

tengo ganas de gritar lo que callo por vergüenza.

Pero sólo, hasta dentro de un rato.



Seré - Carlos Chaouen

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Luciérnagas