Robando luz

28 abril 2007



No sé si traerán suerte, puede que sean un invento más para mantener saciada y contenta nuestra conciencia. Para que luego se diga que no somos inteligentes, inventamos todo para mentirnos a nosotros mismos, o al menos para olvidar un poco lo mundano. Incluso llegamos a creer en un destino, olvidamos las elecciones y damos paso al azar. Sale algo bien: cosa del destino. Sale algo mal: vaya, tenía que pasar. Y es que cuando no hay respuesta a algo que nos sucede y se nos queda grande, cual político que todos tenemos dentro, a algún hecho le tendremos que achacar nuestras penitencias ¿no?

Por mucho que se diga a veces que hay un algo que mueve lo que nos sucede, no todos creen lo mismo. Obviamente, también están las personas que mueven los hilos del mundo. Y sin ellas, poco hacemos. Que no llegan a estar y no nos regalan ninguno de esos inventos para sentirnos mejor sin obtener una respuesta empírica, y no se sabe dónde acabaríamos...
Sea como sea, destino o no, cada cual elige qué quiere que sea lo que le hace sonreír o llorar, si así va a estar más conforme y a gusto dentro de lo que cabe.

Por ahora, esta bruja, cree en la suerte. En el destino y en las personas. En los caminos que le quedan por recorrer, sean cortos o largos, en las compañías de ayer, de hoy y las posibles de mañana. En sonreír cuando se debería estar triste aunque cueste, y en llorar de alegría, que de vez en cuando viene muy bien. Que quién sabe si mañana estará volando. Lo sepa el destino o no, o lo sepas tú o no, sólo sabe que aquí está hoy, y por eso, nada más que por eso, se alegra.

8 comentario/s:

piel de papel dijo...

Bruji, un día del mes de mayo del año pasado, entré en el edificio de la facultad que tantas veces habrás pisado. El Migdia II.
Al entrar me di cuenta que había una pancarta en la entrada de uno de los pasillos.
Era inevitable, tenías que pasar por debajo de la susodicha sábana, por huevs.
Como digo, no era más que una sábana con una incripción pintada con spray. Pero me alegró el día y todavía la recuerdo con mucho cariño. Decía: "Cada dia pot ser una sorpresa per tú!!!"
Cuando más jodido estaba tuve una sorpresa. Para mi el refrán "Dios aprieta pero no ahoga" tomó forma un día de julio y tú estabas presente!!!

Si no crees en Dios, has de creer en algo!!! Pos ala... Yo creo en el destino!!!
Ya lo he dicho!!!
Joer!!!

Petonets!!!

Bruja dijo...

¡¡¡Ese duendecillo güeeeeenoooooooooooooo!!! Pues sí... Siempre ayuda creer en lo que sea. Tener una meta presente es importante, y ese "creer en algo" puede ser esencial para estar satisfechos con nosotros mismos.
Parezco una mierdaaaaa de libro de auto-ayuda.
Por dios...
¡Muaaaaaaaaacs!

Yu dijo...

La fe, las creencias, el destino, la esperanza, los clavos ardiendo, la tolerancia y el puto conformismo y la cruel inconformidad!
Ayer me dijeron que me envidiaban por creer.
Todos creemos en algo, todo tiene que tener una explicación sea terrenal, celestial, paranormal o todo junto, por qué no.
A mi me mueven los hilos, (esos que no se ven), las personas que a mi alrededor estan, y deposito mi fe en ellas, porque mi Dios (el mio) se hace presente en cada una de esas pequeñas porciones que me dais personas como tú, las que me rodeais por acción divina, celestial o casual.
El destino no es más que una sucesión de acontecimientos provocados por nosotros mismos o por una serie de circunstancias del entorno. Mi destino no está escrito pero da muchas pistas. Creo que es así en todos.
Destino es un agran palabra, como lo es el amor, la fe y la esperanza.
Caa uno se forja y tiene el deber de hacerlo su propio camino, llamalo destino, futuro o bereita.
El caso es que todos creemos en algo, en lo que sea para poder seguir a delante.
Yo, que he visto las caras de la moneda en lo que a fe se refiere, sigo agarrandome a lo que cualga de mi cuello cuando ya no hayo salida, es tan respetable como el que hace puentting para gritar y desahogarse.
Me aferro a mi Dios y que nadie se equivoque, mi Dios es mio y de nadie más, no es el que se empeñan en mostrarme en un lugar que ya no es respetable porque allí no se respeta, se impone.
Mi fe es tan libre como la libertad de la que un día de hace 2000 años un tipo con túnica y barbita, mostró al mundo. Todo lo que nos lleve a una obligación deja de ser fe y por lo tanto deja de tener sentido el creer, porque es una fe impuesta, y la fe debe ser tan libre como amar.
Vaya parrafon y encima dudo muy mucho que alguien entienda lo que quiero decir.
Resumiendo y ya me voy a mi blog niña:
Que todos necesitamos creer en algo, y no solo en lo que nos han mostrado, como las religiones.
Y yo creo en tí, en Mr, en La filla del vent, en mi sobrinillo guapo, en capità verí, en mi gente en definitiva porque mi Dios, ese que nos hizo libres, esta en cada uno de vosotros y en mi.
El destino es solo la huella que deja la carreta a su paso por estos días.

Bruja dijo...

Claro que se entiende pero... ¿qué dices del destino y la fe?

¡Jajajajajajajaja!

Que es bromita alma cándida. Pero mira que creer en mí debería estar penado.

¡Besico!

Yu dijo...

Tienes una extraña manera de actualizar el blog, no?¿?¿?
Ayshhhhhhhhh, que duro es el puto dignificarse, ehh?¿?¿?

Bruja dijo...

Mira muchachita... Tengo algo escrito como borrador... Así que... BOCAZAS... Antes de hablar, pregunta...
¡¡Hala!! ¡Hasta dentro de na, so mormuja!

Yu dijo...

Rebota, rebota que en tu culo explota!!!!

Anónimo dijo...

Y, a pesar de su inteligencia, bien diferenciada del resto del reino animal, claro, seguimos basándonos en el instinto.
La prueba es la revisión de vida de cualquiera. Ojalá eligiéramos lo que nos hace reir y llorar. Seríamos dioses, sin ir en contra de la naturaleza.
Pero todo lo demás, estoy de acuerdo contigo.
Ya sabes que soy aquél que mira todo desde el infierno, desde abajo... Y sólo ve vaginas y penes.
1 beso.
Pedro Cuervo.

Robando luz



No sé si traerán suerte, puede que sean un invento más para mantener saciada y contenta nuestra conciencia. Para que luego se diga que no somos inteligentes, inventamos todo para mentirnos a nosotros mismos, o al menos para olvidar un poco lo mundano. Incluso llegamos a creer en un destino, olvidamos las elecciones y damos paso al azar. Sale algo bien: cosa del destino. Sale algo mal: vaya, tenía que pasar. Y es que cuando no hay respuesta a algo que nos sucede y se nos queda grande, cual político que todos tenemos dentro, a algún hecho le tendremos que achacar nuestras penitencias ¿no?

Por mucho que se diga a veces que hay un algo que mueve lo que nos sucede, no todos creen lo mismo. Obviamente, también están las personas que mueven los hilos del mundo. Y sin ellas, poco hacemos. Que no llegan a estar y no nos regalan ninguno de esos inventos para sentirnos mejor sin obtener una respuesta empírica, y no se sabe dónde acabaríamos...
Sea como sea, destino o no, cada cual elige qué quiere que sea lo que le hace sonreír o llorar, si así va a estar más conforme y a gusto dentro de lo que cabe.

Por ahora, esta bruja, cree en la suerte. En el destino y en las personas. En los caminos que le quedan por recorrer, sean cortos o largos, en las compañías de ayer, de hoy y las posibles de mañana. En sonreír cuando se debería estar triste aunque cueste, y en llorar de alegría, que de vez en cuando viene muy bien. Que quién sabe si mañana estará volando. Lo sepa el destino o no, o lo sepas tú o no, sólo sabe que aquí está hoy, y por eso, nada más que por eso, se alegra.

Palabras

Luciérnagas