Huellas

09 julio 2007


La distracción convertida en carcoma se sumerge en los pasos.
La cruzada es dura, el agua es rugosa y las piedras son transparentes.
Nada se ve, sólo se siente. Si no se siente, nada se es.
El final se imagina, a lo lejos. La luz llama. El silencio se apropia de nosotros y esa voz es ajena. Tanto como tú. Como yo.
Queda seguir. Adelante. Siempre hacia delante.
Los suspiros se quedan atrás. Ahuyentar no es función de nada ni nadie.
El cielo guía a los adornos que cultivan el camino.
El aire acaricia esa alma que quedó un día plasmada entre máquinas de sobrescribir.
Vendrá. Vendrá…

Para ti que crees en ese nosotros, que por otro lado sigues creyendo ser sorteada del placer de vivir. De nuevo. No todo es tan oscuro. Celebraremos lo que venga. Y lo que no, también. Saltaremos protocolos. Que para eso los inventamos. Todo tendrá sentido si se consigue ver la dejadez del luto. Ese que crees que constante te envuelve.
Sigo adorándote. Utilízame, aunque hoy, no me leas ni me escuches. Por suerte, sólo hoy.

5 comentario/s:

Anónimo dijo...

Quisiera haberte firmado algo referente a tu entrada, pero ando algo desconcertado, a ver si nos vemos pronto maca ;)

Anónimo dijo...

Dentro.

Bruja dijo...

¡¡Fraaaaaaaaan!! ¡Ganas de saber de tiiiii! ¡Un besazoooo!

Y, para ti, ya sabes todo.

Anónimo dijo...

me encantaron las fotos de "calma" y la anterior a esta, la he añadido a mi colección de fotos :P
En esta, señorita, está usté mu guapa.
Jopelines cada día molan más tus textos.
Cuidate y besos

mamen

Bruja dijo...

¡¡Mamencita míaaaaaaaa!! Muchos besazos enormes... Nos vemos por donde sea.

Huellas


La distracción convertida en carcoma se sumerge en los pasos.
La cruzada es dura, el agua es rugosa y las piedras son transparentes.
Nada se ve, sólo se siente. Si no se siente, nada se es.
El final se imagina, a lo lejos. La luz llama. El silencio se apropia de nosotros y esa voz es ajena. Tanto como tú. Como yo.
Queda seguir. Adelante. Siempre hacia delante.
Los suspiros se quedan atrás. Ahuyentar no es función de nada ni nadie.
El cielo guía a los adornos que cultivan el camino.
El aire acaricia esa alma que quedó un día plasmada entre máquinas de sobrescribir.
Vendrá. Vendrá…

Para ti que crees en ese nosotros, que por otro lado sigues creyendo ser sorteada del placer de vivir. De nuevo. No todo es tan oscuro. Celebraremos lo que venga. Y lo que no, también. Saltaremos protocolos. Que para eso los inventamos. Todo tendrá sentido si se consigue ver la dejadez del luto. Ese que crees que constante te envuelve.
Sigo adorándote. Utilízame, aunque hoy, no me leas ni me escuches. Por suerte, sólo hoy.

Palabras

Luciérnagas