Nuevo sol

09 septiembre 2007


Y si todo se tiñe de gris, convirtámoslo en luz.
Ahí quedará el tesoro. Lo fue y lo seguirá siendo.
Las rayas no son nunca rectas, sólo hace falta usar bien el pincel.
Para el equilibrista de las noches alegres y los días memorables:
Gracias por todo. Sonríe y lucha por lo que tanto deseas. Pero recuerda siempre desechar lo negro que llegue a cruzar la puerta.
Seguiré sintiendo como ahora, que no es lo mismo que el antes más cercano. Porque ya, no se puede volver a lo vivido cuando se mira por el cristal de distinto modo.

Ya no más:

No pido amanecer contigo, pido amanecer.
Verte ambientar cementerios hace que no respire.
Tanto ayer y tanta imagen desangelada acaba llamando a la razón.
Ver que iluminas el cielo es mi perdición.
Ver cómo olvidas que lo haces es la tuya.
Quizá sea eso. O quizá sea que de tanto iluminar te quedaste sin luz.
Eremita de la incandescencia ignorante de lo que posees y dejas ir, sin más.
Perdido en la borrosidad del sol negruzco.
Ojeras entorno a la enredadera que te espera en la almohada.
Nada importa si acabas sellado por la infame saliva.

¡Todo huele bien!


2 comentario/s:

Anónimo dijo...

"Ignorante de lo que posees y dejas ir..."
Bonita frase que remite a aquella que dice: "Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde!!!"

Por cierto, tas mu guapa en esa foto...

Petonets!!!

Piel de Papel

Bruja dijo...

¡Gracias, duendecillo!

Nuevo sol


Y si todo se tiñe de gris, convirtámoslo en luz.
Ahí quedará el tesoro. Lo fue y lo seguirá siendo.
Las rayas no son nunca rectas, sólo hace falta usar bien el pincel.
Para el equilibrista de las noches alegres y los días memorables:
Gracias por todo. Sonríe y lucha por lo que tanto deseas. Pero recuerda siempre desechar lo negro que llegue a cruzar la puerta.
Seguiré sintiendo como ahora, que no es lo mismo que el antes más cercano. Porque ya, no se puede volver a lo vivido cuando se mira por el cristal de distinto modo.

Ya no más:

No pido amanecer contigo, pido amanecer.
Verte ambientar cementerios hace que no respire.
Tanto ayer y tanta imagen desangelada acaba llamando a la razón.
Ver que iluminas el cielo es mi perdición.
Ver cómo olvidas que lo haces es la tuya.
Quizá sea eso. O quizá sea que de tanto iluminar te quedaste sin luz.
Eremita de la incandescencia ignorante de lo que posees y dejas ir, sin más.
Perdido en la borrosidad del sol negruzco.
Ojeras entorno a la enredadera que te espera en la almohada.
Nada importa si acabas sellado por la infame saliva.

¡Todo huele bien!


Palabras

Luciérnagas