¿Invierno?

22 agosto 2007


Que si frío, que si lluvia. Ni los gatos salen.

Lo invisible está ahí acechando mientras los puñales juegan al escondite. Pero yo gano. Y ese es el problema.

No a los paseos ni al mirar películas donde yo soy quien pone sin querer los diálogos.

Los ojos están llenos de legañas. Sí, es algo asqueroso. Y no puedo decir que es conjuntivitis.

Siempre pensé que por estas fechas era el día tonto el que me atontaba. O la vuelta al cole, pero sin mochila nueva. Este año se está tiñendo finales de agosto de la misma manera pero veo que no es porque me tenga que volver a levantar a las seis y media de la mañana dentro de poco.

No se puede engañar a la conciencia. Ni a lo que hay en el centro de cada uno, lo que nos mueve y nos puede en ocasiones.

Las mentiras no se pueden ni vestir de domingo.

El hilo de voz se convierte en eco para mí y en nada para aquél que quiere escuchar.

Y sigue lloviendo sin gustarme. Los ángeles huyen igual que las gotas que caen en el suelo expulsadas del paraíso. Sin dar explicaciones. Y yo sin quererlas saber a pesar de que en ellas piense.

Canta por mí. A ti te lo digo, a cualquiera que lea esto y sepa qué pienso. A quien me entienda. Porque debe ser el único ser que lo consiga.

Sólo sé decir gracias.

- ¿Cómo?
Ese toc-toc-toc de nuevo.
¡Buh!
¿No abres?
¡Eoooo! ¡Soy yo!

- Que me voy. No sé dónde. Pero me voy.
¡Jajaja! Por favor...
- ...
¡TOC-TOC-TOC! ¡Eh! ¡Que no me cierres!

¿No ves que me tienes que abrir para poder respirar
?

21/8/07

2 comentario/s:

Anónimo dijo...

[...]Las mentiras no se pueden ni vestir de domingo.[...]

No se si es consciente de que acabare robandole esa frase...

Bruja dijo...

Roba, pa eso estamos. ¡Jaja! Total, todo lo que escribimos lo hemos robado, de una u otra manera.
¡Un besazo, preciosidad!

¿Invierno?


Que si frío, que si lluvia. Ni los gatos salen.

Lo invisible está ahí acechando mientras los puñales juegan al escondite. Pero yo gano. Y ese es el problema.

No a los paseos ni al mirar películas donde yo soy quien pone sin querer los diálogos.

Los ojos están llenos de legañas. Sí, es algo asqueroso. Y no puedo decir que es conjuntivitis.

Siempre pensé que por estas fechas era el día tonto el que me atontaba. O la vuelta al cole, pero sin mochila nueva. Este año se está tiñendo finales de agosto de la misma manera pero veo que no es porque me tenga que volver a levantar a las seis y media de la mañana dentro de poco.

No se puede engañar a la conciencia. Ni a lo que hay en el centro de cada uno, lo que nos mueve y nos puede en ocasiones.

Las mentiras no se pueden ni vestir de domingo.

El hilo de voz se convierte en eco para mí y en nada para aquél que quiere escuchar.

Y sigue lloviendo sin gustarme. Los ángeles huyen igual que las gotas que caen en el suelo expulsadas del paraíso. Sin dar explicaciones. Y yo sin quererlas saber a pesar de que en ellas piense.

Canta por mí. A ti te lo digo, a cualquiera que lea esto y sepa qué pienso. A quien me entienda. Porque debe ser el único ser que lo consiga.

Sólo sé decir gracias.

- ¿Cómo?
Ese toc-toc-toc de nuevo.
¡Buh!
¿No abres?
¡Eoooo! ¡Soy yo!

- Que me voy. No sé dónde. Pero me voy.
¡Jajaja! Por favor...
- ...
¡TOC-TOC-TOC! ¡Eh! ¡Que no me cierres!

¿No ves que me tienes que abrir para poder respirar
?

21/8/07

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Luciérnagas