16:00

28 febrero 2007


Sigo esperando una visita de tu desnudo integral entre tanto desfile de gigantes descorazonados libres de toda pena.
Acompañada de sonrisas con la sombra de carcajadas inoportunas.
A ratos rota. A ratos completa.
Siempre perdida a pesar de mi presencia.
No se puede avanzar mirando hacia atrás, hacia lo que era mejor por la infantil inocencia.
No se puede continuar.
De momento.

Si nadie me encuentra

26 febrero 2007


Repostada inerte en mi inhóspito ventanal encuentro un lugar donde existe lo inexistente en los días.

Me impregno de cuerpos otorgantes por la retórica y devotos al silencio más inocente puro y olvidado.

Las sentencias inquisidoras no se conocen, no quedaron escritas ni pensadas por la sombra despótica.

El aire aún puede ser anfitrión y el cielo se disfraza de distintos retazos de colores y abrazos constantes.

El tiempo es ignorado al no ser el dueño de la deseada inspiración ni por haberse convertido en el compás de los pasos.

La tierra con su originaria textura permite ser acariciada, acompañada por una interminable lista de olores impropios y desacostumbrados.

En este paisaje hay letras y notas que juegan y danzan entre ellas brindando episodios envidiados por el propio hedonismo.

El don nadie existe y tiene vida. El que pretende ser envidiado es el precursor de la exclusión.

Si nadie me encuentra en alguno de estos fugaces días, no me busquéis, estaré en ese ventanal imaginando lo prohibido y viviendo un poco más.

Quien quiera ser mi compañía, ya sabrá qué debe hacer para ser bienvenido. Pero a mí… Que no me despierte de mis ensoñaciones.


Maldito post. Reconozco que me ha costado elegir un camino para enlazar el título propuesto.
Por cierto… Gracias Fran por la idea que tuviste (sí, a pesar de todo…). Y gran canción de Stereotipos.

P.D.= ¿Quedamos en paz cabezón mecheril?

Despertar

19 febrero 2007


Y sentir cuando estás cerca, cuando sé que todo estará perdido al cabo de unas horas.
Ver que te fuiste por donde viniste, sin pensar en lo sucedido o puede que pensando demasiado.
Despedirse en la distancia que compartimos pero que intentamos hacer desaparecer desde una cercanía considerable y anhelada por algunos.
Reírse de lo futuro y lo pasado, recordar sin perder la sonrisa.

Mirar un punto fijo y vibrar por ver que estoy viva, de nuevo, al tenerte enfrente o al suponer que ahí sigues. Observar que sigo sintiendo, a pesar de todos mis chirriantes desarreglos.
Hacer un recorrido dentro de ti y de mí para reconsiderar de nuevo un camino que ayer estaba trazado. Ese que tú pareces tener tan claro a pesar de tus saltos.
Reservar nuevas miradas entre sombras dando luz a todo aquello que parecía estar sepultado.

Oxigenarse de nuevas vivencias y no de nuevas suposiciones impertinentes.
Y desinhibirse perdiendo el control en determinadas situaciones.

Descubrirte. Redescubrirme.

Hermosa noche.

Felicidades mi ninfa

17 febrero 2007


Incluso me has pegado la manía de felicitarte un día tarde. Ya sabes que todo lo que te diga y escriba es poco. Además, sabes demasiado o todo lo que me merodea por la mente y el alma.

Que sigas teniendo suerte y ganas para seguir en tu viaje. Yo estaré ahí para lo que necesites. Que no te tenga delante no significa lo contrario.
A ver si el año que viene celebramos tu cumpleaños juntas, culo inquieto de mal asiento...

Carpe diem mi preciosidad. Nos estamos viendo.
¡Un besazo enorme!

Te adoro ninfilla ajqueroza.

Corazón domado

14 febrero 2007


Estas palabrillas son algo prestado. Un pequeño escrito de un tipejo que tengo por ahí recomendado. Una lo escucha, lo llega a conocer algo y le acaba cogiendo cariño.
A falta de blog propio y con su permiso, aquí os dejo esto.

Corazón domado

El lápiz de labios que escribió prohibido besarlos, el año nuevo trajo más despropósitos que otra cosa, también trajo una sonrisa o tal vez esa estaba ya antes, el tiempo siempre es relativo y el futuro siempre va más rápido que nosotros.

El placer enmascara la memoria y el orgasmo universal es la promesa en la que me fragmento, donde se aprecia la belleza de lo incierto, tú purificas el aire y nunca hubo mordiscos tan placenteros.

La catedral se sumerge y la perspectiva no es sincera, nunca supimos apreciar el color de la pena, una pena diluida entre gotas de agua, licores y un cansancio permanente que tira de mis párpados.

¿Dónde queda el futuro? Me desoriento y me enervo, todo es tan sencillo y aparentemente tan difícil, o puede que sea al revés y yo aquí esperando, haciendo tiempo para algo que nunca llega y si llega me pillará desprevenido como me pillaste tú, como me pilló tu risa limpia, bajo un enjambre de palabras que me enredan y que provocan el grito de un corazón que se resiste a ser domado. Pero... ¿Acaso se puede gritar bajo el agua?
Yo no tengo la respuesta.


Pablo Ager

Gracias feúcho desgreñado.

Vuela...

09 febrero 2007


Cuando ya no buscas por desfallecer al no encontrar,
te enfrentas a la única verdad, al único juez que tiene La verdad,
esa que tanto sabías y no quisiste reconocer.

Cuando te observas y crees que en un antes tu reflejo era otro,
que ahora se ha convertido en el cadáver de un bufón que te observa,
yaces en lo profundo, donde ya no hay escapatoria posible.

Cuando queda ese otro al que desconoces y creíste conocer algún día,
sencillamente piensa que todo ha cambiado, que pudiste vivir en una absurda realidad de la que fuiste protagonista sin haberlo decidido.

Seremos marionetas en la infinita soledad del tiempo,
pero cuando los lazos imaginarios desaparecen,
se es libre.

Escúchate ahora que puedes, ahora que el dolor va desvaneciendo.
Observa ya, puesto que conseguiste lo considerado imposible,
haciendo desaparecer esa venda que se apoderó de tu mirada convirtiéndola en perdida.

Es tu hora,
la hora de elegir vivir y no convivir,
con el verdugo del nefasto recuerdo.

Crónica de una noticia anunciada

07 febrero 2007


Como suele sucederme y como ser humano que creo aún ser, hay cosas que no entiendo ni entenderé nunca.

La verdad, cada vez que hablo con gente cercana de la zona donde intento convivir siempre reaparece en mi cara una sonrisilla enhebrada a recuerdos pasados donde todo era mejor. Llevo años quejándome de tener que agudizar los sentidos que mis progenitores me brindaron para poder ir alerta de muchas sombras a mi alrededor. Eso de sentirse como en casa creo que no lo he podido vivir nunca. Cuando sabes qué significa ese concepto se supone que es cuando empiezas a tener uso de razón. Y es cuando esto sucedió que yo empecé a no poder vivir en primera persona esa paz que se vive estando en casa; refiriéndome por supuesto a la vecindad y a esa armonía que te debe invadir al recordar y revivir ese sentimiento por la vuelta a tus raíces.

Ahora me hace gracia la situación que se está viviendo. Con unos pitos y cacerolas de fondo, me vienen de nuevo imágenes ya habituales. Pensé que nos haríamos famosillos por la fábrica de anís del mono y por nuestro pasado arqueológico romano, que por echar a unos vecinos rumanos. Pero se ve que no. No nos va eso… Nosotros somos mejores y nos manifestamos por solidaridad y por una convivencia digna (llega a aparecer la palabra Talante y esto ya es el Club de la comedia) . O si no, atentos a lo que me decía una vecina ayer:

- Nena tenemos que dar ejemplo, nos tenemos que ayudar. Si no, ¿quiénes lo harán?

A lo que mi madre decía:

- Eso, eso. Esto es insoportable. No se puede vivir aquí ya. Es asqueroso. Si es que…

Yo ya estaba en mi fase ausentil, esa en la que me encuentro tan normalmente, en ese trance que me fulmina para no acabar siendo yo la que fulmine a alguien.
Volví en mí cuando escuché algo que pensé que me hizo ver la luz:

- Es que no se puede convivir así, no hay quien lo aguante. Pobres vecinos… (Y aquí empezó ya cuando me fui de nuevo) Y es que racistas no somos… Pero estamos hartos ya de toda esta mierda que ha venido… (Y mirándome me dijo) ¿¿O es que acaso quieres que vengan a nuestra calle??

Y mientras veía esas miradas clavándose en mí, casi haciéndome sangrar ya, y después de beber un sorbito de agua al merendar un pedazo de donut buenísimo casi atragantado por escuchar tanto monólogo profundo, dije:

- La verdad es que rumanos ya hay en nuestra calle.

Y ella dijo:

- Sí… Pero esos no hacen nada.

A mí, mientras miraba hacia un lado, me vinieron unas diapositivas en milésimas de segundo e imaginé una conversación ficticia que por supuesto no pude tener con esa mujer.

Esas personas que no hacen nada solamente dejan a sus… ¿6? ¿7? críos de 6 y 7 años y menos edad sueltos por la calle, pidiendo a los vecinos y andando descalzos y desnudos por doquier, dejando también que salten en los coches dejando sus huellas si les apetece, arrasando por la calle si lo desean corriendo y tirando todo lo que encuentran o comen por el suelo.
Los niños ¡pobres! No tienen culpa. Por suerte he estado tratando con niños durante algún tiempo. Hablo de los que se suponen deben ser sus guías, aquéllos que no se hacen cargo de ellos y si te quejas del comportamiento de sus descendientes te responden con un: pues llama a los servicios sociales, así los quitan de aquí. Mientras siguen trayendo más pobres criaturas para seguir recibiendo ayudas económicas a su costa.

Esto en parte fue lo que me vino a la cabeza. Por ello, sólo miré a la señora, sonreí y me largué.

Lo que digo es que no me gusta mezclar lo que es el incivismo con la xenofobia. Sé que muchos de mis queridos vecinos tienen su corazoncito con una base bastante aferrada al patriotismo y que algunos bien podrían pertenecer al club de fans del caudillo. Yo no soy así. Me quejo de la conducta de seres humanos, no de personas pertenecientes a un lugar u otro.

A mí me joden más las puñeteras vecinas que usan el patio de luces para hablar de la muerte de la hermana de Letizia Ortiz o de cómo se ha peleado una de ellas con su hija a las 7 de la mañana a gritos por no ser una estupenda madre veinteañera. La verdad, no me gusta tener esa banda sonora permanente. Pero ahí, no nos quejamos. Los vecinos en esa ocasión no están.

Me da lástima ver que mi barrio se moviliza cuando se llega a estos extremos, cuando se llega a mover mediante la hipocresía disfrazando las palabras delante de los medios cuando, a mí, sonriendo me dicen que esos putos cabrones nos están quitando lo que es nuestro, dejando de lado, por supuesto, el problema real que había en dos pisos de esa calle: una treintena de personas conviviendo en un piso de una manera precaria que además llevan consigo una pésima conducta que no deja convivir a los vecinos en paz. (Como si alguna vez lo hubiéramos conseguido...).

Total. Las manifestaciones siguen. Pero yo, sigo sin ir a ellas.

Por cierto, da gusto ir por la calle y ver cada vez más coches de los mossos de la quadra. Ese aire chulesco me pone. Es más, me siento importante y todo.

En fin… Así ve una vecina del barrio este espectáculo que nada tiene que envidiar a Gran Hermano.

Sonríe

02 febrero 2007


Por todo lo que ha pasado y sigue sucediendo,
como celebración de algo que no estaba perdido sino que, simplemente, no tuvimos la ocasión de encontrarlo anticipadamente,
por los llantos que vivimos cuando empezó todo esto,
por las risas que fueron haciéndonos suyas después,
por los momentos vividos en todo este tiempo,
por descubrirte cuando no sabía que existías,
por acercarme más a lo que nos unió en los comienzos,
por hacer de lo minúsculo una gran celebración digna de ser recordada,
por dedicarme tu tiempo, tu memoria y tu sentido de la vida,
por hacer de todo lo tuyo algo mío; nuestro,
por demostrarme que los lazos de sangre por una vez sí unen para siempre.

Por brindarme todo esto y mucho más y hacerme entender lo necesario que es tener un punto de apoyo para poder mover el mundo.
Porque yo, gracias a mucha parte de ti, lo conseguí.

Te dije un día que te iba a dedicar algo. Las palabras salen no cuando la persona las desea. Lo que dejo plasmado no es nada comparado con lo que realmente es. No todo se puede dejar escrito. A mí se me da mejor demostrar con la mirada y algún que otro gesto cercano.
Por ello, este es un muy pequeño homenaje a ti, por ser como eres. Para que sigas siendo la misma y recuerdes que, hagas lo que hagas, actúes como actúes, ya no saldrás de mi vida. Es más, te apoderaste de gran parte de ella.

¿Te he dicho alguna vez que te quiero, condenada preciosidad
?

16:00


Sigo esperando una visita de tu desnudo integral entre tanto desfile de gigantes descorazonados libres de toda pena.
Acompañada de sonrisas con la sombra de carcajadas inoportunas.
A ratos rota. A ratos completa.
Siempre perdida a pesar de mi presencia.
No se puede avanzar mirando hacia atrás, hacia lo que era mejor por la infantil inocencia.
No se puede continuar.
De momento.

Si nadie me encuentra


Repostada inerte en mi inhóspito ventanal encuentro un lugar donde existe lo inexistente en los días.

Me impregno de cuerpos otorgantes por la retórica y devotos al silencio más inocente puro y olvidado.

Las sentencias inquisidoras no se conocen, no quedaron escritas ni pensadas por la sombra despótica.

El aire aún puede ser anfitrión y el cielo se disfraza de distintos retazos de colores y abrazos constantes.

El tiempo es ignorado al no ser el dueño de la deseada inspiración ni por haberse convertido en el compás de los pasos.

La tierra con su originaria textura permite ser acariciada, acompañada por una interminable lista de olores impropios y desacostumbrados.

En este paisaje hay letras y notas que juegan y danzan entre ellas brindando episodios envidiados por el propio hedonismo.

El don nadie existe y tiene vida. El que pretende ser envidiado es el precursor de la exclusión.

Si nadie me encuentra en alguno de estos fugaces días, no me busquéis, estaré en ese ventanal imaginando lo prohibido y viviendo un poco más.

Quien quiera ser mi compañía, ya sabrá qué debe hacer para ser bienvenido. Pero a mí… Que no me despierte de mis ensoñaciones.


Maldito post. Reconozco que me ha costado elegir un camino para enlazar el título propuesto.
Por cierto… Gracias Fran por la idea que tuviste (sí, a pesar de todo…). Y gran canción de Stereotipos.

P.D.= ¿Quedamos en paz cabezón mecheril?

Despertar


Y sentir cuando estás cerca, cuando sé que todo estará perdido al cabo de unas horas.
Ver que te fuiste por donde viniste, sin pensar en lo sucedido o puede que pensando demasiado.
Despedirse en la distancia que compartimos pero que intentamos hacer desaparecer desde una cercanía considerable y anhelada por algunos.
Reírse de lo futuro y lo pasado, recordar sin perder la sonrisa.

Mirar un punto fijo y vibrar por ver que estoy viva, de nuevo, al tenerte enfrente o al suponer que ahí sigues. Observar que sigo sintiendo, a pesar de todos mis chirriantes desarreglos.
Hacer un recorrido dentro de ti y de mí para reconsiderar de nuevo un camino que ayer estaba trazado. Ese que tú pareces tener tan claro a pesar de tus saltos.
Reservar nuevas miradas entre sombras dando luz a todo aquello que parecía estar sepultado.

Oxigenarse de nuevas vivencias y no de nuevas suposiciones impertinentes.
Y desinhibirse perdiendo el control en determinadas situaciones.

Descubrirte. Redescubrirme.

Hermosa noche.

Felicidades mi ninfa


Incluso me has pegado la manía de felicitarte un día tarde. Ya sabes que todo lo que te diga y escriba es poco. Además, sabes demasiado o todo lo que me merodea por la mente y el alma.

Que sigas teniendo suerte y ganas para seguir en tu viaje. Yo estaré ahí para lo que necesites. Que no te tenga delante no significa lo contrario.
A ver si el año que viene celebramos tu cumpleaños juntas, culo inquieto de mal asiento...

Carpe diem mi preciosidad. Nos estamos viendo.
¡Un besazo enorme!

Te adoro ninfilla ajqueroza.

Corazón domado


Estas palabrillas son algo prestado. Un pequeño escrito de un tipejo que tengo por ahí recomendado. Una lo escucha, lo llega a conocer algo y le acaba cogiendo cariño.
A falta de blog propio y con su permiso, aquí os dejo esto.

Corazón domado

El lápiz de labios que escribió prohibido besarlos, el año nuevo trajo más despropósitos que otra cosa, también trajo una sonrisa o tal vez esa estaba ya antes, el tiempo siempre es relativo y el futuro siempre va más rápido que nosotros.

El placer enmascara la memoria y el orgasmo universal es la promesa en la que me fragmento, donde se aprecia la belleza de lo incierto, tú purificas el aire y nunca hubo mordiscos tan placenteros.

La catedral se sumerge y la perspectiva no es sincera, nunca supimos apreciar el color de la pena, una pena diluida entre gotas de agua, licores y un cansancio permanente que tira de mis párpados.

¿Dónde queda el futuro? Me desoriento y me enervo, todo es tan sencillo y aparentemente tan difícil, o puede que sea al revés y yo aquí esperando, haciendo tiempo para algo que nunca llega y si llega me pillará desprevenido como me pillaste tú, como me pilló tu risa limpia, bajo un enjambre de palabras que me enredan y que provocan el grito de un corazón que se resiste a ser domado. Pero... ¿Acaso se puede gritar bajo el agua?
Yo no tengo la respuesta.


Pablo Ager

Gracias feúcho desgreñado.

Vuela...


Cuando ya no buscas por desfallecer al no encontrar,
te enfrentas a la única verdad, al único juez que tiene La verdad,
esa que tanto sabías y no quisiste reconocer.

Cuando te observas y crees que en un antes tu reflejo era otro,
que ahora se ha convertido en el cadáver de un bufón que te observa,
yaces en lo profundo, donde ya no hay escapatoria posible.

Cuando queda ese otro al que desconoces y creíste conocer algún día,
sencillamente piensa que todo ha cambiado, que pudiste vivir en una absurda realidad de la que fuiste protagonista sin haberlo decidido.

Seremos marionetas en la infinita soledad del tiempo,
pero cuando los lazos imaginarios desaparecen,
se es libre.

Escúchate ahora que puedes, ahora que el dolor va desvaneciendo.
Observa ya, puesto que conseguiste lo considerado imposible,
haciendo desaparecer esa venda que se apoderó de tu mirada convirtiéndola en perdida.

Es tu hora,
la hora de elegir vivir y no convivir,
con el verdugo del nefasto recuerdo.

Crónica de una noticia anunciada


Como suele sucederme y como ser humano que creo aún ser, hay cosas que no entiendo ni entenderé nunca.

La verdad, cada vez que hablo con gente cercana de la zona donde intento convivir siempre reaparece en mi cara una sonrisilla enhebrada a recuerdos pasados donde todo era mejor. Llevo años quejándome de tener que agudizar los sentidos que mis progenitores me brindaron para poder ir alerta de muchas sombras a mi alrededor. Eso de sentirse como en casa creo que no lo he podido vivir nunca. Cuando sabes qué significa ese concepto se supone que es cuando empiezas a tener uso de razón. Y es cuando esto sucedió que yo empecé a no poder vivir en primera persona esa paz que se vive estando en casa; refiriéndome por supuesto a la vecindad y a esa armonía que te debe invadir al recordar y revivir ese sentimiento por la vuelta a tus raíces.

Ahora me hace gracia la situación que se está viviendo. Con unos pitos y cacerolas de fondo, me vienen de nuevo imágenes ya habituales. Pensé que nos haríamos famosillos por la fábrica de anís del mono y por nuestro pasado arqueológico romano, que por echar a unos vecinos rumanos. Pero se ve que no. No nos va eso… Nosotros somos mejores y nos manifestamos por solidaridad y por una convivencia digna (llega a aparecer la palabra Talante y esto ya es el Club de la comedia) . O si no, atentos a lo que me decía una vecina ayer:

- Nena tenemos que dar ejemplo, nos tenemos que ayudar. Si no, ¿quiénes lo harán?

A lo que mi madre decía:

- Eso, eso. Esto es insoportable. No se puede vivir aquí ya. Es asqueroso. Si es que…

Yo ya estaba en mi fase ausentil, esa en la que me encuentro tan normalmente, en ese trance que me fulmina para no acabar siendo yo la que fulmine a alguien.
Volví en mí cuando escuché algo que pensé que me hizo ver la luz:

- Es que no se puede convivir así, no hay quien lo aguante. Pobres vecinos… (Y aquí empezó ya cuando me fui de nuevo) Y es que racistas no somos… Pero estamos hartos ya de toda esta mierda que ha venido… (Y mirándome me dijo) ¿¿O es que acaso quieres que vengan a nuestra calle??

Y mientras veía esas miradas clavándose en mí, casi haciéndome sangrar ya, y después de beber un sorbito de agua al merendar un pedazo de donut buenísimo casi atragantado por escuchar tanto monólogo profundo, dije:

- La verdad es que rumanos ya hay en nuestra calle.

Y ella dijo:

- Sí… Pero esos no hacen nada.

A mí, mientras miraba hacia un lado, me vinieron unas diapositivas en milésimas de segundo e imaginé una conversación ficticia que por supuesto no pude tener con esa mujer.

Esas personas que no hacen nada solamente dejan a sus… ¿6? ¿7? críos de 6 y 7 años y menos edad sueltos por la calle, pidiendo a los vecinos y andando descalzos y desnudos por doquier, dejando también que salten en los coches dejando sus huellas si les apetece, arrasando por la calle si lo desean corriendo y tirando todo lo que encuentran o comen por el suelo.
Los niños ¡pobres! No tienen culpa. Por suerte he estado tratando con niños durante algún tiempo. Hablo de los que se suponen deben ser sus guías, aquéllos que no se hacen cargo de ellos y si te quejas del comportamiento de sus descendientes te responden con un: pues llama a los servicios sociales, así los quitan de aquí. Mientras siguen trayendo más pobres criaturas para seguir recibiendo ayudas económicas a su costa.

Esto en parte fue lo que me vino a la cabeza. Por ello, sólo miré a la señora, sonreí y me largué.

Lo que digo es que no me gusta mezclar lo que es el incivismo con la xenofobia. Sé que muchos de mis queridos vecinos tienen su corazoncito con una base bastante aferrada al patriotismo y que algunos bien podrían pertenecer al club de fans del caudillo. Yo no soy así. Me quejo de la conducta de seres humanos, no de personas pertenecientes a un lugar u otro.

A mí me joden más las puñeteras vecinas que usan el patio de luces para hablar de la muerte de la hermana de Letizia Ortiz o de cómo se ha peleado una de ellas con su hija a las 7 de la mañana a gritos por no ser una estupenda madre veinteañera. La verdad, no me gusta tener esa banda sonora permanente. Pero ahí, no nos quejamos. Los vecinos en esa ocasión no están.

Me da lástima ver que mi barrio se moviliza cuando se llega a estos extremos, cuando se llega a mover mediante la hipocresía disfrazando las palabras delante de los medios cuando, a mí, sonriendo me dicen que esos putos cabrones nos están quitando lo que es nuestro, dejando de lado, por supuesto, el problema real que había en dos pisos de esa calle: una treintena de personas conviviendo en un piso de una manera precaria que además llevan consigo una pésima conducta que no deja convivir a los vecinos en paz. (Como si alguna vez lo hubiéramos conseguido...).

Total. Las manifestaciones siguen. Pero yo, sigo sin ir a ellas.

Por cierto, da gusto ir por la calle y ver cada vez más coches de los mossos de la quadra. Ese aire chulesco me pone. Es más, me siento importante y todo.

En fin… Así ve una vecina del barrio este espectáculo que nada tiene que envidiar a Gran Hermano.

Sonríe


Por todo lo que ha pasado y sigue sucediendo,
como celebración de algo que no estaba perdido sino que, simplemente, no tuvimos la ocasión de encontrarlo anticipadamente,
por los llantos que vivimos cuando empezó todo esto,
por las risas que fueron haciéndonos suyas después,
por los momentos vividos en todo este tiempo,
por descubrirte cuando no sabía que existías,
por acercarme más a lo que nos unió en los comienzos,
por hacer de lo minúsculo una gran celebración digna de ser recordada,
por dedicarme tu tiempo, tu memoria y tu sentido de la vida,
por hacer de todo lo tuyo algo mío; nuestro,
por demostrarme que los lazos de sangre por una vez sí unen para siempre.

Por brindarme todo esto y mucho más y hacerme entender lo necesario que es tener un punto de apoyo para poder mover el mundo.
Porque yo, gracias a mucha parte de ti, lo conseguí.

Te dije un día que te iba a dedicar algo. Las palabras salen no cuando la persona las desea. Lo que dejo plasmado no es nada comparado con lo que realmente es. No todo se puede dejar escrito. A mí se me da mejor demostrar con la mirada y algún que otro gesto cercano.
Por ello, este es un muy pequeño homenaje a ti, por ser como eres. Para que sigas siendo la misma y recuerdes que, hagas lo que hagas, actúes como actúes, ya no saldrás de mi vida. Es más, te apoderaste de gran parte de ella.

¿Te he dicho alguna vez que te quiero, condenada preciosidad
?

Palabras

Luciérnagas