Reducido placer

03 mayo 2007


Los días lluviosos salpican en la cara, visitando al ser inquieto del alba.
No duermes. No sueñas. Quieres estar despierta.
Señalas al pájaro que sobrevuela los tejados, ese que no viste pero que siempre anduvo cerca, ese que canta pero no es percibido.
Reírte resulta fácil cuando la autosugestión es desconocida.
Lo viejo se convierte en nuevo. Lo nuevo en lo inmejorable. Las flores nunca olieron tan bien.
La hierba mojada te acaricia los pies, el sol espera a que abras los ojos.
Su olor te envuelve dibujando tu perfil mientras tú observas, callada, los labios que soñaste, esos que ahora te envidian, esos que por fin tienes cerca. Muy cerca. Los que tocas al cerrar los ojos deseando que no desaparezcan al abrirlos.
El pelo revolotea por la almohada dejándose mecer por el aire fresco de la mañana, esa que comparten con mayor placer los que se esconden.
Olor a pan tostado y chocolate caliente para ti, y café para la fiel compañía.
Y lo único que te preocupa es que mañana es día de fiesta, que la mañana cierra y el tránsito abunda.
Que el tiempo se convierte en despertador, y las almas vuelven a las cavernas.

6 comentario/s:

Yu dijo...

De quién has aprendido tú a escribir de esa forma pedazo de enanaaaaaaaaaaaaaaaa!
Ohhhhhhhhhh!pan tostado y chocolate calienteeeeeeeee!!!
Cafeééééééééééééé..., con su aorma y el de la compañía!!!
Que fonito!

piel de papel dijo...

He leído Cocholateeeeeeeeeee!!!
Jejejejeje!!!
Eres buena Bruji... muy buena!!!

Petonets!!!

Anónimo dijo...

el olor a pan tb lo tengo yo todos los días tempranito por la mañana cuando bajas las escaleras del tercer piso y sale a la calle o cuando llegas de madrugada :)
Es lo que tiene tener un horno de pan al lado de casa.


La cuestión chocolatil ya la pongo yo.
muchos besos.

mamen

Anónimo dijo...

Soy Pedro Cuervo. Ya sabes. Joder, acha. Difiero en ti en lo que dices (la conveniencia nunca justifica nada, para mí), pero te admiro en cómo lo dices.
Voy a seguir leyendo tus mensajes, pero qué peligro tienes para las quinceañeras/os que siguen la forma antes que el contenido. Joder. Antes fue Hitler, jejejejejeje. Es broma.
1beso

Bruja dijo...

¡¡Jajaja!! Por dios... Entre una que yo me sé y tú... Cualquiera diría que sois de algún club de fans de ese pedazo de cabrón.
Las quinceañeras y los quinceañeros prefieren el botellón y el msn antes que leer esto... Ah... ¿Tú quieres volver a la adolescencia usando lo primero no? ¡Juju!
¡Muaaaaaaacs!

P.D.= ¡Qué bien güele er paaaaaaaaaaaan!

Anónimo dijo...

Ya te digo!
A tus "insolentes" preguntas: Sí, sí, sí... Y... Sí: huele del copón. Y sabe mejor.

Pedro Cuervo.

P.D.: es que Adolfito se ha quedado como un ejemplo cojonudo de ciertas cosas.
De hecho, yo pondría los libros de Coelho, Bucay y el "Mein Kampf" en una sección, en la biblioteca, titulada: "Hasta dónde puede llegar la gilipollez".
1 beso.

Reducido placer


Los días lluviosos salpican en la cara, visitando al ser inquieto del alba.
No duermes. No sueñas. Quieres estar despierta.
Señalas al pájaro que sobrevuela los tejados, ese que no viste pero que siempre anduvo cerca, ese que canta pero no es percibido.
Reírte resulta fácil cuando la autosugestión es desconocida.
Lo viejo se convierte en nuevo. Lo nuevo en lo inmejorable. Las flores nunca olieron tan bien.
La hierba mojada te acaricia los pies, el sol espera a que abras los ojos.
Su olor te envuelve dibujando tu perfil mientras tú observas, callada, los labios que soñaste, esos que ahora te envidian, esos que por fin tienes cerca. Muy cerca. Los que tocas al cerrar los ojos deseando que no desaparezcan al abrirlos.
El pelo revolotea por la almohada dejándose mecer por el aire fresco de la mañana, esa que comparten con mayor placer los que se esconden.
Olor a pan tostado y chocolate caliente para ti, y café para la fiel compañía.
Y lo único que te preocupa es que mañana es día de fiesta, que la mañana cierra y el tránsito abunda.
Que el tiempo se convierte en despertador, y las almas vuelven a las cavernas.

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