Robando luz

28 abril 2007



No sé si traerán suerte, puede que sean un invento más para mantener saciada y contenta nuestra conciencia. Para que luego se diga que no somos inteligentes, inventamos todo para mentirnos a nosotros mismos, o al menos para olvidar un poco lo mundano. Incluso llegamos a creer en un destino, olvidamos las elecciones y damos paso al azar. Sale algo bien: cosa del destino. Sale algo mal: vaya, tenía que pasar. Y es que cuando no hay respuesta a algo que nos sucede y se nos queda grande, cual político que todos tenemos dentro, a algún hecho le tendremos que achacar nuestras penitencias ¿no?

Por mucho que se diga a veces que hay un algo que mueve lo que nos sucede, no todos creen lo mismo. Obviamente, también están las personas que mueven los hilos del mundo. Y sin ellas, poco hacemos. Que no llegan a estar y no nos regalan ninguno de esos inventos para sentirnos mejor sin obtener una respuesta empírica, y no se sabe dónde acabaríamos...
Sea como sea, destino o no, cada cual elige qué quiere que sea lo que le hace sonreír o llorar, si así va a estar más conforme y a gusto dentro de lo que cabe.

Por ahora, esta bruja, cree en la suerte. En el destino y en las personas. En los caminos que le quedan por recorrer, sean cortos o largos, en las compañías de ayer, de hoy y las posibles de mañana. En sonreír cuando se debería estar triste aunque cueste, y en llorar de alegría, que de vez en cuando viene muy bien. Que quién sabe si mañana estará volando. Lo sepa el destino o no, o lo sepas tú o no, sólo sabe que aquí está hoy, y por eso, nada más que por eso, se alegra.

El más listo de aquí - Santi Campos y los amigos imaginarios

24 abril 2007


Me gusta mucho esta canción.
La imagen no es muy buena, pero el sonido sí y el mensaje que transmite sigue siendo perfecto, sobre todo en algunas ocasiones.

Si queréis escuchar más canciones entrad a la página oficial del grupo.

Nada más

22 abril 2007


Piedras en suspense, pétalos que caen. Sequedad y ojos en formol.
Noches calladas por pupilas rotas. Luna duermevela con quejidos mudos, de esos que penetran el suelo, que quiebran, duelen.
Aparentar por momentos ser íntimo de la guadaña.
No abrir, no salir. Peor, no querer entrar.
Aceras bañadas de sangre. Sombras putrefactas.
No ver. No querer ver. Pensar que no hay más, que no hubo, que no habrá.
Ni se es. Ni se está.
La huida ya no es insólita. Despejar el camino en una soledad que fue preconcebida por nuestro propio ego se convierte en lo normal.

¿Es ésta la vida que deseas?

20/04/07

Agridulce

18 abril 2007


Entregar. Siempre entregar. Dar algo aunque no se reciba. Ofrecer sin esperar nada.
Sensación egoísta. No querer recibir no porque no se nos entregue nada, sino porque lo dado no llena lo suficiente.
Entonces, pensar. Como siempre. No un poco. No un mucho. Un demasiado.
Posible equivocación por tanto rechazo. Interrogantes. Un “¿seré yo?”.
No sentirse diseñador de príncipes azules, tampoco de sapos aspirantes, creer no pedir demasiado. Es más, creer no pedir.

En estos casos, cuando el hilillo de voz desaparece por un falso silencio, queda cobijarse en cielos estrellados; quedan lejos pero ahí están.
Y si no, se pintan, que colores hay, que fueron el mejor invento. Siempre llevo algunos encima por si se necesitan. ¿Que hay que pintar ventanas? Se dibujan cuatro garabatos y listo. ¿Que lo que se desea es un banco al lado de un árbol frondoso? Se usa un verde para las hojitas y diferentes tonos de marrones para el tronco, y acabado. El banco, aquí, es lo de menos.
Alguna vez se pinta música. Siempre va bien. Una de las mejores compañías. Así, se lucha contra los interrogantes. Y si no, pues se colorean, que para eso estaban las pinturas. Ayudan a ver cómo pueden resultar tan ridículos, esos problemas inventados o que parecen no tener solución.
Tan ridículos, como esta entrada brujeril de hoy.

Dibujito por cortersía de mi ninfa, que me dibujó un día cualquiera de hace dos años.

Igual

13 abril 2007


Es igual hacer gárgaras con su perfume, es indiferente lamer mientras se siente la lengua podrida.
Es igual avanzar cuando notas la inercia nombrándote desde atrás. Qué más da si esas dos palabras ahora reivindican algo si aún son una tímida sombra.
Es igual que la voz calle cuando lo contrario es lo que se manifiesta. Que moleste la palabra que falta. Que lo demás sea reinterpretado.

Todo debe dar igual cuando hoy es, simplemente, hoy. El ayer fue con todo su sentido y sentidos, y el mañana está a la vuelta de la esquina.
Ya vendrá lo que deba venir. No hay nada escrito a pesar de que nos creemos una historia.
Juguemos con el pretérito, que jugar, todos sabemos hacerlo.

Laconismo

08 abril 2007


Luchando contra las miradas huecas y sonrisas podridas.
No hay tiempo que mate este frío.
Aspirando a ser inventor de sucesiones limitadas para que el dolor sea menor. Instigador de revuelos en lugares con fondo de botellas vacías desvirgadas sin sed.
Todo sigue como ayer ignorando que la desdicha fue la mejor visita del día.
Las palabras agridulces y las lenguas calladas son buenas maletas de viaje. Practicar la ignorancia ante la pedantería, reflejo de lo de siempre.
Querer encontrar algo desconocido que sea salvador del vacío.
No hay respuestas, no hay acordes que endulcen este momento.

A pesar de todo, estás. Existes. Vives.
La vida lleva por caminos esperados que no dejan de ser amargos.
Llegarán noches cálidas en las que las risas tengan envidia de que el protagonista seas tú.
Y el resto… ¿Qué es el resto?

Aquí seguimos. Estamos. Somos. Nada más y nada menos. Y eso, eso es TODO.

Para ti, melenudo. Por ese todo que te espera, que siempre espera.

Bajo la lluvia

04 abril 2007


Retroceder, sin más. Volver a lo que una vez fueron dos.
Dolor, pero un dolor bastardo que no basta.
Frenar en terreno resbaladizo. Demasiado inestable.
Indagar en posibles quehaceres que sólo son productos imaginarios.
Tener algo que se quería y no desear lo que ahora es poseído. A veces perseguir más. Mirar al otro lado y haber querido aspirar a menos.
Recordar que se ama. Olvidar que no se sabe odiar e insistir en el intimar con ese verbo.
Encontrar algo inseparable y al momento vomitarlo.
Correr sin ver una puerta con candado en el fondo. Ver La puerta. La de siempre, la vestida de burla. Broma. Todo absurdo.
Estar en medio de un todo que a ratos, para ti, es un nada. Cansancio de ese nada que se convierte en un demasiado.
Escuchar voces, ruido. Repetido.
Plasmar palabras y palabras que siguen aferrándose a incoherencias.
Dejar caer sonrisas y risas sinceras con fondo de ojos vidriosos.
Y crear rincones como la mejor compañía, a pesar de querer tener cerca una ventana por la que saltar.

Robando luz



No sé si traerán suerte, puede que sean un invento más para mantener saciada y contenta nuestra conciencia. Para que luego se diga que no somos inteligentes, inventamos todo para mentirnos a nosotros mismos, o al menos para olvidar un poco lo mundano. Incluso llegamos a creer en un destino, olvidamos las elecciones y damos paso al azar. Sale algo bien: cosa del destino. Sale algo mal: vaya, tenía que pasar. Y es que cuando no hay respuesta a algo que nos sucede y se nos queda grande, cual político que todos tenemos dentro, a algún hecho le tendremos que achacar nuestras penitencias ¿no?

Por mucho que se diga a veces que hay un algo que mueve lo que nos sucede, no todos creen lo mismo. Obviamente, también están las personas que mueven los hilos del mundo. Y sin ellas, poco hacemos. Que no llegan a estar y no nos regalan ninguno de esos inventos para sentirnos mejor sin obtener una respuesta empírica, y no se sabe dónde acabaríamos...
Sea como sea, destino o no, cada cual elige qué quiere que sea lo que le hace sonreír o llorar, si así va a estar más conforme y a gusto dentro de lo que cabe.

Por ahora, esta bruja, cree en la suerte. En el destino y en las personas. En los caminos que le quedan por recorrer, sean cortos o largos, en las compañías de ayer, de hoy y las posibles de mañana. En sonreír cuando se debería estar triste aunque cueste, y en llorar de alegría, que de vez en cuando viene muy bien. Que quién sabe si mañana estará volando. Lo sepa el destino o no, o lo sepas tú o no, sólo sabe que aquí está hoy, y por eso, nada más que por eso, se alegra.

El más listo de aquí - Santi Campos y los amigos imaginarios


Me gusta mucho esta canción.
La imagen no es muy buena, pero el sonido sí y el mensaje que transmite sigue siendo perfecto, sobre todo en algunas ocasiones.

Si queréis escuchar más canciones entrad a la página oficial del grupo.

Nada más


Piedras en suspense, pétalos que caen. Sequedad y ojos en formol.
Noches calladas por pupilas rotas. Luna duermevela con quejidos mudos, de esos que penetran el suelo, que quiebran, duelen.
Aparentar por momentos ser íntimo de la guadaña.
No abrir, no salir. Peor, no querer entrar.
Aceras bañadas de sangre. Sombras putrefactas.
No ver. No querer ver. Pensar que no hay más, que no hubo, que no habrá.
Ni se es. Ni se está.
La huida ya no es insólita. Despejar el camino en una soledad que fue preconcebida por nuestro propio ego se convierte en lo normal.

¿Es ésta la vida que deseas?

20/04/07

Agridulce


Entregar. Siempre entregar. Dar algo aunque no se reciba. Ofrecer sin esperar nada.
Sensación egoísta. No querer recibir no porque no se nos entregue nada, sino porque lo dado no llena lo suficiente.
Entonces, pensar. Como siempre. No un poco. No un mucho. Un demasiado.
Posible equivocación por tanto rechazo. Interrogantes. Un “¿seré yo?”.
No sentirse diseñador de príncipes azules, tampoco de sapos aspirantes, creer no pedir demasiado. Es más, creer no pedir.

En estos casos, cuando el hilillo de voz desaparece por un falso silencio, queda cobijarse en cielos estrellados; quedan lejos pero ahí están.
Y si no, se pintan, que colores hay, que fueron el mejor invento. Siempre llevo algunos encima por si se necesitan. ¿Que hay que pintar ventanas? Se dibujan cuatro garabatos y listo. ¿Que lo que se desea es un banco al lado de un árbol frondoso? Se usa un verde para las hojitas y diferentes tonos de marrones para el tronco, y acabado. El banco, aquí, es lo de menos.
Alguna vez se pinta música. Siempre va bien. Una de las mejores compañías. Así, se lucha contra los interrogantes. Y si no, pues se colorean, que para eso estaban las pinturas. Ayudan a ver cómo pueden resultar tan ridículos, esos problemas inventados o que parecen no tener solución.
Tan ridículos, como esta entrada brujeril de hoy.

Dibujito por cortersía de mi ninfa, que me dibujó un día cualquiera de hace dos años.

Igual


Es igual hacer gárgaras con su perfume, es indiferente lamer mientras se siente la lengua podrida.
Es igual avanzar cuando notas la inercia nombrándote desde atrás. Qué más da si esas dos palabras ahora reivindican algo si aún son una tímida sombra.
Es igual que la voz calle cuando lo contrario es lo que se manifiesta. Que moleste la palabra que falta. Que lo demás sea reinterpretado.

Todo debe dar igual cuando hoy es, simplemente, hoy. El ayer fue con todo su sentido y sentidos, y el mañana está a la vuelta de la esquina.
Ya vendrá lo que deba venir. No hay nada escrito a pesar de que nos creemos una historia.
Juguemos con el pretérito, que jugar, todos sabemos hacerlo.

Laconismo


Luchando contra las miradas huecas y sonrisas podridas.
No hay tiempo que mate este frío.
Aspirando a ser inventor de sucesiones limitadas para que el dolor sea menor. Instigador de revuelos en lugares con fondo de botellas vacías desvirgadas sin sed.
Todo sigue como ayer ignorando que la desdicha fue la mejor visita del día.
Las palabras agridulces y las lenguas calladas son buenas maletas de viaje. Practicar la ignorancia ante la pedantería, reflejo de lo de siempre.
Querer encontrar algo desconocido que sea salvador del vacío.
No hay respuestas, no hay acordes que endulcen este momento.

A pesar de todo, estás. Existes. Vives.
La vida lleva por caminos esperados que no dejan de ser amargos.
Llegarán noches cálidas en las que las risas tengan envidia de que el protagonista seas tú.
Y el resto… ¿Qué es el resto?

Aquí seguimos. Estamos. Somos. Nada más y nada menos. Y eso, eso es TODO.

Para ti, melenudo. Por ese todo que te espera, que siempre espera.

Bajo la lluvia


Retroceder, sin más. Volver a lo que una vez fueron dos.
Dolor, pero un dolor bastardo que no basta.
Frenar en terreno resbaladizo. Demasiado inestable.
Indagar en posibles quehaceres que sólo son productos imaginarios.
Tener algo que se quería y no desear lo que ahora es poseído. A veces perseguir más. Mirar al otro lado y haber querido aspirar a menos.
Recordar que se ama. Olvidar que no se sabe odiar e insistir en el intimar con ese verbo.
Encontrar algo inseparable y al momento vomitarlo.
Correr sin ver una puerta con candado en el fondo. Ver La puerta. La de siempre, la vestida de burla. Broma. Todo absurdo.
Estar en medio de un todo que a ratos, para ti, es un nada. Cansancio de ese nada que se convierte en un demasiado.
Escuchar voces, ruido. Repetido.
Plasmar palabras y palabras que siguen aferrándose a incoherencias.
Dejar caer sonrisas y risas sinceras con fondo de ojos vidriosos.
Y crear rincones como la mejor compañía, a pesar de querer tener cerca una ventana por la que saltar.

Palabras

Luciérnagas