Desvergüenza

11 febrero 2011


Te desarmaste bien almada ante tanto acertado cortejo.
Quién puede decir que no después de las tres de la mañana.
No importa quién eres si no en qué te conviertes al tenerle enfrente de rodillas.
Podrás negar con la cabeza hasta la saciedad mientras estás muriendo de deseo.
Vendrán recuerdos, historias que no pasaron y sueños interrumpidos.
Sin saber qué fue cierto y quiénes de ellos fueron pura ficción.
Porque lo realmente importante en ese instante es que nunca fuiste tan tú.
Porque lo realmente importante es cuando ese tú pasa a ser yo.

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Desvergüenza


Te desarmaste bien almada ante tanto acertado cortejo.
Quién puede decir que no después de las tres de la mañana.
No importa quién eres si no en qué te conviertes al tenerle enfrente de rodillas.
Podrás negar con la cabeza hasta la saciedad mientras estás muriendo de deseo.
Vendrán recuerdos, historias que no pasaron y sueños interrumpidos.
Sin saber qué fue cierto y quiénes de ellos fueron pura ficción.
Porque lo realmente importante en ese instante es que nunca fuiste tan tú.
Porque lo realmente importante es cuando ese tú pasa a ser yo.

Luciérnagas